Un cura de Tenerife bautiza a una niña ante sus mamás como respuesta “a la realidad”

El párroco de Tejina ha indicado que la solicitud de las madres de bautizar a la niña no le supuso “ningún problema”, pues ambas quieren vivir la fe cristiana 

Entrada a una iglesia en Tejina, en el municipio tinerfeño de La Laguna

Entrada a una iglesia en Tejina, en el municipio tinerfeño de La Laguna

Juan Carlos Alameda, párroco de la localidad tinerfeña de Tejina, ha bautizado a una niña ante la presencia de sus dos madres, Jésica y Sherezade, por entender que su labor como pastor es “acoger a las personas como las acoge Jesucristo”, y así poder dar respuesta a la realidad.

La niña fue bautizada como Lucía el pasado fin de semana en Tejina, en el municipio de La Laguna, acompañada por sus dos mamás, que contrajeron matrimonio el 15 de junio de 2012 y tuvieron a su hija en diciembre del año pasado, según ha informado hoy Radio Club Tenerife-Cadena Ser, que indica que ambas madres figuran como progenitoras en el certificado de bautismo.

El párroco ha indicado en declaraciones a EFE que la solicitud de las mamás de bautizar a la niña no le supuso “ningún problema”, pues ambas son cristianas, quieren vivir la fe cristiana e igual postura tienen los padrinos, con lo que el bautizo ha estado conforme a las normas de la Iglesia.

“El bautismo no se puede negar”, asevera Juan Carlos Alameda, quien indica que cuando las mamás de Lucía le preguntaron “¿qué te parece? él contestó: a mi no me tiene que parecer nada”, pues su labor como pastor “es acoger a las personas” y por ello “no hay ninguna otra peculiaridad”.

Las dos mamás son creyentes y tomaron la decisión de bautizar a su niña, y cuando comunicaron su deseo al párroco, este consultó con la Vicaría de Justicia del Obispado simplemente cómo inscribirlo en los documentos, pues en el sacramento “no hay ninguna variante ni otra cosa que lo prohíba”.

De hecho, comenta Alameda, hace tiempo “que los párrocos, al estar más en contacto con la gente diariamente, preguntamos cómo actuar para actuar bien, acoger y ver siempre cómo está la legalidad civil”.

Si un bautizo se dilata en el tiempo es “sencillamente” porque no se dan las condiciones adecuadas, y esto puede referirse a que quien debe garantizar que el niño se educará según la fe, los padrinos, no están confirmados.

El párroco de Tejina oficia unos 70 bautizos al año y más de 40 corresponden a los llamados casos “irregulares”, esto es, padres que no están casados por la Iglesia, conviven sin matrimonio o uno de ellos no vive la fe o sencillamente no cree.

La norma eclesiástica en el caso del bautizo se refiere sin embargo a que los padrinos velarán por la fe del bautizado y hay casos en que los padres no creen pero no se oponen a que los abuelos bauticen a su hijo.

Otro caso es cuando los padrinos no se han confirmado y si tienen voluntad para ello se imparte una formación para adultos, algo que “se suele hacer con frecuencia, no es nada fuera de lo normal”.

Incluso ha sucedido que haya personas en situación “irregular” pero en cambio son miembros de hermandades o cofradías y para ello “se ha cambiado alguna normativa”.

“Se trata de dar respuesta a una realidad pues un caso irregular no lleva consigo el estar fuera de la Iglesia, sino que no está conforme a la normativa, y estar viviendo de una manera determinada no quita que se quiera vivir la fe y escuchar la palabra de Dios, pues hay otras formas de comulgar”, afirma Alameda.

Concluye el párroco que “en los tiempos que corren y en la medida en que nos pongamos delante de Jesucristo, si tenemos fe podremos encontrar la paz y la verdadera realización”.