“Si los ultracatólicos se hacen los dueños de las familias, de alguna forma están atacando a mis hijas”

Adelaida Campillo, presidenta de Asfagalem

Adelaida Campillo (Cieza,1978) es maestra de primaria en Molina de Segura (Murcia) y junto a su mujer son madres de dos mellizas de 19 meses, exactamente el mismo tiempo que existe Asfagalem (Asociación de Familias de Gays y Lesbianas de la Región de Murcia).

 Campillo es la presidenta de esta asociación y se decidió a fundarla “para mejorar la vida” de sus hijas. Actualmente reúne a 26 familias en la Región de Murcia, la mayoría de ellas con niños de cero a dos años. “Cuando estamos en el parque y le digo a alguien que una de mis hijas está con mi mujer me mira siempre un poco atónito”.

Campillo se muestra indignada ante la suspensión de las charlas escolares sobre diversidad sexual por parte del Gobierno murciano debido a presiones del Foro de la Familia. La consejería de Educación de Murcia especificó el pasado martes que se retomarían las charlas sin precisar una fecha concreta, aunque habría que solicitar permiso paterno.

¿Cómo ves la suspensión de las charlas escolares sobre diversidad sexual o la necesidad de un permiso paterno para que los alumnos asistan a ellas?

Puedo entender que el Foro de la Familia tenga sus ideas, pero no entiendo que la Consejería haga lo que le pidan. Nuestras familias también son familias. Necesitamos que se hable de diversidad familiar y homosexualidad para que los niños entiendan por qué sus compañeros tienen dos mamás o dos papás.

Nuestras familias van al parque, van al médico, estamos en la sociedad. No entiendo que nos quieran ocultar. Y cuando permites la autorización paterna para asistir a la charla estás mandando el mensaje de que es algo malo.

¿Por qué son importantes estas charlas?

Son importantes en primer lugar para que los hijos de familias homoparentales no sufran acoso, para que tampoco lo sufran los niños LGTBI y también por lo que se conoce como `homofobia interiorizada´, que es el rechazo del homosexual hacia su propia orientación sexual. Hay que luchar contra la invisibilización y mandar el mensaje de que no pasa nada porque si no estamos plantando pequeñas semillas de homofobia.

La escuela, además, es el lugar donde aprender la igualdad.

No hay una igualdad real y nuestras familias son tan válidas como las suyas. Soy maestra y esto se soluciona con educación, pero ya desde primaria. En secundaria llegamos tarde. Es difícil cambiar la perspectiva de una persona de 50 años, pero vamos que no entiendo el peligro de explicar la diversidad sexual a un niño. Explicar, por ejemplo, que nosotras somos dos mamás criando a dos mellizas de 19 meses. Uno de los principales acosos en los institutos es el acoso homofóbico. Porque si no: ¿quién protege a nuestras familias? Si los ultracatólicos se hacen los dueños de las familias, de alguna forma están atacando a mis hijas.

Es muy importante que nuestros hijos vean a su familia reconocida en la escuela, porque ya tenemos un bombardeo continuo a diario por ejemplo en la televisión. Nadie nos está protegiendo de un obispo que nos está discriminando y diciendo barbaridades de sus madres.

¿Qué otros obstáculos te encuentras en tu vida cotidiana?

Para empezar todos los formularios y las aplicaciones de la administración que pone madre y padre. Hay que adaptarlos. A los dos días de parir mellizas con cesárea tuve que ir personalmente al Registro a firmar con mi mujer porque con mi DNI, a diferencia de lo que les sucedía al resto de madres que estaban en el hospital, no era suficiente.

También habéis hecho campañas para que en el colegio se celebre el Día de la Familia, en lugar del Padre o de la Madre.

Que El Corte Inglés haga lo que quiera, pero en el colegio no puedes tener a algunos niños sin hacer actividades ese día porque no cuentan con un padre o una madre. Y ya no hablo solo de de familias homoparentales, sino de viudos o familias monoparentales.

Hasta la fecha no nos habíamos dedicado a hacer activismo, pero te das cuenta de que es muy importante para mejorar la vida de nuestras hijas. El matrimonio homosexual se aprobó en 2005. Y tenemos claro que tenemos derecho a todo.

En la Asamblea Regional se aprobó por unanimidad la nueva ley de igualdad social de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales que avanza en la protección, derechos y contra la discriminación en mayo de 2016

Exactamente. Y con esa ley no se ha hecho nada. Ni siquiera el prometido Observatorio contra la Homofobia, que es un órgano muy importante en el que se pueden solucionar rápidamente los conflictos, en lugar de empezar con demandas. Ni siquiera hay una persona asignada para el colectivo LGTBI.