Muere Edith Windsor, la activista que logró que la Justicia de EEUU reconociera el matrimonio gay

Edith Windsor, en marzo de 2013, cuando testificó ante el Supremo de EEUU. Jonathan ErnstREUTERS

La activista Edith Windsor, que lideró la batalla que culminó con la histórica decisión del Tribunal Supremo de EEUU de validar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, falleció este martes en Nueva York a los 88 años.

Su fallecimiento fue notificado a los medios por su esposa, Kasen Windsor, con la que se casó en 2016, pero no se dieron más detalles.

“Perdí a mi amada esposa Edie. Ella siempre será la luz para la comunidad LGBTQ que ella amó y que la amó”, indicó Kasen, que se refiere a la activista lesbiana como una gran luchadora por la libertad, la justicia y la igualdad.

Windsor, nacida en Filadelfia en 1929 y la mayor de tres hermanos, se casó en Canadá en 2007 con Thea Spyer, su pareja durante más de 40 años, que murió en 2009 de esclerosis múltiple.

Tras la muerte de su esposa, Windsor tuvo que pagar por el patrimonio heredado más de 350.000 dólares en impuestos al Gobierno federal, lo que la llevó a emprender una cruzada en defensa de la igualdad de sus derechos como cónyuge, que llevó hasta el Supremo.

En junio de 2013 el Supremo invalidó la ley DOMA, que definía el matrimonio como “la unión entre un hombre y una mujer”, legalizando así las uniones en el país entre parejas del mismo sexo, una gran victoria para la comunidad LGBTQ.

Windsor estuvo representada en esa batalla por Robert Kaplan, quien indicó, al lamentar su muerte, que haber sido su abogado fue “el gran honor” de su vida.

Aseguró que Windsor pasará a los libros de historia de este país como “unaverdadera héroe“, según la cadena NBC.

“También sé que su recuerdo será una bendición no sólo para cada persona LGBTQ en este planeta, sino para todos los que creen en el concepto de igual dignidad para todos“, indicó además Kaplan.

Tras graduarse de la Universidad de Temple, Windsor se casó en primer lugar con un amigo de su hermano, pero un año después puso fin a ese matrimonio al confesarle que era lesbiana.

Luego se estableció en Nueva York, donde trabajó como programadora para la compañía IBM y donde, según indicó en una entrevista, podía ser abiertamente lesbiana.

Las reacciones tras la muerte de la activista no se hicieron esperar. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, aseguró que su corazón está roto por la muerte de quien llamó su amiga.

“Edie fue una neoyorquina destacada que llevó la lucha por la igualdad y alcanzó una histórica victoria en el camino por justicia”, afirmó Cuomo, quien aseguró que la activista encarnó el espíritu de Nueva York y recordó que “derrumbó barreras”.

“Siempre admiraré su fortaleza y perseverancia contra la adversidad. Nunca la olvidaré”, señaló además en un comunicado.

Mientras, la Unión de Libertades Civiles indicó que fue una “incansable campeona de amor, igualdad y justicia, cuya valentía y tenacidad transformó el panorama de los derechos civiles a través del país”.