Momentos de tensión en la visita del autobús de HazteOir a Pamplona

Una mujer fue trasladada en ambulancia al CHN después de que el autobús le pasara por encima del pie

 El autobús de la asociación ultracatólica ‘Hazte Oír’ abandonó Pamplona escoltado por la Policía Municipal de la capital navarra, donde el vehículo fue recibido con lanzamientos de huevos y golpes por parte de los asistentes a una concentración junto al Parlamento Foral.

Más de un centenar de personas se concentraron al mediodía frente al Parlamento de Navarra para rechazar la presencia del autobús de ‘Hazte Oír’, que había llegado por la mañana a la capital navarra para entregar en el Parlamento un escrito pidiendo el respeto a la “libertad de expresión”.
Tras pancartas con los mensajes ‘Ez zarete ongi etorriak’ (No sois bienvenidos) y ‘Navarra: tierra de diversidad’, los asistentes recibieron la llegada del automóvil al Paseo de Sarasate con pitidos, abucheos y lanzamientos de huevos bajo las consignas ‘Hazte Oír, kanpora’, ‘Ninguna agresión sin respuesta’ o ‘Ni se os quiere, ni se os necesita’.
Ya antes del comienzo de su trayecto, a las 11.00 horas, miembros de LAB y asociaciones como Kattalingorri habían acudido al punto de partida del automóvil, el área de servicio de Zuasti, para mostrar su repulsa entre exclamaciones como “Aquí está la resistencia trans” e impedir que el autobús iniciara su recorrido, lo cual ha requirió la intervención de la Guardia Civil para abrir paso al vehículo.
En la entrada a la ciudad por Berriozar, la Policía Municipal de Pamplona había interceptado el automóvil, impidiendo que continuara su itinerario si no ocultaba el logotipo de la asociación.
Sobre esta cuestión, el presidente de la entidad, Ignacio Arsuaga, consideró que es “injusto” y “absolutamente ilegal” porque “simplemente” es un “autobús absolutamente naranja” con “el nombre de una asociación”.
“No hay ningún tipo de publicidad, es una decisión política”, reivindicó Arsuaga, que lamentó que en Pamplona no hay “democracia suficiente” como para que “el autobús de la libertad” pueda circular “libremente” con su logo.
“En Pamplona no nos reconocen el derecho de existir, nos han obligado a tapar nuestro propio nombre”, denunció.
Cuestionado por las actitudes de rechazo de quienes habían acudido para impedir su trayecto, respetó “absolutamente” su derecho a quejarse: “Respetamos que estas personas se concentren, que nos griten, que intenten que nos vayamos, están en su derecho a manifestarse, igual que nosotros estamos en nuestro derecho de venir aquí y circular libremente por las calles de Pamplona”.
Por su parte, el abogado Sergio Gómez advirtió de que la obligación de tapar el logo supone un “delito de prevaricación por parte de quien haya tomado esta decisión” y anunció que la asociación “actuará en consecuencia”.
El secretario de la asociación Kattalingorri, Raúl López, denunció que “ha sido la propia delegada del Gobierno la que ha dado permiso para que este autobús del odio circulara y ella tendrá que dar explicaciones”.
“Va sin rotular, pero el mensaje es exactamente el mismo”, ha precisado López, que lamentó que “no se ha movido ningún juez” ni “la fiscalía contra los delitos de odio”.
El coordinador del servicio Kattalingune, Xabier Sánchez, recordó que “Navarra es un territorio libre de homofobia” y no entendió cómo la Delegación del Gobierno había permitido esta “incitación al odio”.
“Aunque ponga esa piel de borreguito y cambie el eslogan, nos parece inaceptable”, aseveró.
En la concentración se encontraban presentes la presidenta del Parlamento Foral, Ainhoa Aznárez, y representantes parlamentarios de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, Izquierda-Ezkerra y PSN.
Además, según declararon varios testigos, una joven cayó al lado del vehículo y resultó herida en un pie, por lo que fue trasladada a un centro sanitario en ambulancia.
Debido a esta concentración, el presidente de ‘Hazte Oír’ no pudo entregar el manifiesto de la asociación en el Parlamento de Navarra y lo hizo en la sede del Gobierno Foral.
Arsuaga declaró en un comunicado que “resulta paradójico que una campaña pacífica por las libertades de educación y expresión cuyo símbolo es un autobús sin texto ni imágenes sea recibido a pedradas por encapuchados. Pierden las libertades y perdemos todos”.
Finalmente, el autobús salió de la ciudad escoltado por la Policía Municipal, comentaron fuentes de la asociación, que señalaron que están valorando el próximo destino del vehículo.