Los datos de diagnosticados por VIH siguen sin reducirse

Los hábitos de prevención se han relajado y se buscan nuevas herramientas para evitar los contagios

El verano es tiempo de fiesta, de diversión y también momento para hablar de Sida, de VIH, de prevención contra los contagios en una enfermedad que se ha cronificado y que ha cambiado de cara. Desde la asociación Harribeltza, fundada hace 22 años y con campañas veraniegas de concienciación en esta época del año desde hace 20, saben de la importancia de la detección del virus y de la prevención y por eso, cada verano, exponen la cuestión a debate público y organizan en acto cultural que este año será un concierto barroco en la parroquia de Oiartzun.

Lo primero que quisieron constatar este viernes es que el número de diagnósticos de la enfermedad que se hace cada año es constante, no aumenta, pero tampoco desciende. Recordaron también que hoy en día y frente a las infecciones que provenían del mundo de la droga, el VIH es hoy una enfermedad de transmisión sexual, eso sí, sin signos ni síntomas.

Hoy en día, además, la transmisión se produce de forma mayorítaria entre hombres que tienen sexo con hombres, se han relajado las costumbres y la aparición de tratamientos ha hecho que el temor a este mal haya descendido en un colectivo “que hace veinte años se aprendió bien la lección”.

Respecto al concierto tendrá lugar este próximo domingo día 31 a las 19.30 en la parroquia, con la Orquesta de Flauta de Oiartzun, que contará con invitados muy especiales. Es el caso de la renomabrada solista Claudi Arimany y del también solista Juan Jesús Silguero, así como del clavecista Pedro José Rodríguez y la promesa del fagot Lorea Gurrutxaga.