La Corte Suprema de Taiwán respalda el matrimonio homosexual

La comunidad LGBT de Taiwan celebra la legalización del matrimonio homosexual RITCHIE B. TONGOEFE

La Corte Suprema de Justicia de Taiwán dictaminó este miércoles que las leyes de la isla deben ser modificadas para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que convierte a esta isla en el primer lugar de toda Asia en respaldar este derecho.

El histórico fallo establece que la ley actual, que restringe el matrimonio a la unión entre un hombre y una mujer, viola las garantías constitucionales de igualdad para todas las personas y de libertad de matrimonio. Por ese motivo, el panel de 14 jueces encargado del caso ha otorgado un plazo dos años al Parlamento para enmendar o promulgar nuevas leyes que garanticen este derecho.

“Éste es un gran éxito para el movimiento LGTB y para el matrimonio igualitario en Taiwán”, declaró poco después de conocer el fallo el activista local Wayne Lin, a la CNN. “Queremos enmendar el Código Civil para que las parejas del mismo sexo puedan casarse, nuestro objetivo es que todo el proceso se complete este año”, recalcó entre las decenas de personas reunidas en las cercanías del tribunal para festejar el fallo.

Desde hace tiempo, Taiwán se ha convertido en un oasis regional de libertad para la comunidad LGTB, que cada año acoge la mayor Fiesta del Orgullo de toda Asia. Aun así, el tema de la legalidad del matrimonio homosexual es un asunto que sigue dividiendo a su población, por lo que, durante los últimos meses, el país ha sido testigo de cómo cientos de manifestantes de uno y otro bando tomaban las calles para airear su apoyo o rechazo a la petición.

El fallo emitido es el resultado al proceso iniciado en 2015 por el activista de los derechos de los homosexuales Chi Chia-wei, después de que el gobierno de la ciudad de Taipei rechazara su solicitud para casarse con su pareja en 2013. Ésta era la tercera vez que este hombre de 59 años, que en 1986 declaró públicamente ser gay -lo que le costó cinco meses de cárcel-, solicitaba una interpretación constitucional del artículo 972 del Código Civil, algo sobre lo que la Justicia siempre había fallado en su contra. “La sociedad de Taiwán ha sancionado la verdadera igualdad de género. Eso significa que ya puedo morirme sin remordimientos“, aseguró, gozoso, tras conocer la decisión judicial.

Respaldo popular

En una entrevista con EL MUNDO hace unos meses, la conocida activista Victoria Hsu aseguraba que “más de la mitad de la población apoya el matrimonio gay“, una proporción que es mayor entre los jóvenes pero que pierde adeptos entre los más mayores. “La mayoría de los que superan los 60 años todavía sienten la homosexualidad como algo anormal y se oponen al matrimonio gay”, aseguraba por su parte Chi hace unos días.

La posibilidad de que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio es una cuestión que se ha debatido abiertamente durante la última década en Taiwán, aunque las diferentes propuestas nunca han llegado muy lejos. El asunto fue retomado con fuerza el año pasado, después de que un residente de origen francés, Jacques Picoux, se suicidara a causa de la depresión que le provocó la prohibición de poder tomar ninguna decisión médica sobre los momentos finales de su pareja durante 35 años, que estaba enfermo de cáncer.

Pese a que ninguno de los dos partidos mayoritarios de Taiwán han adoptado hasta ahora una postura clara sobre el matrimonio igualitario, la presidenta del país, la progresista Tsai Ing-wen, sí que ha llegado a expresar públicamente su apoyo a esta posibilidad en más de una ocasión. Su formación, el gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), presentó en octubre de 2016 una propuesta de enmienda a ese artículo 972 del Código Civil, la cual pasó la primera lectura en el Parlamento con voto favorable, la primera de las tres fases necesarias para su aprobación. Desde enero de este año, las parejas del mismo sexo pueden registrar legalmente sus uniones en 11 de las ciudades y condados de Taiwán, un 80% de su territorio.

Persecución

La decisión adoptada hoy por la Justicia sitúa a Taiwán a la vanguardia de la lucha por el matrimonio igualitario en un continente en el que reside más de la mitad de la población mundial y en donde los derechos de los miembros del colectivo LGTB no gozan de gran respaldo o son directamente perseguidos.

El pasado martes, dos hombres fueron ajusticiados con 83 latigazos en la conservadora provincia indonesia de Aceh por haber mantenido relaciones sexuales consentidas entre ellos. En ese mismo país, 140 gays fueron arrestados el fin de semana en una sauna de la capital, Jakarta, sospechosos de tener relaciones sexuales durante una fiesta, mientras que otros 27 varones fueron detenidos la semana pasada en una situación similar en Bangladesh. Este mismo miércoles, un tribunal militar de Corea del Sur ha condenado a seis meses de prisión a un capitán que mantuvo relaciones íntimas con otro uniformado, el último episodio de la “caza de brujas” homofóbica que, según grupos de derechos humanos, se está llevando a cabo en el seno de las fuerzas armadas de ese país.