El obispado critica la muestra sobre san Sebastián

El vicario general de San Sebastián, Joseba González Zugasti, mostró ayer a través de una carta su queja con San Sebastián. De lo sagrado y lo profano, la última exposición de la sala Kubo-Kutxa donostiarra, que mezcla representaciones tradicionales del santo con otras más contemporáneas. “Obras respetuosas y obras que quiebran el buen gusto se suceden indiscriminadamente”, aseguró.

Zugasti opina que la muestra no sólo “palidece” lo religioso, sino también la propia “humanidad” de una víctima de la violencia, “de hace diecisiete siglos, pero víctima al fin y al cabo”. Además, el vicario donostiarra recalca que la admiración por san Sebastián “no es algo pretérito”. “Para hablar del significado de un cristiano asesinado, hay que usar el presente, y para referirse a la relevancia de San Sebastián para los cristianos que aún vivimos, también”, añadió.

Zugasti tituló su misiva al igual que una campaña de Amnistía Internacional en 1992 para captar socios: ¿No hay nada sagrado? De esta manera, el vicario recoge el ejemplo de Gyalpo, un monje tibetano acribillado por un policía chino en 1988. Zugasti afirma que una exposición que expusiera “variaciones más o menos artísticas” de esta muerte “no tendría cabida” en una sociedad democrática. “¿Durante cuánto tiempo se puede guardar la memoria viva de una víctima”, cuestiona.