Con I de Intersexualidad: tres libros sobre la letra más olvidada del arcoíris

Con la celebración del Orgullo Mundial en la capital madrileña, aprovechamos para acordarnos de la letra más olvidada del arcoíris

Julie Andrews en ‘Victor o Victoria’

Según define Human Rights Watch, los intersexuales son personas que “nacen con características sexuales que no encajan con las nociones binarias típicas de los cuerpos masculinos o femeninos”.

En España se desconoce cuántos bebés nacen al año sin una asignación tradicional del sexo, pero la OMS cifró en un 1% el número de personas intersexuales en todo el mundo. Según un sistema de estadísticas basado en EEUU, en nuestro país habría 250 recién nacidos cada año con esta condición.

Aunque este colectivo se encuentra bajo el paraguas de las siglas LGTBI, en España sufren una situación de invisibilidad acorde con la falta de cifras oficiales. La búsqueda de la identidad sexual es una temática cada vez más recurrente en el cine y la literatura, pero por cuestión de estadística, los intersexuales no han recibido la misma atención que las personas homo o trans.

Con la celebración del Orgullo Mundial en la capital madrileña, aprovechamos para acordarnos de la letra más olvidada del arcoíris. Los autores de los sucesivos títulos han afrontado desde distintas perspectivas la realidad de un colectivo que aún vive apresado entre los prejuicios sociales y la cuadriculada visión de lofemenino y lo masculino. Sirvan estos títulos, dos ficticios y otros dos ensayos, para mirar con otros ojos a este mundo; un mundo donde hay dos únicos países que hayan prohibido la mutilación genital de personas intersexuales.

Middlesex (Editorial Anagrama)

Jeffrey Eugenides

Ocho años después de publicar su ópera prima, Las vírgenes suicidas, Eugenides trazó una Odisea de descubrimiento sexual y genealógico que le valió el Pulitzer en 2003. El escritor de ascendencia griega usó su propio hilo familiar para crear la Gran Obra Americana desde los ojos de un inmigrante.

Para reproducir la expulsión turca de los griegos de Asia Menor en 1922, el autor solo tuvo que meter las narices durante dos años en una biblioteca.

Una tarea dura y nada desdeñable hasta que se presentó la segunda: también quería que su protagonista fuese intersexual. Se basó en el personaje Tiresias de la Metamorfosis de Ovidio y en Herculine Barbin, un hermafrodita del siglo XIX. Pero a él le interesaba la concepción del placer sexual y su relación con la herencia, y así surgió Calíope.

¿Cómo se crean las identidades? ¿Nos las conceden? ¿Las creamos? ¿Qué papel juegan nuestras familias? Calíope parece destinada a encarnar la leyenda sobre esas niñas que cuando llegaban a una cierta edad se transformaban en hombres. Cuando al final asume su naturaleza, el personaje afirma en numerosas ocasiones que nació dos veces, una como Calíope y otra como Cal Stephanides.

La virtud de esta novela es la de querer entender lo que otra mucha literatura ha resuelto con estereotipos. Eugenides investigó durante años los aspectos biológicos de la intersexualidad hasta dar con la raíz genética de esta condición. “A veces, la genética es entendida de una manera similar a la antigua idea griega de un destino, con el que se nace y del que es imposible escapar”, dijo en su día el escritor. Calíope plantea el debate sobre cuánto le debemos a la naturaleza y cuánto a la educación, y a la vez es portador de un mensaje: hay más libertad en juego de lo que sugiere el determinismo genético.

“Nací dos veces: fui niña primero, en un increíble día sin niebla tóxica de Detroit, en enero de 1960; y chico después, en una sala de urgencias cerca de Petoskey, Michigan, en agosto de 1974”

El chico de Oro (Editorial Bruguera)

Abigail Tarttelin

Max Walker es el prototipo de adolescente rubio, atleta, estudioso, triunfador entre sus compañeros y querido por sus padres. A primera vista vive una juventud perfecta, pero solo en apariencia porque, ¿qué adolescencia lo es?

El chico de oro también es intersexual, aunque él no lo sabe porque sus padres decidieron ocultárselo después de hacerle pasar por el quirófano de niño. Max descubrirá su lado femenino de la forma más cruel y abrupta: a partir de una violación. Desde ahí se sucederán las situaciones límite avivadas por el trauma y la exaltación hormonal.

Abigail Tarttelin escribió esta novela con tan solo 24 años, cuando se pudo permitir abandonar su trabajo de camarera en King’s Cross y codearse entre la joven élite literaria de Londres. La epifanía le llegó tras ver la película XXY, de la argentina Lucía Puenzo. En esta, Alex también es intersexual, pero desde su infancia sus padres han intentado que crezca como mujer, aislando y redirigiendo su orientación sexual.

A partir de ahí, la escritora comenzó a documentarse y a formar una tesis sobre la cuadriculada generación del Facebook, como ella la llama, donde lo masculino y lo femenino está rodeado de tabúes. También rechazó el término hermafrodita, ya que “parece que hablas de una criatura mitológica, o de un ser que es masculino y femenino y capaz de fecundarse a sí mismo. La intersexualidad incluye diversas condiciones”.

Una mirada fresca sobre un tema delicado de asumir en una ópera prima. Tarttelin reconoció el esfuerzo de su esmero y la importancia de situar esta trama en el género del young adult. La novela no está dirigida necesariamente a un público juvenil, ya que el narrador va variando el punto de vista desde el de la madre, el padre, el hermano y la doctora de Max. Además del aplauso de la crítica, decenas de familias agradecieron a la autora no sacrificar un reflejo fidedigno de la intersexualidad en pos de una historia excitante.

“Estoy tratando de darme prisa por la calle Promenade, en parte por el frío y en parte porque no quiero que nadie me vea, el chico Walker, el hijo de Stephen Walker, fuera de la escuela. Todo el mundo conoce a papá. La mayoría conocen a mamá. Gente que no conozco me para todo el tiempo”

Transexualidad, intersexualidad y dualidad de género  (Editorial Bellaterra)

José Antonio Nieto Piñeroba

A diferencia de los dos títulos anteriores, el de Nieto es un ensayo que aborda el contexto jurídico de la condición intersexual y transexual. Este volumen es una recomendación especial de la Librería Berkana, especializada en temática LGTBI.

En él, el autor se decanta por una moratoria de la intervención quirúrgica hasta que la persona intersexual pueda decidir por sí misma. Al final de su texto, se recoge una aspiración utópica que cuestiona el estático sistema binario de género y que también abre el debate a su perpetuidad. Junto a los apuntes sobre intersexualidad, Nieto se posiciona en contra del modelo que reconoce la transexualidad como un “trastorno de identidad de género” por ser una etiqueta estigmatizadora.

Además del ensayo de este catedrático, que ejerce en Nueva York y es director de un máster a distancia en Sexualidad Humana, cabe destacar Sobre el derecho de los hermafroditas, de Daniel J. García. Este volumen rescata un texto olvidado en la Bibliothèque Nationale de Estrasburgo y publicado originalmente en latín ( De iure circa hermaphroditos) que defendió en 1788 un joven de 19 años. Por primera vez traducido al español, el libro supone un cierre simbólico del tratamiento de los intersexos en el ámbito estrictamente jurídico, en el que la persona intersexual pasará a partir de entonces de la tutela legal a la médica.

En el extenso prólogo, García hace un repaso de la genealogía de los intersexos, desde la Grecia clásica hasta la etapa actual, en la que comienza a primar el derecho a la autodeterminación del sexo y el género, como ponen de manifiesto los primeros países que han prohibido las cirugías de mutilación a menores intersexuales.

HazteOir lleva su autobús tránsfobo hasta Nueva York

El autobús de HazteOir atraviesa Times Square / Foto de la cuenta de Twitter de CitizenGo

El autobús tránsfobo de HazteOir ha comenzado su gira estadounidense y recorre este jueves las calles de Nueva York. El grupo ultracatólico, que ha anunciado que visitará otras ciudades como Philadelphia o Washington, ha presentado el vehículo coincidiendo con un acto en el que participará su presidente, Ignacio Arsuaga, en el marco de la  61ª Sesión de la Comisión de  la Condición Jurídica y Social de la Mujer convocado por la ONU, en la que HazteOir tiene estatus consultivo.

Este autobús incluye los mensajes tránsfobos en los laterales en inglés: “Es biología. Los niños son niños… Y siempre lo serán. Las niñas son niñas… Y siempre lo serán. No puedes cambiar de sexo. Respeto para todos”. A diferencia del bus español, que hace unos días pasó por Pamplona, evitan mencionar las palabras “pene” o “vulva” e incluyen “XX” en la niña y “XY” en el niño. 

La campaña en Estados Unidos ha sido impulsada por CitizenGo, una plataforma creada en 2013 por el mismo HazteOir como una especie de “rama internacional” y en la que está integrado desde hace algunas semanas. Cuenta con el apoyo de organizaciones estadounidenses contrarias al movimiento LGTBI como la Organización Internacional para la Familia.

El autobús ha pasado por delante de la Torre Trump, Times Square e incluso lugares tan emblemáticos para el colectivo LGTBI como Stonewall Inn, el bar en el que el 28 de junio de 1969 se dieron las revueltas contra la persecución y el hostigamiento policial a la comunidad LGTBI y que se ha constituido como el Día del Orgullo a escala internacional.

Ignacio Arsuaga ha colgado en su cuenta de Twitter un mensaje en el que adjunta una foto en la que se ve el autobús pasando por delante del bar, algo considerado como una “provocación” por otros usuarios de la red social. El vehículo ha sido rechazado públicamente por Chelsea Clinton. La hija de Bill y Hillary Clinton publicó un tuit a principios de marzo en el que pidió “por favor, no traigan estos autobuses a Estados Unidos (ni a ningún otro sitio)”.

 

El autobús de Hazte Oír atropella a una manifestante a su llegada a Pamplona

El vehículo, de naranja y solo con el nombre de la plataforma, ha sido recibido por activistas al gritos como «fascistas» o «no sois bienvenidos»

Tensión en la llegada del autobús al área de servicio de Zuasti. / Mamen Garde / J. A. Goñi

 

 

El autobús de Hazte Oír en contra de la transexualidad ha sido recibido este martes en el área de servicio de Zuasti, a escasos kilómetros de Pamplona, por una treintena de activistas del movimiento LGTBI, que protestaban contra la iniciativa de la asociación. La Policía Municipal ha parado el autobús en el polígono de Agustinos, en uno de los accesos a la capital navarra. Además, una activista ha sido atropellada por el polémico vehículo.

A la llegada del autobús -tintado de naranja pero sin ningún mensaje más que el nombre de la plataforma-, se han vivido momentos de tensión y la Guardia Civil ha tenido que facilitar su salida del área de servicio de Zuasti. Los activistas del movimiento LGTBI han lanzado gritos como «fascistas» o «no sois bienvenidos», además de mensajes contra la transfobia y a favor de la diversidad. Más de una persona se ha acercado hasta el autobús para golpearlo y pintar con rotulador la expresión ‘Alde hemendik’ (fuera de aquí) y algunos concentrados se han encarado a agentes de la Policía Foral, que vigilaban la protesta.

Ya cuando el autobús se disponía a acceder a la ciudad, ha girado a la derecha para tomar el paseo de Sarasate, y ha parado unos instantes ante el Banco de España. Los congregados han corrido hasta este punto y han comenzado a aporrear el vehículo y a intentar evitar que circulara, sin éxito. En ese momento, según los presentes, una joven ha sido arrollada por el autobús de la asociación a la altura del Monumento a los Fueros. La joven presentaba una herida en una pie y lesiones en la cara y una ambulancia la ha trasladado a un centro sanitario mientras era despedida con los aplausos de los asistentes. El vehículo ha seguido su camino y se ha alejado por el Paseo de Sarasate y Navas de Tolosa.

«Creemos que el sexo biológico es importante»

También se han vivido momentos de tensión cuando el representante de Hazte Oír Ignacio Arsuaga ha realizado declaraciones a los medios de comunicación, rodeado de activistas que gritaban con fuerza contra la transfobia. Arsuaga ha explicado que quieren presentar en el Parlamento foral un manifiesto «pidiendo que se respete la libertad de expresión de los ciudadanos que no compartimos la ideología de género». «Esta campaña que lanzamos para exigir el respeto a la libertad de los padres para educar a nuestros hijos conforme a nuestros valores se ha convertido en una campaña a favor de la libertad de expresión», ha afirmado.

Ignacio Arsuaga ha asegurado que «hay ciudadanos que tienen una determinada ideología, que es la ideología de la políticamente correcto, el discurso único de la ideología de género». «Lo respetamos. Exigimos que se respete su libertad de expresión, de la misma forma que exigimos que se respete la libertad de expresión de los que creemos que el sexo biológico es importante», ha indicado.

Ha destacado además que el autobús no lleva ningún mensaje, por lo que «no nos pueden acusar de transfobia», y ha mostrado su deseo de poder circular libremente por Pamplona. «En democracia caben las expresiones de todos, de los que están por el discurso único y los que tenemos ideas distintas», ha defendido. Respecto a los manifestantes en su contra, ha afirmado que «ha venido un grupo pequeño de gente y lo respetamos absolutamente». «Defendemos su derecho a expresarse y a quejarse, y esperamos que defiendan nuestro derecho a expresarnos libremente», ha indicado.

Tras realizar sus declaraciones, los miembros de Hazte Oír se han introducido en el autobús para seguir camino a Pamplona, pero los manifestantes se han colocado en frente de él para impedir su salida. Tras varios minutos, la Guardia Civil ha abierto paso al autobús entre gritos y algunos golpes al vehículo.

«Esa campaña no se va a plasmar en Pamplona»

Al poco de iniciar la marcha, el autobús ha sido parado por la Policía Municipal de Pamplona en el acceso a la capital navarra. «Con mensajes tránsfobos no va a entrar en la ciudad porque hay una normativa municipal que capacita al Ayuntamiento para evitar la entrada en este caso a un autobús con ese tipo de mensajes. En caso de que viniera un autobús anaranjado sin mensajes podría entrar, pero desde luego respetando el resto de la normativa», ha subrayado el alcalde Joseba Asiron.

El alcalde, a preguntas de los periodistas al término de una rueda de prensa, ha remarcado que «desde el principio» el Consistorio pamplonés salió «muy claramente» al paso de este tema y ha criticado que «se ponga en marcha una campaña que genera sufrimiento en un sector muy sensible de la población». «Eso es algo que tenemos que tener todos y todas muy presente en todo momento, la clase política, los medios, todo el mundo, muy presente en todo momento, que es una campaña que genera sufrimiento en gente muy sensible, en un colectivo muy sensible y castigado ya de por sí», ha planteado el primer edil pamplonés.

En este sentido, ha subrayado que «dijimos muy claramente que íbamos a hacer todo lo posible para que esa campaña no se plasmara en Pamplona» y ha garantizado que el autobús «en las condiciones que lo hemos visto en otras ciudades, con mensajes tránsfobos, desde luego no va a entrar en la ciudad». «Haremos lo que esté en nuestras manos desde un punto de vista legal para evitarlo», ha asegurado.

Según ha dicho, «en caso de que eliminen la publicidad, ya no sería más que un autobús anaranjado, podría circular pero tendría que respetar otro tipo de normativas, por ejemplo, la normativa de estacionamiento». «Este es un Ayuntamiento serio y consecuentemente haremos cumplir la normativa en cada caso», ha remarcado.

Para el primer edil pamplonés, «más allá de todo esto», cabe reflexionar en torno a que «muchas veces queriendo o sin querer, nosotros mismos también, alimentamos este tipo de circos que no tienen que tener cabida en una sociedad que pretende por encima de todo garantizar la igualdad de las personas».

Un juzgado de Madrid prohíbe de forma cautelar la circulación del autobús de Hazte Oír

El Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha acordado como medida cautelar la prohibición de circulación del autobús desplegado por Hazte Oír hasta que no retire el mensaje contra la transexualidad. La organización ultracatólica ha anunciado que mantendrá la campaña y sacará el autobús «secuestrado» y al menos otro vehículo cubriendo los mensajes prohibidos por otros «muy llamativos» contra «la ideología de género».

AEl autobús transfóbico de Hazte Oír permanece inmovilizado en una nave de Coslada, en Madrid. (Pierre Philippe MARCOU/AFP)

En un oficio fechado ayer y citado por Europa Press, el juzgado acuerda la medida cautelar de prohibir circular al autobús de la campaña de la organización ultracatólica tras haber recibido el escrito de la Fiscalía de Madrid que solicitaba precisamente esa decisión. Contra la resolución cabe interponer recurso de reforma.

En su escrito, se decreta la prohibición de circular de este autobús, al entender que su mensaje «no se limita a exponer» el ideario del colectivo, sino que se dirige a personas con una identidad sexual «distinta» para lesionar su «dignidad».

El Ayuntamiento de Madrid ya procedió a la inmovilización del mencionado autobús que pretendía recorrer las calles de la ciudad con el mensaje «Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo».

El itinerario que había planeado la organización ultra también preveía el paso por las cuatro capitales de Hego Euskal Herria, lo que provocó un amplio rechazo tanto social como institucional.

Para decidir sobre la prohibición cautelar, el juzgado tomó declaración al presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, que se opuso a la inmovilización del bus vinilado para la campaña.

Arsuaga argumentó que la campaña tiene como objetivo que las personas que tengan una ideología afín a la del colectivo puedan acceder a su web para leer una publicación editada por la asociación en las califican las leyes de protección de derechos del colectivo LGTBi como normativas de «adoctrinamiento sexual».

En su declaración, el presidente de Hazte Oír reconoce que su eslogan puede ser «provocador» pero niega que conlleve un «rechazo» a la transexualidad o a la homosexualidad. A su vez, expone que la iniciativa es un ejercicio de la «libertad de expresión».

El juzgado expone en su resolución judicial que «del tenor literal de la publicidad no se infiere racionalmente que se esté públicamente fomentado, promoviendo o incitando directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo por razón de orientación o identidad sexual de sus componentes».

No obstante, el magistrado sí considera que la campaña puede suponer un «menosprecio» a este colectivo.

«A este respecto, cabe destacar que dicha afirmación, expositiva del ideario de la asociación Hazte Oír, no se limita a exponer el ideario, que puede tener respecto a la sexualidad, sino que extralimitándose de dicho ideario, parece dirigirse a las personas con una orientación sexual distinta, negándosela, lesionando de esta manera su dignidad», recoge la resolución.

Por ello, decreta que las expresiones concretas recogidas en la campaña suponen «un acto de menosprecio a las personas con orientación sexual distinta a la heretosexualidad, incluidas en el apartado segundo del artículo 510 del Código Penal».

La campaña sigue con otro mensaje

Tras conocerse la decisión del juez, el presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, ha lamentado que «la Inquisición gay haya impuesto su dictadura», pero ha anunciado que su autobús «secuestrado» y al menos otro vehículo tomarán las calles cubriendo los mensajes prohibidos por el juez por otros «muy llamativos» contra la «ideología de género».

La asociación ultracatólica, que recurrirá la decisión, ha decidido cubrir con un vinilo los mensajes que ha prohibido el magistrado y pondrán otros mensajes que aún están decidiendo y confían en que, a partir de mañana, pueda volver a estar circulando el autobús. Además, se unirá otro vehículo una vez se resuelva el recurso que piensa interponer contra el auto del juez de madrid.

La organización presentará, además, una querella por injurias y calumnias contra todo aquel que estos días ha atentado contra su «libertad de expresión», entre ellos el Ayuntamiento de Madrid.

Claves para entender todo lo que está mal en el mensaje tránsfobo de Hazte Oír

Diga lo que diga esta asociación, hay niñas con pene y niños con vulva

Pues no dan ni una

La plataforma Hazte Oír ha puesto en circulación un autobús con un mensaje tránsfobo: “Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”. El autobús actualmente está en Madrid, pero recorrerá varias ciudades españolas. La asociación sostiene en Actuall, su página web, que las frases del autobús están ratificadas “por la ciencia médica”. Hemos hablado con una psiquiatra, una pediatra y una psicóloga para hacerles algunas preguntas muy básicas sobre la transexualidad y lo cierto es que Hazte Oír no da ni una.

¿Es cierto lo que dice el autobús? ¿La identidad sexual se corresponde con los órganos sexuales?

“No tiene nada que ver -afirma al teléfono María del Pilar González Solano, pediatra y vicepresidenta de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha-. Una cosa es el sexo biológico, el que se asigna socialmente al nacer según nuestros órganos sexuales, y otra cosa es la identidad, es decir, si te sientes hombre o mujer. La identidad depende del cerebro”.

Como apunta por correo electrónico la psicóloga Marta Pascual, “cuando nacemos nos asignan un sexo en función principalmente de unos caracteres primarios (genitales externos e internos, entre otros)”. Pero lo que nos llevará a definirnos como niños o como niñas “es la experiencia vivencial; es decir, el cómo sentimos ese cuerpo que somos”. En el caso de las personas transexuales, “la vivencia de su cuerpo no se corresponde con las estructuras que tiene”.

Como recuerda la doctora Harriet Hall en este artículo, los órganos sexuales no son los únicos factores que “determinan el sexo y el género, y ninguno de ellos es un simple blanco y negro”. Hall menciona los cromosomas, los efectos de las hormonas intrauterinas, la educación, el comportamiento, la identidad e incluso el aspecto social (por ejemplo, ¿qué pronombre usa esa persona para referirse a sí misma?).

“No hay un test simple que lo determine. No es una dicotomía, sino un espectro multidimensional”, escribe Hall. Ni siquiera hay una regla biológia clara para determinar el sexo de cada persona, recordaba EL PAÍS: ni cromosomas ni hormonas. Esto no quiere decir que la clasificación binaria no sea útil a menudo, ni que no sea habitual la concordancia de los factores que determinan el género, sino que estas categorías “no son absolutas”.

¿Cuándo se forma esta identidad sexual?

“Aunque es posible que se dé antes, se empieza a palpar a partir de los dos años -explica González-. A partir de esa edad nos reconocemos como niños, niñas, los dos o ninguno”. La edad a la que se nota esta identidad puede variar para cada persona. La doctora compara este proceso con aprender a caminar, que comienza a ocurrir a los 12 meses, pero también puede darse de un modo normal a los 9 o a los 15.

Esther Gómez, psiquiatra del Hospital Clínic de Barcelona, nos explica por correo electrónico que “la mayoría de las personas transexuales, no todas, explican que ya en la infancia se sentían diferentes, y tenían comportamientos, intereses o preferencias más características del otro sexo”.

Un error habitual en este tema es creer que la transexualidad solo es cosa de adultos, como recuerda Pascual: “La vivencia de una identidad trans aparece en la infancia”. Pascual apunta que a partir de los 6 años los niños adquieren la llamada “constancia sexual, que supone una autoclasificación clara”.

¿Es lo mismo identidad sexual y orientación sexual?

No. Como explica Pascual, “identidad sexual es cómo nos definimos, sentimos y experimentamos como mujeres o como hombres”, mientras que la orientación sexual se refiere a “nuestro deseo erótico o sexual”. Por ejemplo, un hombre trangénero puede verse atraído por mujeres (e identificarse como heterosexual), pero también por hombres o por ambos.

¿Qué efectos tienen mensajes como los de Hazte Oír en los niños y niñas transgénero?

“El mismo que cuando les persiguen en el patio del colegio o les desprecian los profesores, o cuando son estigmatizados y arrinconados por padres y hermanos”, explica González, que se pregunta por las personas que han participado en el diseño de ese autobús: “Si tienen en su casa a un niño o a una niña trans, ¿qué trato le van a dar? Le van a reprimir, a machacar, a martirizar”.

Según datos recogidos por la Fundación Daniela, el 49% de los niños y adolescentes trans cuenta con apoyo de su familia, en comparación con el 79% en el caso de los CIS (cuya identidad se corresponde con el sexo asignado al nacer). En España, el 90% de los niños y adolescentes LGTB ha sufrido acoso escolar. Además de eso y según recogía EL PAÍS, más del 70% de los adultos transgénero está en paro. Las tasas de suicidio y de depresión son ocho y seis veces más altas en el caso de las personas transgénero que en la media de la población.

Pero esta exclusión no es inevitable: González nos remite a un estudio publicado en la revista científica estadounidense Pediatrics, según el cual los niños trans que reciben el apoyo de su entorno no sufren más depresión que otros niños “y solo elevaciones mínimas en su ansiedad”. González nos recuerda que “los niños lo aceptan y lo entienden todo. El problema lo tenemos los adultos”. En Verne recogimos también la experiencia de Cristina Palacios, madre de una niña transgénero: “Mi hija es trans y me gustaría que jamás le robásemos su alegría”.

Además de eso, este mensaje de Hazte Oír “no tiene ningún fundamento, y solo es fruto de una ideología no soportada por una realidad muy bien conocida. Genera confusión social”, apunta la doctora Gómez.

¿Cuál es la diferencia entre transgénero e intersexualidad?

Algunos, como la asociación Hazte Oír, confunden a menudo estos términos. Las personas con genitales intersexuales tienen una anatomía que no encaja en las definiciones típicas, lo que ocurre en uno de cada 2.000 nacimientos, según el National Center for Transgender Equality.

Hay muchas clases: “Por ejemplo, algunas personas nacen con genes XY [definidos como hombres], pero tienen genitales femeninos”. Otras personas “pueden tener cromosomas XX, pero no un útero o una anatomía externa que no parezca ni masculina ni femenina de forma clara”. En Verne publicamos la experiencia de Gabriel J. Martín, en un artículo titulado “La barba me dio la razón: aunque me criaran como una niña, yo era un niño”.

En cambio, la transexualidad tiene que ver con la identidad. Por lo general, una persona transexual nace con un cuerpo que encaja con lo que identificamos como hombre o mujer, pero sabe que su identidad de género es diferente.

¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a su hijo transgénero?

Gómez destaca la labor de muchos padres, tanto de forma individual como con asociaciones de padres como Chrisalys y la Fundación Daniela: “Están haciendo una gran labor de asesoramiento a otros padres y en las escuelas”, ayudando a “entender los sentimientos de estas personas, prevenir su sufrimiento, y facilitar la aceptación social de la diversidad”.

Pascual recuerda que padres y madres deben acompañar a sus hijos “en su proceso de construirse como personas únicas”. Y les recuerda que “van a sentirse perdidos, no entenderán nada al principio, pero tienen que empezar por ver y reconocer lo que su niña o su niño les dice”, además de “buscar toda la información y el apoyo que necesiten para poder comprender y aceptar cómo se siente y quién es su hija o hijo”.

Es decir, como resume González, “los padres deben ser padres. Deben cuidar y atender a sus hijos, para que crezcan sanos física y psicológicamente”.

¿La transexualidad es una enfermedad mental?

“No, por supuesto que no es una enfermedad mental -explica la doctora Gómez, psiquiatra-, pero sí suele producir un importante sufrimiento psicológico”.

González añade que gran parte del sufrimiento causado a las personas transgénero ha venido causado por la “patologización” de la transexualidad. La pediatra subraya que “la transexualidad no es una moda. Existe desde siempre”, pero durante mucho tiempo “ha estado muy oculta, al estar prohibida o inhibida, lo que provocó mucho sufrimiento a muchas personas”.

En cuanto a las supuestas terapias para que estas personas acepten el sexo asignado al nacer, “tienen la misma validez que las que pretenden modificar nuestra orientación sexual -afirma Pascual-. Son absolutamente estériles”. Gómez añade que estos métodos fueron abandonados”.

Entonces, ¿qué es la disforia sexual?

Se trata de un término médico incluido en el DSM-5, el manual de psiquiatría de referencia. Este término se utiliza, como explica González, cuando una persona “se siente realmente mal con el género asignado, llevando a síntomas como la angustia y la desesperación”. La doctora recuerda que “no le pasa a todas las personas trans. Muchas admiten su cuerpo y no quieren operarse, por ejemplo”. Este manual de trastornos psiquiátricos no incluye el trastorno de identidad de género como enfermedad desde su quinta edición, publicada en 2013. Se trataba de una antigua reclamación de los transexuales, incluidos los entre 7.000 y 12.000 que viven en España.

¿Qué es el proceso de transición?

“Es el proceso que viven aquellas personas transexuales que inician tratamientos a distintos niveles (estéticos, médicos, quirúrgicos, etcétera) para modificar sus caracteres sexuales primarios y secundarios, y pasar del sexo asignado al sexo vivido”, explica Pascual.

Como recoge la web de la Fundación Daniela, que lucha contra la discriminación de niños y menores transexuales y con la que colabora la doctora González, “no hay una manera correcta de realizar la transición. Algunos niños y/o adultos llevan a cabo una transición social, realizando cambios en su manera de vestir, eligiendo el nombre con el que se sienten identificados, algunos también realizan tratamientos hormonales”. Cuando son adultos, pueden pasar por procedimientos médicos, como la reasignación de sexo. “Elegir o no pasar por cualquiera de estos tratamientos es algo que cada persona decide en función de sus necesidades o expectativas”.

Por cierto, desde 2007, las personas transexuales pueden cambiar su nombre y sexo en sus documentos de identidad españoles sin necesidad de someterse a una operación de reasignación de sexo y sin procedimiento judicial. En algunos casos ya se ha admitido este cambio en documentos de niños.

¿Por qué es importante que una persona trans pueda escoger el baño público que le corresponde?

“Todas las personas necesitan vivir y moverse en un entorno con el que se sienten identificados”, recuerda Pascual, a lo que González añade que se trata de “un derecho fundamental”. Y explica: “Todos los tratados internacionales sobre los derechos de los niños incluyen el derecho a ser quien es en todos los aspectos de su vida. Se trata además de un derecho de personalidad, no civil, por lo que no se puede ejercer por representación”.

Hazte Oír se niega a esta medida con el argumento de que si las personas trans pueden usar el baño que quieran, los agresores sexuales aprovecharían para hacerse pasar por mujeres transgénero y colarse en su baño. Como explica PolitiFact, una web que se verifica la veracidad de declaracioes políticas, esto no es más que un mito: no ha habido incrementos en los delitos sexuales en los Estados y en los distritos escolares estadounidenses en los que se permitía a cada persona escoger el baño que considerara adecuado.

Es más, como añade la revista Time, lo habitual es lo contrario: “El 70% de las personas transgénero han sido víctimas de insultos en un contexto de baños segregados y casi el 10% ha denunciado violencia física”. Las agresiones son consecuencia de no poder ir al baño que se corresponde con su identidad y parecer, precisamente, fuera de lugar. La revista añade: “Probablemente ya has coincidido en el baño con una persona trans sin saberlo”.

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El Parlamento respalda a las familias de menores transexuales y a la campaña de Chrysallis

El Parlamento de Nafarroa ha acordado, con el apoyo de todos los grupos, excepto el PPN que se ha abstenido, mostrar su apoyo a las familias de menores transexuales y a la campaña que la asociación Chrysallis ha puesto en marcha en Hego Euskal Herria para dar a conocer la realidad de estos niños y niñas.

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Cartel de la campaña de Chrysallis.

La portavoz del PPN, Ana Beltrán, ha justificado la abstención de su grupo en ese punto señalando que no les parece «adecuada» la campaña, tras lo que ha remarcado que «siempre» han apoyado y siguen apoyando los derechos de las personas transexuales y la visualización de su situación.

Beltrán ha mostrado «respeto hacia ellas y máxime cuando son niños», pero ha insistido en que la campaña puesta en marcha con el objetivo de poner de relieve que «hay niñas con pene y niños con vulva» no les parece adecuada, ya que, a su juicio, es «sumamente explícita, se puede hacer de otra forma».

Ese punto forma parte de una declaración institucional presentada por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E que consta de otros dos puntos que han sido aprobados por unanimidad.
En el primero de esos puntos la Cámara navarra reitera su apoyo y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, incidiendo especialmente en los menores transexuales y su derecho a la no discriminación y a la compresión de su realidad.

Asimismo muestra su compromiso para promover el marco normativo adecuado para el respeto de la diversidad sexual y de género, con especial incidencia en lo relativo a menores de edad.

La iniciativa se ha presentado en respuesta a los ataques e «intentos de censura» de los que ha sido objeto la campaña impulsada por la asociación con el fin de que la sociedad conozca y comprenda la realidad de estos menores, para lograr que estos menores no sean discriminados.

En declaraciones a los periodistas al término de la Mesa y Junta de Portavoces, el portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, ha sostenido que este tipo de acciones «nunca favorecen ni la convivencia, ni el desarrollo normal de las actividades de las persona, ni de las asociaciones».

El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha censurado los ataques a la campaña por «organizaciones de extrema derecha» y ha denunciado el «intento de una organización ultracatólica» de llevar esta cuestión a la Fiscalía de Menores como si se tratara de un delito de corrupción de menores, lo que, en su opinión, es negar la realidad y negarse a reconocer los derechos de estas personas.

Por su parte, la portavoz de Podemos, Laura Pérez, ha sostenido que es preciso seguir reivindicando la puesta en marcha del decreto de Salud Sexual y Reproductiva que reconoce la diversidad de derechos sexuales.

Sobre los ataques a la campaña ha comentado que son un ejemplo de «transfobia que hay que combatir desde todos los ámbitos institucionales y educativos», al tiempo que ha lamentado que haya quien «no sepa ver en la diversidad sexual una riqueza». A su juicio cuanto antes se asuma que hay niñas con pene y niños con vulva «más felices seremos todos».

Zinegoak dedica su cartel a la identidad y la expresión de género

El Festival Internacional de Cine y Artes Escénicas LGTB de Bilbao celebrará su decimocuarta edición entre el 20 de febrero y el 5 de marzo.

Zinegoak, el Festival Internacional de Cine y Artes Escénicas LGTB de Bilbao, ha presentado este miércoles el cartel de su decimocuarta edición, que ha decidido dedicar a la identidad y expresión de género, con el objetivo de “continuar introduciendo para un público amplio conceptos que no suelen ser protagonistas de forma habitual”.

Para ello, ha utilizado la imagen de “una persona que no es hombre ni mujer: es muxe”, un género que “la cultura zapoteca del istmo de Tehuantepec reconoce desde hace siglos como una tercera opción, ni mejor ni peor que hombres o mujeres, sino distinta y con características propias y diferenciadas”, han explicado los responsables del certamen bilbaíno.

El director de Zinegoak, Pau Guillén, ha señalado que, aunque “a mucha gente le sorprende descubrir que existen culturas que reconocen géneros más allá de lo masculino y lo femenino”, en la actualidad algunos países occidentales “incluso aceptan de forma oficial la existencia de los llamados géneros no binarios”.

Además de tratar este tema en el cartel de su edición 2017, que se celebrará del 20 de febrero al 5 de marzo, la programación de Zinegoak también tratará varios temas relacionados con la diversidad de género en sus actividades en Bilborock, La Fundición, Sala BBK, Kafe Antzokia, BilbaoArte y otros espacios de la capital vizcaína.

Entre sus novedades, habrá actividades formativas que se organizarán con el alumnado universitario, además de la producción de la obra de teatro ‘Inundación’, bajo la dirección de la dramaturga argentina Magda de Santo, que será la encargada de clausurar el festival.

Cañizares dice que “adoctrinar” a los niños en ideología de género “es una maldad”

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El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares. MAO

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha pedido a las instituciones autonómicas valencianas que “repiensen” la aplicación de la Ley sobre ideología de género, que en estos momentos se encuentra para su tramitación y aprobación en las Cortes Valencianas.

“Tenemos que luchar por la dignidad de las personas y contra todo tipo de discriminación, pero negar la diferencia biológica entre varón y mujer no es ir a la solución, y por tanto, cuestiona que los proyectos legislativos que fomentan la ideología de género eviten la discriminación de los colectivos vulnerables a los que se dirigen”.

Por ello, ha apelado “a quienes tienen la capacidad de decidir sobre esta cuestión. En defensa de la democracia que nos dimos en España, con los derechos y libertades que tutela, pido con la mano tendida que no actúen por imposición. Mi esperanza y así lo pido a quienes considero auténticos demócratas, es que repiensen las cosas, con responsabilidad, sosiego y prudencia de gobierno”.

El Arzobispo ha destacado que “no actúo reactivamente en contra de nadie, ni de ninguna legítima Institución o rechazando a nadie, actúo únicamente a favor y únicamente en defensa del ser humano y de la familia en coherencia con la fe que anima a la Iglesia”.

Además, la Iglesia defiende la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y promueve las garantías para que las mujeres no sean víctima de abusos físicos, sexuales o de orden moral. Esa lucha contra la discriminación se extiende a todos los colectivos, porque la Iglesia enseña la dignidad de todo ser humano”.

De igual modo, el cardenal ha añadido que “la lucha contra la discriminación no llegará a través de este tipo de legislación” y ha manifestado que, “como Obispo y como Pastor, apelo a la libertad religiosa en virtud de la cual actúo, a la objeción y libertad de conciencia, y a la libertad de expresión. No es sólo una cuestión de fe confesional lo que defendemos, es una cuestión de razón humana, en la que todos nos sentimos concernidos.

Por otra parte, el cardenal Cañizares se ha referido a “una necesaria política familiar y una genuina educación en todo lo que contribuya a fortalecer la familia” y ha insistido en que “se requiere urgentemente conjuntar e impulsar múltiples iniciativas aportando ideas, propuestas, instrumentos operativos al servicio de la promoción de la verdad y el bien de la familia y de la vida”.

A este respecto “son necesarias muchas cosas”, y a ellas apunta el papa Francisco, por ejemplo a propósito de la ideología de género, que ve como un desafío a la familia, cuando dice en su Exhortación sobre la familia, que “esta ideología presenta una sociedad sin diferencia de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promuevan una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre un hombre y una mujer”.

El Papa Francisco también la ha definido como una “colonización ideológica” aseverando que el adoctrinamiento de la ideología de género es una maldad.

El Cardenal ha pedido que “educadores, escritores, políticos y legisladores, no pueden dejar de tener en cuenta que gran parte de los problemas sociales como la delincuencia juvenil, la droga, la prostitución o la violencia contra la mujer, tiene sus raíces en los fracasos o carencias de la vida familiar. Por tanto, animo a que acabemos con las contradicciones que en este sentido se han producido en nuestra sociedad agravando estos problemas, cuando casi han buscado el descrédito y el deterioro de la institución familiar”.

De igual modo, ha invitado a “las asociaciones que tienen que ver con la familia, a políticos, a comunicadores y periodistas, a educadores, y a quienes quieran implicarse, que nos adentremos en la lectura fiel del magisterio de la Iglesia, sobre el hombre y la familia, y que con lucidez, libertad, respeto y decisión lo apliquemos en su extensión y hondura”.

Asimismo, ha destacado que “nuestra posición es defender la Doctrina Social de la Iglesia sobre la familia, y por tanto, promover los derechos de la familia, el derecho a la vida y difundir la verdad de la sexualidad humana”.

Músculo, sexo, polémica y ciencia

Margaret Wambui antes de la semifinal de los 800 metros

Margaret Wambui antes de la semifinal de los 800 metros LUCY NICHOLSONREUTERS

Músculo, sexo, polémica y ciencia. Todo se concita en el 800, donde Caster Semenya se enfrenta a Margaret Wambui, una mujer de altura y físico desbordante, cuyo triunfo en el Mundial júnior, en 2014, abrió un debate similar al que se produjo cuando la sudafricana irrumpió en Berlín, en el Mundial disputado en 2009. Semenya pasó un calvario, sometida a exámenes médicos para determinar su producción endógena de testosterona, suspendida y, finalmente, rehabilitada. El TAS anuló más tarde temporalmente la norma que establecía cotas para determinar la feminidad idónea, tras la reclamación de la sprinter indiaDutee Chand, al entender que la ciencia no ha encontrado todavía un parámetro para establecer cuál es, hormonalmente, la mujer que puede y no puede ser deportista.

Existe sólo una excepción: los transexuales. Para los deportistas que han cambiado de sexo, el límite de producción endógena de testosterona es de 10 nanomoles. El nanomol es una unidad de medida. Para el resto, el tribunal de Lausana dejó en suspenso cualquier límite durante dos años, a la espera de investigaciones concluyentes, por lo que, hoy, todas las deportistas pueden competir. En la actualidad, trabaja en ello la Comisión Médica de la IAAF. Semenya ha acudido a estos Juegos, junto a otras deportistas que se encontrarían en el mismo caso en diversos deportes, según fuentes próximas al organismo.

Wambui tiene 20 años, uno más de los que tenía Semenya cuando se impuso en Berlín. En Río, la gigante keniana dominó la serie y semifinal de 800 con facilidad, sin necesidad de llevar su organismo al máximo. Actualmente, y debido a la suspensión de la norma, no tiene por qué ser requerida por la IAAF para controles de feminidad, como le sucedió a la sudafricana, a pesar de las sospechas de algunos observadores. Parte de esas pruebas, como desnudarse ante un médico, llegaron a resultar vejatorias para la atleta y su entorno.

La atleta sudafricana Caster Semenya en Río de Janeiro

La atleta sudafricana Caster Semenya en Río de Janeiro DYLAN MARTINEZREUTERS

A las sesiones del TAS fue invitada una española, María José Martínez Patiño, vallista que en los años 80 fue suspendida por una alteración diferente, no relacionada con el hiperandrogenismo, pero que también ponía en cuestión su idoneidad para competir con mujeres, debido a una alteración cromosómica, una mutación en el receptor de andrógenos. Desde entonces, su vida se convirtió en una lucha que le ha llevado, además de su preparación, a formar parte de la Comisión Médica del COI. Es la única española.

“Tengo constancia de que en Río hay varias deportistas que tienen la misma alteración que yo y que compiten, porque gracias a mi caso se pudo demostrar que no se producía por ello una mejora en el rendimiento deportivo”, explica Patiño, que forma parte, asimismo, de Grapsia, un grupo de apoyo a padres con hijas afectadas por este síndrome.

La ex vallista, sin embargo, considera que en el caso del hiperandrogenismo, que es el que afectaría a Semenya, “sí se produce esa mejora, relacionada con las ventajas de la testosterona en la práctica deportiva. Por ello, creo que es necesario que se establezcan unos límites. No sé si 10 nanomoles, 15 o 20, pero deben existir, porque, si no, estaremos ante un fraude de la competición”. La mayor producción de testosterona se traduce en crecimiento muscular, agresividad y retraso en la aparición de la fatiga.

“Eso no quiere decir que ninguna de estas chicas, por supuesto, tenga ninguna responsabilidad. Los casos se han de tratar con mucha delicadeza, y me consta que es así”, añade.

Patiño, doctora y profesora en la Facultad de Ciencias de la Educación y el Deporte, en Vigo, admite que “existe una dificultad grande, porque no estamos ante un tema únicamente deportivo, sino científico, juridico y moral”. “Para las organizaciones deportivas internacionales es muy difícil legislar para más de 200 países”, insiste. El caso de Semenya llegó a provocar, incluso, un problema dilplomático, al entender las autoridades sudafricanas que se vulneraban los derechos de una de sus deportistas y ciudadanas.

El laudo del TAS, por el que se concedía una moratoria de dos años para realizar más investigaciones, de la que ha transcurrido uno, es muy significativo acerca de las dudas sobre las cotas que, hormonalmente, establecen la división actual de los sexos: “Aunque los eventos deportivos están divididos arbitrariamente en categorías masculina y femenina, el sexo en el ser humano no es simplemente binario: la naturaleza no es neta. No hay un sólo determinante del género”, señaló el TAS, que instó a la IAAF a pronunciarse sobre una base “razonable y proporcionada”. Semenya, mientras, corre sin más explicaciones sobre sí misma de las que encuentra en la recta del estadio.

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Caster Semenya

Caster Semenya

La mujer gigante, Semenya y la ‘intersexualidad’

La keniana Wambui, que ganó su serie de 800, provoca las especulaciones que acompañaron a Semenya cuando ganó en el Mundial de 2009

La keniana Margaret Wambui (c), durante las semifinales de 800 metros

La keniana Margaret Wambui (c), durante las semifinales de 800 metros. ANTONIO LACERDAEFE

Las series de 800 abren de nuevo el debate. Al ver en la pista, y más tarde en la zona mixta, a la keniana Margaret Wambui, se escuchan las mismas especulaciones que acompañaron a Caster Semenya cuando irrumpió en el primer plano del atletismo, en el Mundial de Berlín. En el umbral de los dos metros y de rasgos muy masculinizados, las dudas acerca de su feminidad ya se plantearon cuando apareció en la élite, al obtener una victoria en el Mundial júnior, en 2014. En el absoluto de este año, aunque en pista cubierta, alcanzó el bronce en los 800. En Río, su forma de ganar camino de la final, aumenta las especulaciones.

Wambui venció en su semifinal y Caster Semenya en la suya. A la sudafricana le ocurrió algo similar cuando, en 2009, se impuso en el Mundial, con 19 años. En la final de Río se encontrarán cara a cara, sin poder evitar que la polémica las acompañe, camino del podio. Después de la controversia generada con su victoria, en 2009, la IAAF le pidió un control de feminidad. La ciencia concluyó que generaba tres veces más testosterona que una mujer y ello le confería ventaja en la potenciación muscular y en el retraso, en comparación con el resto de atletas, en la aparición de la fatiga. Antes, el doctor de la IAAF, la hizo desnudarse, en un ejercicio humillante. La conclusión del examen era que Semenya era lo que han llamado atletas ‘intersexuales’, afectada de hiperandrogenismo.

A la decisión de suspenderla por parte de la IAAF le sucedió un proceso de reclamaciones, debates médicos y disputas jurídicas. Volvió a competir, sometida a controles que comprobaran sus niveles de testosterona. Debían estar siempre por debajo de 10 nmol/1. El TAS, finalmente, eliminó ese límite y Semenya regresó al circuito. Gracias a su lucha, es posible que Wambui no atraviese tantas controversias, aunque no podrá evitar el debate. A otras atletas, el hiperandrogenismo les costó su carrera, como a la española María José Martínez Patiño.