Una asociación católica echa a Porno Eskola de las aulas

El proyecto educativo gasteiztarra proponía la pornografía feminista como un recurso más para la educación sexual

BILBAO– La pornografía es la educación sexual de hoy en día. Al menos, así lo cree la sexóloga gasteiztarra Iratxe Gil. “Ante la carencia de una educación sexual real en las escuelas y la falta de preparación de las familias, los adolescentes buscan la información sobre relaciones afectivo-sexuales a través de la pornografía”. Esto, de por sí, no tendría por qué suponer ningún problema si no fuera porque, en su opinión, el porno comercial que se consume a día de hoy reproduce y legitima un modelo machista y violento hacia la mujer. Ante esta situación, Iratxe se vio en la necesidad de aportar su granito y así surgió Porno Eskola, el proyecto que buscaba darle la vuelta a este producto cultural para convertirlo en un recurso pedagógico más y mostrar alternativas al porno comercial. Sin embargo, esta iniciativa cerró sus puertas el pasado miércoles antes de empezar debido a la Federación Alavesa de Asociaciones de Padres de Alumnos de Centros Concertados (Fapacne).

“Nos quieren denunciar al juzgado del menor por las ilustraciones y las imágenes que pudiéramos utilizar si el proyecto llegara a las aulas”, explica Iratxe Gil. La noticia les llegó el pasado miércoles a través del jefe del Departamento de Juventud del Ayuntamiento de Gasteiz. “Nos comentó que había llegado a oídos de Iñaki Susilla, concejal de Cultura del PNV, que Fapacne tenía intención de denunciar tanto al Ayuntamiento como a Porno Eskola”.

Nada más conocer esta intención, lo primero que hicieron fue eliminar las ilustraciones de la página web y enviar un correo electrónico a los colegios con los que habían contactado para que solamente las utilizaran con mayores de edad. Sin embargo, ese mismo día decidieron también eliminar la propia página web del proyecto. “No tenemos nada que hacer contra ese tipo de asociaciones que tienen poder en la sombra”.

Fapacne es una federación de las AMPA de centros concertados de Gasteiz como el colegio Sagrado Corazón Corazonistas, La Milagrosa Ikastetxea o Virgen Viña Ceu. De corte católico y con vinculación con el Opus, según Gil, esta federación -que ha rehusado responder a las preguntas de este periódico- en ningún momento se ha puesto en contacto directo con ellos y todas las negociaciones las están llevando a cabo con el Ayuntamiento de Gasteiz, que financió el proyecto educativo Porno Eskola. La reunión de Fapacne con el Consistorio tendrá lugar esta semana, según diferentes fuentes.

Sin embargo, no han sido únicamente las AMPA de los colegios religiosos los que han cargado contra este proyecto. El viernes Gil se reunió con un concejal de Podemos, dado que la crítica también les ha llegado desde algunos centros no religiosos de la capital alavesa y varios colectivos feministas. “Aunque al final no nos denuncien, ha sido una coacción en toda regla”, sentencia Gil.

UNA INICIATIVA FAMILIARPorno Eskola, que parece haber apelado a las inseguridades y moral de parte de la sociedad vasca, surgió a raíz de una iniciativa familiar. Jon Gil, ilustrador del proyecto, había participado en 2016 en el proyecto Haziak del Ayuntamiento de Gasteiz y le propuso a su hermana Iratxe que planteara un tema sobre educación sexual. Tras darle vueltas, decidieron desarrollar una guía didáctica sobre pornografía con el apoyo de su otro hermano, Endika. Al Ayuntamiento le gustó la propuesta y decidieron subvencionarlo. Pero estos tres hermanos se quedaron con ganas de más y así surgió Porno Eskola.

Esta iniciativa pedagógica, dirigida principalmente a educación Secundaria, constaba de cuatro unidades didácticas bilingües en las que no se tenía previsto visionar imágenes pornográficas. “Aunque en otros países de Europa se hace, aquí es tal el tabú que resulta impensable”.

Su principal objetivo era que estas se convirtieran en recursos de referencia para abordar la pornografía en el aula, pero también sacar a la palestra la necesidad de mejorar la educación sexual que se ofrece en Euskadi. “Es primordial para el desarrollo de la persona y no solo en Secundaria, sino desde los 3 añitos, para que cuando lleguen a la adolescencia tengan herramientas suficientes para entender que lo que se ve en la pornografía no es real”.

Precisamente, la primera de las unidades didácticas trataba de responder a si la pornografía es realmente la educación sexual de hoy en día. Desde Porno Eskola aseguran que ante la deficiente, insuficiente o incluso inexistente educación sexual que se da en las aulas, estos productos culturales son sin duda la educación sexual del siglo XXI. “Todos los adolescentes tienen móvil, tablets, ordenadores… y aunque tengan controladores parentales, la pornografía sale por todos los lados, incluso cuando quieres ver una serie cualquiera o tu película favorita”.

Sin embargo, según planteaba Iratxe Gil en la segunda unidad, que la pornografía sea la educación sexual de hoy en día no significa por ello que ofrezca un buen modelo educacional. Es más, en el caso de la pornografía convencional esta sexóloga indica que resulta precisamente todo lo contrario. Para empezar, porque se ofrece únicamente un modelo erótico y, para continuar, porque este además está basado en la dominación del hombre y en la mayoría predomina la violencia. “No es de extrañar que si las adolescentes basan su desarrollo identitario sexual en esos modelos luego tengamos datos como que un 10% de las adolescentes consideran normal la violencia dentro de la pareja o que hayan aumentado los repuntes de VIH y de sífilis”.

Por todo ello, Iratxe considera que es complicado desarrollar un imaginario de fantasías alejado de todo esto. “No solo es la pornografía, sino la publicidad, los medios de comunicación, etc. Todo fomenta este imaginario”. De ahí que la tercera unidad de Porno Eskola se dedicara a explicar cómo se construyen los deseos, que estos se descubren en vez de decidirse, etc.

UNA ALTERNATIVA FEMINISTAAnte este panorama, desde Porno Eskola ofrecían el porno feminista como alternativa. “A diferencia del comercial, es equitativo, visibiliza la sexualidad de la mujer, se enseñan relaciones cotidianas y además se negocia de manera visible todo lo que se va a hacer y cómo se va a hacer”, explicaba Jon Gil, ilustrador del proyecto. Como referente señalaba a la directora Erika Lust. “La mayor dificultad es que como de momento es un producto minoritario, el coste de estos vídeos es bastante alto, pero al final en Internet se puede acceder a todo”.

Aun así, Jon insiste en que el objetivo de Porno Eskola no era que la sociedad dejara de ver porno convencional, pero sí señalar que existen alternativas al mismo y que, de consumirse, al menos se sea de forma crítica y se pueda distinguir qué se está viendo. “No es un buen modelo educacional y eso hay que tenerlo claro”.

“Estamos teniendo muy buenas críticas, pero de vez en cuando también nos encontramos con gente que está totalmente en contra de la pornografía”. Esto lo decían hace una semana escasa. Desde el miércoles todo ha cambiado y lo que fue un sueño educativo se ha estrellado con una conservadora realidad. El porno se ha vuelto a quedar fuera de las aulas incluso antes de entrar, aunque no por ello estará más lejos del alcance de los móviles y tabletas que Olentzero regalará.

Un informe alerta de “continuas agresiones” al colectivo LGTBI de Vitoria

Aguirre ha resaltado la “vulnerabilidad” y la “discriminación” que esto genera hacia el colectivo

Gobierno Vasco e instituciones alavesas respaldan al colectivo LGTBI

El primer diagnóstico que el Ayuntamiento de Vitoria ha realizado sobre la situación del colectivo LGTBI en la ciudad alerta de las “continuas agresiones” que sufren sus integrantes, lo que les sitúa en una situación de “vulnerabilidad y discriminación”.

Vitoria. La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Vitoria, Jaione Aguirre;y el portavoz de Irabazi, Oscar Fernández, que impulsó la elaboración de este estudio, han presentado hoy en rueda de prensa las conclusiones del informe, que además recoge las necesidades del colectivo para incorporarlas en el cuarto Plan de Igualdad que prepara el Consistorio.

El estudio se ha elaborado durante los 6 últimos meses a través de entrevistas, debates y grupos de contraste, así como el análisis de expertos, y sus conclusiones “servirán para diseñar las prioridades y la intervención sobre la atención a la diversidad sexual y de género para los próximos años”, ha señalado Aguirre.

Entre esas necesidades detectadas se encuentra una problemática que afecta por igual a las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales de Vitoria, y que se traduce en “continuas agresiones, que van desde la agresión física o el insulto a las miradas despreciativas”, ha apuntado la concejala.

Aguirre ha resaltado la “vulnerabilidad” y la “discriminación” que esto genera hacia el colectivo, que ha expuesto en el diagnóstico su sensación de que “sus problemas y necesidades no interesan a las administraciones”.

Otra de las conclusiones del estudio apunta a la necesidad de un trabajo de sensibilidad y formación “para garantizar el buen trato, la igualdad y la no discriminación” en todos los ámbitos analizados, “que necesitan medidas específicas que se centren y contemplen las situaciones de mayor vulnerabilidad en la población LGTBI”, ha agregado la edil.

En concreto, en el ámbito laboral reclaman campañas de sensibilización y dignificación “y que se garantice la igualdad en los procesos de selección y las condiciones laborales”, mientras que el ámbito deportivo se percibe como “machista, homófobo y lesfóbico”, lo que requiere de nuevo un trabajo de sensibilización y formación.

En el entorno educativo el colectivo ha denunciado que el bullying “es frecuente” y ha censurado “la indefensión”, mientras que en lo relacionado con la salud opinan que los profesionales “no están preparados para atender a personas LGTBI”.

Por ello, Aguirre ha destacado el camino que queda por recorrer, “tanto las instituciones como la sociedad” vitoriana, para solventar estas situaciones, y ha resaltado el compromiso del equipo de gobierno PNV-PSE para sentar las bases a través del Plan de Igualdad.

Por su parte el portavoz de Irabazi ha defendido la necesidad de “hacer otro tipo de políticas” relacionadas con este colectivo, y ha censurado que la violencia ejercida contra ellos “se haya invisibilizado” en la sociedad.

Vitoria pone cifras a la homofobia

Seis de cada diez entrevistados en un estudio municipal admite haber sufrido agresiones verbales o físicas en la ciudad

Globos para una celebración del Orgullo Gay en Vitoria. / ROBERTO ARNAIZ

Las personas pertenecientes al colectivo LGTBI -lesbianas, gais, trans, bi e intersexuales- sufren «vulnerabilidades» en su día a día en Vitoria. En general, perciben desde «agresiones físicas» hasta «insultos y miradas despreciativas», así como «discriminación e invisibilidad». Esta es una de las conclusiones del primer ‘Diagnóstico sobre las realidades de la población LGTBI’, un estudio realizado por encargo del Ayuntamiento y presentado ayer por la concejala de Igualdad, Jaione Aguirre, junto con el portavoz de Irabazi, Oskar Fernández.

Durante seis meses -de junio a noviembre- se realizaron 107 encuestas anónimas a personas LGTBI de la capital alavesa, así como entrevistas personales. Entre los datos más significativos del estudio resaltan los referidos a las percepciones de las personas LGTBI en el espacio público de la ciudad. Y es que la mayoría de las personas participantes (57%), manifiesta haber experimentado personalmente problemas en la calle, tales como insultos, faltas de respeto o agresiones físicas. Asimismo, los números reflejan que únicamente el 24% de quienes respondieron a las preguntas del cuestionario perciben el espacio público vitoriano como un lugar «seguro» para las personas LGTBI.«Muchas personas hacen referencia a las agresiones verbales en forma de insultos y faltas de respeto que generan un impacto psicológico a quienes los reciben», reza el texto, que también hace hincapié en los resultados obtenidos en referencia a otros ámbitos, como el educativo, el laboral, el sanitario o el deportivo. Concretamente, el 45% de las personas encuestadas afirma haber sufrido «bullying, indefensión, así como falta de sensibilidad y formación del profesorado» en su paso por el sistema educativo. Al enfrentarse al ámbito laboral, el 28% dice haber recibido «comentarios, miradas, insinuaciones de tipo sexual, o sufrido discriminación en procesos de selección».

Tampoco las consultas médicas suponen una experiencia positiva para parte del colectivo LGTBI. Los datos obtenidos con el diagnóstico reflejan que para uno de cada cuatro participantes «existe un enfoque heterosexista y binarista, falta de formación y conocimiento médico y ausencia de servicios especializados para personas transexuales» en los servicios sanitarios.

Otro de los pilares de la discriminación valorado por las personas encuestadas tiene que ver con el ámbito de la cultura y el ocio, donde un 43% manifiesta «haber percibido insultos, comentarios despectivos o la negación de entrada en locales», entre otros. Asimismo, el 28% dice haber recibido insultos en el entorno deportivo de la ciudad, o haber tenido dificultades para participar en campeonatos por sexo.

Machismo en el deporte

Más allá de poner negro sobre blanco la experiencia del colectivo LGTBI en la ciudad, el trabajo reúne alguna de las propuestas de mejora ofrecidas por los participantes. Entre ellas, se encuentra la necesidad de hacer «un trabajo de sensibilización y formación a todos los niveles» en el espacio deportivo, percibido como especialmente «machista y homófobo»; sin olvidar el ámbito educativo, donde reclaman más implicación de los centros educativos y del profesorado para paliar la indefensión experimentada.

 

 

Los datos del estudio

57%  de los participantes en el estudio admite haber experimentado agresiones verbales o físicas, insultos o faltas de respeto.
45%  señala que ha sufrido o percibido acoso en el ámbito educativo, así como falta de sensibilidad y formación del profesorado.
28%  ha recibido comentarios, miradas o insinuaciones de tipo sexual en el ámbito laboral, o sufrido discriminación en la selección.

 

Un informe alerta de “continuas agresiones” al colectivo LGTBI de Gasteiz

Aguirre ha resaltado la “vulnerabilidad” y la “discriminación” que esto genera hacia el colectivo

Gobierno Vasco e instituciones alavesas respaldan al colectivo LGTBI

El primer diagnóstico que el Ayuntamiento de Vitoria ha realizado sobre la situación del colectivo LGTBI en la ciudad alerta de las “continuas agresiones” que sufren sus integrantes, lo que les sitúa en una situación de “vulnerabilidad y discriminación”.

Vitoria. La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Vitoria, Jaione Aguirre;y el portavoz de Irabazi, Oscar Fernández, que impulsó la elaboración de este estudio, han presentado hoy en rueda de prensa las conclusiones del informe, que además recoge las necesidades del colectivo para incorporarlas en el cuarto Plan de Igualdad que prepara el Consistorio.

El estudio se ha elaborado durante los 6 últimos meses a través de entrevistas, debates y grupos de contraste, así como el análisis de expertos, y sus conclusiones “servirán para diseñar las prioridades y la intervención sobre la atención a la diversidad sexual y de género para los próximos años”, ha señalado Aguirre.

Entre esas necesidades detectadas se encuentra una problemática que afecta por igual a las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales de Vitoria, y que se traduce en “continuas agresiones, que van desde la agresión física o el insulto a las miradas despreciativas”, ha apuntado la concejala.

Aguirre ha resaltado la “vulnerabilidad” y la “discriminación” que esto genera hacia el colectivo, que ha expuesto en el diagnóstico su sensación de que “sus problemas y necesidades no interesan a las administraciones”.

Otra de las conclusiones del estudio apunta a la necesidad de un trabajo de sensibilidad y formación “para garantizar el buen trato, la igualdad y la no discriminación” en todos los ámbitos analizados, “que necesitan medidas específicas que se centren y contemplen las situaciones de mayor vulnerabilidad en la población LGTBI”, ha agregado la edil.

En concreto, en el ámbito laboral reclaman campañas de sensibilización y dignificación “y que se garantice la igualdad en los procesos de selección y las condiciones laborales”, mientras que el ámbito deportivo se percibe como “machista, homófobo y lesfóbico”, lo que requiere de nuevo un trabajo de sensibilización y formación.

En el entorno educativo el colectivo ha denunciado que el bullying “es frecuente” y ha censurado “la indefensión”, mientras que en lo relacionado con la salud opinan que los profesionales “no están preparados para atender a personas LGTBI”.

Por ello, Aguirre ha destacado el camino que queda por recorrer, “tanto las instituciones como la sociedad” vitoriana, para solventar estas situaciones, y ha resaltado el compromiso del equipo de gobierno PNV-PSE para sentar las bases a través del Plan de Igualdad.

Por su parte el portavoz de Irabazi ha defendido la necesidad de “hacer otro tipo de políticas” relacionadas con este colectivo, y ha censurado que la violencia ejercida contra ellos “se haya invisibilizado” en la sociedad.

Protesta por varias agresiones homófobas en Vitoria

Un hombre despliega una bandera arcoiris. EL MUNDO

La Red Transbollomarika de Vitoria ha denunciado las agresiones homófobas que durante el verano se han producido en un mismo punto de la ciudad contra personas del colectivo LGTBI y ha convocado mañana una concentración para exigir a todos los agentes implicados que trabajen por erradicar estos ataques.

En una nota de prensa este colectivo ha informado hoy de que en los últimos meses han tenido constancia de hasta cuatro agresiones, aunque, tal y como ha reconocido a Efe un portavoz de esta red, existe dificultad para visibilizar esta violencia.

Según ha precisado en tres de los cuatro casos conocidos la víctima ha interpuesto denuncia. En el cuarto, la persona afectada, que recibió una “paliza” de un grupo de entre cuatro y seis personas que le causó la rotura de la nariz y marcas en el rostro, no quiso denunciar el hecho.

El colectivo anima sin embargo a que quienes sufran ataques de este tipo se pongan en contacto con la red y también a que denuncien ante la Policía o el juzgado todas las agresiones que sufran.

La Red Transbollomarika ha indicado que los ataques conocidos se han producido en un mismo espacio del centro de la ciudad en la que se practica “cruising” (término con que se conoce la actividad de buscar sexo en lugares públicos, principalmente por hombres homosexuales).

Se trata de un lugar cercano a edificios institucionales que está “sobradamente vigilado”, según recuerdan desde la red, que se queja de que a pesar de ello “nadie actúe”.

“Estamos ante una situación muy grave”, han incidido desde este colectivo, que mañana quiere con la concentración convocada en la plaza de la Virgen Blanca plantar cara a este tipo de agresiones y reclamar que se haga de Vitoria una ciudad de libertad y respeto.

El obispo de Vitoria veta al seglar homosexual al que no deja ser sacerdote

La diócesis destituye de sus funciones parroquiales a un feligrés por publicar una carta “difamatoria”

Alfonso Ruiz de Arcaute (derecha), en una foto publicada en su página de Facebook.

Alfonso Ruiz de Arcaute ya no podrá ser monitor de catequesis ni de confirmación. Tampoco podrá participar de forma proactiva en las actividades de su parroquia, la de Santa Teresa de Jesús, en Vitoria, a la que ha dedicado sus últimos años. El obispo de su diócesis, Juan Carlos Elizalde, se lo ha prohibido por publicar “un escrito anónimo difamatorio e injurioso contra el obispo y otros miembros de la comunidad diocesana”. Pero Ruiz de Arcaute cree que la razón de fondo es más compleja: desde hace un año quiere ordenarse sacerdote y el obispo no se lo permite porque es homosexual.

“Hace un año el obispo ya me dijo que se me habían dado demasiadas responsabilidades y que con un curso de catequesis infantil tendría suficiente”, explica Ruiz de Arcaute en una entrevista telefónica. El seglar, que ha estudiado Teología en Vitoria, formaba parte del Consejo Pastoral e incluso oficiaba, cuando no estaba el cura, la celebración de la Palabra, una ceremonia con una liturgia muy similar a la de una misa pero sin sacerdote. “Muchas personas pensaban que yo era cura”, reconoce el seglar, que en 2016 planteó al obispo de Vitoria su deseo de ordenarse sacerdote.

Ruiz de Arcaute prefirió contarle toda la verdad a Juan Carlos Elizalde, tanto los abusos que sufrió “por parte de un religioso cuando tenía 14 años” como su orientación sexual. Pero una instrucción del papa Benedicto XVI, de 2005, cierra la puerta al sacerdocio a quien tiene “tendencia homosexual”. “Aunque todo depende de la interpretación que se haga”, replica el feligrés, que cree que quien tenga “una tendencia heterosexual profundamente arraigada tampoco debería ser acogido en el sacerdocio”. En su caso, asegura, la homosexualidad no “domina” su vida y vive desde “la castidad acogida con alegría” al poner en su “compromiso eclesial” el centro de su vida. Y así se lo explicó al papa Francisco en una carta, tras recibir la negativa del obispo de Vitoria a ingresar en el seminario.

El obispado de Vitoria, niega, sin embargo, las acusaciones de Ruiz de Arcaute. Según un comunicado de esta diócesis, el motivo para despojarle de todas sus responsabilidades es una carta de un cura anónimo que el seglar publicó en su cuenta personal de Facebook el pasado 13 de agosto y que describe al obispo como un “lobo con piel de cordero”. La misiva critica los nombramientos de vicarios hechos en Vitoria, así como la destitución de la secretaria del obispo anterior y los traslados de algunos sacerdotes de la diócesis. Según el obispado, “son argumentos contrarios a la verdad y descalificaciones”. “La libertad de opinión y expresión son derechos irrenunciables. La difamación y la injuria, sin embargo, no son derechos”, apunta.

“Yo la publiqué sin juzgar su contenido. Lo hice porque me lo pidió un cura jubilado, porque él no se atrevía a hacerlo, y después de un día, tras pensar y rezar, decidí hacerla pública”, se defiende Ruiz de Arcaute. El 30 de agosto, el cura de su parroquia le comunicó que el obispo le había “prohibido expresamente participar en las actividades parroquiales”. Aunque el seglar prefiere no comentar el contenido de su post en Facebook, alude a la última carta publicada por el obispo en la que, según considera, el propio Elizalde expresa el malestar que existe en su diócesis. En ella, el obispo señala que “cualquier decisión de quien tiene autoridad provoca críticas”. Y añade: “Como hasta ahora, hechas las debidas consultas, con el consejo de mis vicarios y tras el oportuno diálogo, seguiré tomándolas y seguiré estando cercano para quien quiera pedirme explicaciones”.

“La Iglesia [Católica] es mucho más que un conflicto como este”, asegura Ruiz de Arcaute, a quien el rechazo sufrido no le ha hecho abandonar su vocación. A partir de ahora, trabajará en proyectos con personas LGTBI+ y otras personas que se hayan visto rechazadas por la Iglesia pero que tienen “cierta inquietud de espiritualidad”.

El obispo de Vitoria veta a un homosexual que quiere ser cura

El Obispado asegura que le aparta de sus tareas parroquiales por difamar el prelado a través de las redes sociales

El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde. ARABA PRESS

El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizaldeha apartado de las tareas parroquiales a un seglar homosexual, que desea ser ordenado sacerdote, debido a que ha publicado en las redes sociales un «escrito anónimo difamatorio e injurioso» contra el prelado. La Diócesis de Vitoria ha difundidor un comunicado en el que explica que ha retirado todas las “responsabilidades parroquiales” a Alfonso Ruiz de Arcaute, que hasta la semana pasada era monitor de Confirmación y miembro del Consejo Pastoral. El motivo de esta decisión del Obispado es que el 13 de agosto pasado este catequista publicó en Facebook un escrito de un sacerdote de esta diócesis crítico con el obispo, titulado “Un lobo con piel de cordero”, en el que se acusa a Elizalde de ser “un auténtico déspota”, informa Efe. Este es “el único motivo, y no existe ningún otro, por el que el obispo decide retirar a Alfonso las responsabilidades parroquiales que ejercía en su parroquia”, dicen,

No obstante, el seglar apartado, de 50 años, asegura que hace ya un año pidió al obispo ingresar en el seminario para poder ordenarse como sacerdote.

Según relata en Facebook, ya entonces le contó al prelado que es homosexual y le pidió que mediara ante el Papa y le entregara una misiva suya en la que le hablaba de su fe y le explicaba que había sido víctima de abusos sexuales por parte de un religioso de su parroquia durante su adolescencia. Según Ruiz de Arcaute, el obispo le dijo que había entregado la carta al Papa durante una reunión celebrada el pasado otoño, pero desde entonces no ha obtenido respuesta, por lo que ha optado por enviarle otra misiva a Francisco por otras vías.

El obispo de Vitoria veta a un catequista homosexual que quería ser sacerdote

El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde. EFE

Prohibida toda actividad pastoral. El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha respondido así a la petición de un feligrés de 50 años, con décadas de experiencia como catequista, miembro del Consejo Pastoral de su parroquia y sustituto del sacerdote en la predicación, que quería ser sacerdote y escribió una carta al papa Francisco para poder ser ordenado. Su único delito, ser homosexual.

“¿Quién soy yo para juzgarle?”, afirmaba hace años Bergoglio preguntado sobre los gays en la Iglesia. Sin embargo, el obispo de Vitoria ha decidido saltarse a la torera la dinámica de la Iglesia en salida propuesta por el Papa, y el pasado miércoles dictaminó que Alfonso Ruiz de Arcaute debía abandonar toda actividad parroquial en la comunidad de Santa Teresa de Jesús. Eso sí, podía seguir yendo a misa como un feligrés más.

Elizalde ni siquiera informó directamente al catequista de su decisión. “Me convocaron el párroco, que ahora se jubila, y el que entra, y me dijeron que el obispo me había prohibido cualquier participación en la vida parroquial. Que podía seguir yendo a misa, eso sí”, explica este laico en conversación con eldiario.es. “En ese momento les entregué las llaves de la parroquia, que tenía desde hace años”, añade.

Al cierre de este artículo nadie en la diócesis ha querido hablar con eldiario.es, que ha preguntado sobre la situación del catequista. Pero a primera hora de este martes, tras la publicación de la noticia, el obispado ha enviado una nota en la que niega que el motivo detrás de la decisión sea la homofobia. “La libertad de opinión y expresión son derechos irrenunciables. La difamación y la injuria, sin embargo, no son derechos”, dice la comunicación, según la cual Alfonso Ruiz publicó en sus redes un escrito anónimo “difamatorio e injurioso contra el obispo” y por “este único motivo” se retiran las responsabilidades parroquiales.

La carta a la que se alude en la nota está escrita por un sacerdote anónimo que critica irregularidades en la diócesis y define al obispo como “un lobo con piel de cordero” y fue compartida por el catequista en su perfil de Facebook con la siguiente introducción: “Al final he decidido compartirlo pues estoy convencido de que los silencios en la Iglesia no son buenos. ¡Ojalá este sacerdote se sintiera libre para escribir y decir todo lo que siente y piensa!”.

La indignación de buena parte de la comunidad es doble, pues en julio pasado el propio Alfonso relataba cómo el obispo se había comprometido a hacer llegar a Francisco una carta en la que este hombre pedía al Papa poder ordenarse sacerdote. “Sí, yo soy homosexual y cada día doy gracias a Dios por haberme creado tal como soy, con todas mis virtudes y todos mis defectos, con mi personalidad entera”, afirmaba este hombre en su carta, en la que confesaba a Francisco que, con 14 años, sufrió abusos por parte de un religioso. Algo que no minó su fe.

Tampoco va a hacerlo la cerrazón de Juan Carlos Elizalde. Ni el hecho de que la carta nunca llegara a su destino. Alfonso ha vuelto a enviar la misiva, por otros cauces, después de saber que el obispo no había hecho nada por cumplir con su palabra.

“En Vitoria se le conoce como un lobo con piel de cordero”, dice Alfonso, quien en los últimos días se debatió entre denunciar y quedarse callado “para que la parroquia no sufra”, y acudir a otro templo para no “generar escándalo”. Sin embargo, la experiencia le ha enseñado que el silencio es un caldo de cultivo para la progresiva pérdida de la fe. “En estos días he descubierto, además de muchos apoyos, la cantidad de gente que vive alejada de la Iglesia porque se sienten apaleados y discriminados. Yo me siento así, pero no quiero vivir alejado de mi Iglesia”.

Alfonso, a la derecha, ha mandado una carta al Papa para que acepte su ordenación como sacerdote

“Durante toda mi vida, mis decisiones laborales y de pareja han estado por detrás del compromiso pastoral”, afirma el catequista. Ahora, que no puede llevar a cabo dicho compromiso desde la institución, plantea “trabajar el tema de la oración y la espiritualidad con personas que se han ido alejando de la Iglesia”.

Alfonso no olvida que, en su conversación de hace unos meses, el obispo Elizalde no atendió a su petición, escudándose en que una instrucción vaticana, del año 2005, prohibía la ordenación de homosexuales, “pese a que llevo varios años viviendo desde la castidad acogida con alegría al poner en mi compromiso eclesial el centro de mi vida”, asegura.

El obispo de Vitoria solo le concedió que, si encontrara un obispo que quisiera ordenarle, lo intentara.  Ruiz de Arcaute propuso otra solución: escribir una carta al papa Francisco contando su historia. El obispo se comprometió a entregar en mano a Bergoglio la misiva. Y meses después le prohíbe cualquier participación en la vida de su comunidad.