Rajoy y la cúpula del PP festejan el matrimonio homosexual de Maroto

Javier Maroto y su esposo

Javier Maroto y su esposo. / L. RICO

El PP ha entonado el “sí, quiero” al matrimonio homosexual. Por la vía de los hechos. No ha hecho falta un pronunciamiento formal y por escrito a favor de estas uniones gay. La asistencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, miembros destacados de su gabinete y de la plana mayor del partido a la boda del exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, con su pareja, Josema Rodríguez, supone tanto como dar validez a este tipo de casamientos que tantas resistencias y rechazo ha generado en los sectores más conservadores del partido.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Sanidad y exalcalde de Vitoria, Alfonso Alonso; la número dos del PP, Dolores de Cospedal, al frente de una delegación popular muy distinguida han acudido este viernes a Vitoria para festejar el matrimonio que ya han legalizado Maroto y el que ha sido su compañero sentimental durante los últimos 19 años. El arrope de la cúpula se entiende como el gesto de enterrar el recurso que esta formación presentó en 2005 ante el Tribunal Constitucional con el propósito de echar abajo la ley que ampara los matrimonios homosexuales.

Rajoy ha llegado al restaurante acompañado por su esposa y se ha limitado a saludar a los periodistas y cámaras que aguardaban en la entrada del local la llegada de los invitados. Pocos minutos después ha entrado Maroto, quien ha reconocido estar “nervioso”. “Vamos a pasarlo muy bien porque son mis amigos, mis familiares”, ha comentado en compañía de su pareja. El exalcalde vestía un chaqué azul marino con un chaleco cruzado gris y una corbata en tonos azules sobre camisa blanca.

El goteo de invitados ha comenzado con la llegada en autobús del viceportavoz en el Congreso, Carlos Floriano, y su mujer, a los que han seguido Iñaki Oyarzábal y la parlamentaria Laura Garrido. Más tarde han llegado, en otro autobús, Javier Arenas y Jorge Moragas con otros convidados. De forma escalonada han entrado al restaurante Dolores de Cospedal y Arantza Quiroga, una de las últimas en hacer el paseíllo por delante de una veintena de cámaras.

Dos ertzainas uniformados se han ocupado de mantener el orden en el exterior del establecimiento, aunque han contado con la ayuda de otros agentes de seguridad de paisano que también controlaban la zona y facilitar el acceso a los invitados.

275 invitados escucharon el “sí quiero” de Maroto y su pareja en el restaurante al que fueron invitados, aunque los contrayentes ya habían formalizado por la mañana, en un acto íntimo, su enlace. Se casaron en el despacho que Maroto tiene en el Ayuntamiento de la capital alavesa, en presencia únicamente de los testigos: la madre del exalcalde, Margarita Aranzábal, y su amigo y compañero de partido Iñaki Oyarzábal.

El trámite nupcial fue oficiado por el concejal del PP Miguel Garnica y se terminó en pocos minutos, en cuanto los protagonistas firmaron los documentos que les acredita como matrimonio. Lo hicieron de este modo, casi a hurtadillas, para escapar del ruido mediático y para no causar ningún trastorno en la actividad municipal de los funcionarios, según explicó la víspera el propio Maroto.

El foco de atención se trasladó por la noche al restaurante donde se celebró el convite, adonde se acercaron apenas una treintena de personas para presenciar la llegada de los invitados más conocidos. Entre estos, representantes de Génova, como Floriano o Moragas, los otros cuatro vicesecretarios sectoriales (Javier Arenas, Pablo Casado, Andrea Levy y Fernando Martínez Maíllo), y una nutrida representación del PP vasco, con su presidenta, Arantza Quiroga, a la cabeza.

Todos quisieron dar de este modo el sí a la boda de Maroto. El excalde de Vitoria, que perdió la alcaldía pese a ser el candidato más votado en las pasadas elecciones municipales —el apoyo que el PNV recibió del resto de los partidos aupó al nacionalista Gorka Urtaran al cargo—, asegura tener el respaldo de la dirección de su partido, lo que interpreta como un apoyo implícito al matrimonio homosexual. Maroto ha repetido estos días previos a su boda que este debate está “superado” en su partido porque se entiende como algo aceptado por la mayoría de los dirigentes populares.

Javier Maroto se casa en la intimidad esta mañana y lo festejará por la tarde con Rajoy y toda la cúpula del PP

Tras firmar los papeles en su despacho en el Ayuntamiento de Vitoria, el vicesecretario sectorial del PP celebrará una boda oficiosa este viernes por la tarde en un restaurante de la capital vasca en la que estará presente la flor y nata del partido.

Maroto y Rajoy

Maroto

VITORIA.— El vicesecretario sectorial del PP y exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, se ha casado a primera hora de este viernes con su novio desde hace 19 años en un acto íntimo celebrado en el Ayuntamiento, en el que su madre y su amigo personal, y compañero de partido, Iñaki Oyarzábal han ejercido de testigos.

La boda civil, en la que solo han estado presentes los testigos, ha tenido lugar en torno alas 9:30 horas en el despacho que Maroto tiene en el consistorio de Vitoria como portavoz municipal del PP, y ha sido oficiada por el edil del PP Miguel Garnica, han informado a Efe fuentes de esta formación.

El acto, que apenas se ha prolongado unos minutos, se ha limitado a la firma de los documentos que acreditan a Maroto y a Josema Rodríguez como matrimonio. La ceremonia ha sido tan sencilla que, según informa el diario El Correo, Maroto acudió con su aspecto habitual: pantalones claro, chaqueta informal y camisa sin corbata.

La pareja tiene previsto celebrar esta tarde en un restaurante de Vitoria una ceremonia no oficial a la que asistirá la cúpula del PP con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la cabeza.

También acudirán la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el director del Gabinete de Presidencia, Carlos Floriano, además de la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, y los cuatro vicesecretarios del partido. El presidente y demás altos cargos del Gobierno esperarán a la conclusión del Consejo de ministros para desplazarse a Vitoria.

Maroto también contará con el respaldo de numerosos cargos del PP de Euskadi, entre ellos, su presidenta, Arantza Quiroga.

En un principio, Maroto tenía previsto casarse en el salón de bodas del Ayuntamiento a las ocho de la tarde, pero finalmente ha optado por un acto íntimo por la mañana y una boda no oficial por la tarde.

De esta forma, evitaba “entorpecer el trabajo de los funcionarios y las molestias” que pudieran derivarse de la presencia de ciudadanos que quisieran asistir al enlace desde el exterior del edificio municipal, según explicó ayer en rueda de prensa.

El exalcalde de Vitoria lamentó que su boda hubiera dejado de ser “un acontecimiento íntimo”, aunque se mostró “tranquilo y contento” porque lo importante, dijo, es que la boda se celebraría dentro del Ayuntamiento, tal y como había anunciado.

Sobre el apoyo recibido desde su partido, el vicesecretario sectorial del PP valoró que esun respaldo “claro” y que todas las manifestaciones que ha escuchado por parte de los dirigentes populares “han sido de apoyo”.

Para Maroto, el recurso que el PP presentó en 2005 ante el Tribunal Constitucional contra la ley que permite el matrimonio homosexual “ya no es el debate de hoy”, y se mostró convencido de que la sociedad española está “preparada para entender estas cuestiones”.

Genero indarkeriaren aurkako kartelak jarri ditu Zizur Nagusiko Udalak

Herriko sarreretan kokatu dituzte indarkeria sexista gaitzesten duten kartelak. Jon Godan Zizur Nagusiko alkateak nabarmendu du erakundeek ardura dutela genero indarkeria “behin betiko desagerrarazteko”.

Herriko sarreretan Zizur Nagusiko udalak jarri duen karteletako bat. Berria

Herriko sarreretan Zizur Nagusiko udalak jarri duen karteletako bat. Berria

Zizur Nagusiak ez du eraso sexistarik onartzen”, diote ele bitan udalak herriko sarreretan jarritako kartelek. Godanek esan du kartelak bizilagun eta bisitarientzat direla: “Udala eraso horien aurka agertzea ekinbide ikusgarria izan daitekeela uste dugu”. Carme Rubalcaba Berdintasun zinegotziaren aburuz, helburua gizartea gaiarekin sentsibilizatzea da, “bortizkeria sexista oraindik existitzen baita”.

Maiatzeko udal hauteskundeak UPNk irabazi bazituen ere, Jon Godan Gero Baiko hautagaia aukeratu zuten alkate EH Bildu, Zizur Elkarturik eta AS Zizurren botoei esker.

‘Vaya semanita’ parodia la boda de Javier Maroto

RAJOY COMO INVITADO EN PANTALLA DE PLASMA

Como invitados, Mariano Rajoy en pantalla de plasma, Jaime Mayor-Oreja, Arantza Quiroga y Borja Semper comparten mesa en el convite

Como invitados, Mariano Rajoy en pantalla de plasma, Jaime Mayor-Oreja, Arantza Quiroga y Borja Semper comparten mesa en el convite

BILBAO. El programa de humor de ETB ‘Vaya semanita’ parodia en un nuevo sketch la boda del ‘popular’ Javier Maroto. Como invitados, Mariano Rajoy en pantalla de plasma, Jaime Mayor-Oreja, Arantza Quiroga y Borja Semper comparten mesa en el convite.

Así presentan el sketch: “El PP vasco se ha reunido, por primera vez en mucho tiempo, en el enlace del exalcalde de Vitoria-Gasteiz, Javier Maroto”.

El ‘PP pedo’ de la boda de Maroto

El ‘sí, quiero’ de Maroto y Josema

Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, a su llegada al enlace junto a los testigos

Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, a su llegada al enlace junto a los testigos. ARABA PRESS- PAULINO ORIBE

Javier Maroto y José Manuel Rodríguez ya son un ‘matrimonio’ más tras la celebración ‘íntima’ que ha tenido lugar pasadas las 9.30 horas de hoy. Un acto tan reservado que en él sólo han estado presentes los contrayentes, el concejal Miguel Garnica, la madre de Javier y el parlamentario Iñaki Oyarzabal como testigos, un fotógrafo contratado por la pareja y la ‘mano derecha’ del alcalde y responsable de comunicación Rafael Laza.

Maroto ha querido cuidar todos los detalles hasta el punto de modificar la hora del enlace que en el acta matrimonial preparada aun mantenía las 20.00 horas, el momento que se había señalado para un acto abierto que este jueves fue suspendido.

Boda muy discreta

El ‘sí, quiero’ de Maroto y ‘Josema’ se ha celebrado en un despacio de apenas ocho metros cuadrados que cuenta con un balcón hacia la plaza de España, y que preside una enorme bandera de Vitoria de aspas rojas sobre fondo blanco.

La informalidad en los atuendos y la brevedad del mismo han sido las notas predominantes junto a la discreción. Maroto ha llegado al edificio Consistorial pasadas las nueve de la mañana pero tanto su pareja ‘Josema’ con su madre han accedido por unas dependencias laterales sin que los medios de comunicación presentes en los aledaños hayan captado su llegada.

El ex alcalde de Vitoria ha formalizado su ‘matrimonio’ en un espacio muy funcional en el que tres fotografías antiguas del centro de la ciudad y detalles en miniatura con un pequeño Celedon, un paso de los faroles vitorianos y un logro de la ‘Green Capital’ aportan los detalles personales del político vasco.

Maroto: “El PP dice hoy aquí que el derecho al matrimonio es para todos”

El secretario sectorial de la formación conservadora, Javier Maroto, reconoce a “todos esos activistas de todos los partidos” que le han permitido casarse este viernes con su novio de siempre en una ceremonia a la que asistió Rajoy, Cospedal y la cúpula del PP en Vitoria

Parte de los invitados del PP a la boda de Javier Maroto.

Los dirigentes del PP arropan a los recién casados. / FOTOS: B. CASTILLO-I. AIZPURU

“Hoy, la dirección de mi partido, el Gobierno, dice que el derecho al matrimonio es para todos”. El vicesecretario general del PP y exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha contraído este viernes matrimonio con su novio de siempre, Josema Rodríguez, en un enlace que los conservadores han aprovechado para sumarse a la corriente mayoritaria de aceptación del matrimonio homosexual en igualdad de condiciones que el heterosexual. “Las sociedades evolucionan, los partidos evolucionan y hoy mi partido y el Gobierno quiere sumarse a eso porque ya en España el derecho al matrimonio es para todos y hoy todos compartimos ese mensaje”. Así lo ha tratado de expresar al menos el propio Maroto, una vez finalizado el enlace en un hotel-restaurante de Vitoria, su ciudad, a la que ha acudido la plana mayor del PP con el presidente Mariano Rajoy y la secretaria general Dolores de Cospedal a la cabeza.

Maroto ha pronunciado estas palabras mientras en el interior del restaurante le aguardaban los 270 invitados al evento. Todos ellos han podido presenciar el acto no oficial de boda, tras el enlace formal que ha tenido lugar esta mañana en el Ayuntamiento. Posteriormente, se ha servido un cóctel de bienvenida a los invitados y una cena compuesta por ensalada de gambas, solomillo al foie y tarta nupcial.

La boda de Maroto, anunciada en junio (antes de ser llamado a Madrid por Rajoy para entrar en la dirección nacional del partido), había causado en las últimas quebraderos de cabeza en el PP, que abordó en términos de estrategia la conveniencia de que la cúpula acudiera a un enlace que era heredero de la ley de matrimonios gays aprobada por Zapatero, y que el PP recurrió al Tribunal Constitucional. Finalmente, los líderes conservadores dieron el sí. Rajoy, Cospedal, la líder vasca Arantza Quiroga, Floriano, Moragas, Javier Arenas… todos se han dejado ver sonrientes este viernes en Vitoria.

Maroto, que abandonó la celebración un momento al filo de las 21.30 horas para atender a la prensa, dijo que era evidentemente un momento muy especial para él “en lo personal”, pero básicamente acudió a los micrófonos a lanzar un mensaje político, como se esperaba. El vicesecretario sectorial tuvo un recuerdo a “todos los activistas, algunos de los cuales ya no están aquí (en una alusión que recordó a Pedro Zerolo, el socialista recientemente fallecido) que hicieron posible esto, que lucharon por los derechos de los que ahora hemos gozado nosotros”.

En referencia a su propio partido, Maroto dijo que era consciente de que “mis compañeros han dado un paso al frente para hacer un matrimonio para todos igual, con los mismos derechos y deberes”.

La firma, por la mañana

En realidad, Javier Maroto había formalizado su unión con su novio por la mañana, a primera hora, en una simple ceremonia en su despacho de apenas diez metros cuadrados en el Ayuntamiento de Vitoria, del que es portavoz del primer partido de la oposición. Por la noche, el convite fue mucho más nutrido, con cerca de 270 invitados. Poco antes de las 20.30, hora programada para el enlace, ha llegado la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. Después lo hicieron el propio Rajoy y Arantza Quiroga, entre otros muchos compañeros de formación. Los ya maridos, Javier Maroto y Josema Rodríguez, se dejaron ver felices en el acceso al restaurante. El exalcalde vestía un chaqué de corte moderno, azul marino con chaleco gris de seis botones y una llamativa corbata en tonos azules sobre camisa blanca. Maroto ha declarado estar “nervioso”. Pero enseguida ha matizado. “Son mis amigos, mis familiares y vamos a pasarlo bien”, ha manifestado.

Tomar antivirales antes de una relación de riesgo protege del VIH

Un estudio confirma la eficacia de la profilaxis pre-exposición incluso en personas con frecuentes prácticas desprotegidas

Pastillas de terapia preventiva contra el VIH

Pastillas de terapia preventiva contra el VIH. / CDC

Tomar medicamentos antivirales antes de tener relaciones sexuales sin protección es una manera eficaz de evitar ser infectado por el VIH (el virus que causa el sida) incluso para personas con frecuentes prácticas de riesgo. La publicación de los resultados del estudio PROUD enThe Lancet es un importante respaldo para este método para reducir todo lo posible el riesgo de adquirir el patógeno, que técnicamente se denomina profilaxis pre-exposición (PrEP en sus siglas internacionales; PPrE en español).

El estudio midió la utilidad de una combinación de dos medicamentos de los que se usan en los tratamientos para las personas ya infectadas por el VIH, tenofovir y emtricitabina. Pero en este caso se usaron de otra forma: dándoselo a personas que no tenían el VIH antes de que se expusieran al virus a través de sus relaciones. La idea es que, si se infecta, haya ya unos fármacos en la sangre que neutralicen al patógeno e impidan que se instale en el interior de las células del sistema inmunitario.

En este ensayo participaron 13 centros sanitarios de Reino Unido, y captaron voluntarios entre hombres que tenían sexo con hombres y que afirmaban que mantenían relaciones sexuales sin protección con potros hombres. Se apuntaron 544, de los que 275 recibieron el tratamiento, y el resto quedó formando el grupo de control. El resultado final es que entre los que tomaron la medicación hubo tres casos de infección, y 20 en el otro. Estadísticamente, ajustado por número de personas y tiempo que estuvieron en el ensayo, esto supone una reducción del riesgo del 86%.

Pero en un comentario realizado en la web aidsmap, especializada en información sobre VIH y sida, se analizan estos datos y se ve que la eficacia pudo ser aún mayor, ya que de los tres casos de infección que hubo entre quienes tomaban el tratamiento, uno era un hombre que probablemente empezó el ensayo ya infectado aunque se le detectó después, y otros dos habían abandonado la medicación.

Otra prueba de la eficacia del ensayo es que estaba previsto que el grupo placebo comenzara a tomar la medicación al año de empezar el estudio, pero este comenzó en abril de 2014 y en octubre de ese año se decidió ofrecerles también la medicación ante los buenos resultados que se estaban obteniendo.

La demostración de que la PrEP funciona aún en los casos en que más exposiciones de riesgo suceden, es que en el grupo que la tomó la incidencia del VIH fue del 1,2%, y en la del otro, del 9%. esta última cifra es muy alta, e indica que la población que participaba en el ensayo tenía frecuentes relaciones sin protección.

La conclusión de los autores del trabajo es que “debe añadirse la PrEP a la prevención estándar de hombres que tienen riesgo de contraer VIH por tener relaciones con otros hombres”. Al decir medidas estándar se insiste en que no deben eliminarse otras, como el uso de preservativos. Esto va en línea con otras afirmaciones del mismo estilo de la OMS, que afirma que ·”el reto ahora es hacer llegar” esta nueva alternativa.

En España, las guías de tratamiento para personas con VIH que acuerdan el Ministerio de Sanidad y Gesida (Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología) aún no van tan lejos. La última es de 2015, y en ella no se nombra. “Ello se debe a que se trata de guías de tratamiento, no de prevención”, explica José Antonio Pérez Molina, secretario (equivalente a vicepresidente) de Gesida. En 2013 -antes de conocerse los resultados de estos último ensayos- sí hubo unamención en la guía: “La PrEP es un reto para los organismos internacionales”. “Teniendo en cuenta los escasos recursos existentes, se plantea la duda entre ofertar PrEP a personas no infectadas o TAR [terapia antirretroviral] a las personas infectadas. La mejor estrategia de salud pública en la actualidad es la de ofertar TAR a todos los pacientes infectados y reservar PrEP para casos muy específicos”.

El debate sigue en términos parecidos. “Es un debate que hay que abrir sin moralina”, afirma Pérez Molina. El asunto de “a quién hay que dárselo, quién lo va a financiar” tiene “suficiente entidad propia como para discutirlo aparte”. “El grado de evidencia es grandísimo, y este estudio, como el Ipergay, aportan datos de su eficacia”.

En Estados Unidos y oros países de América, el acceso a los medicamentos necesarios es solo cuestión de precio. El Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC) lo recomienda y anima a informarse y adquirir el tratamiento. En Europa, la Agencia del Medicamento (EMA) no lo ha aprobado aún. Además, si lo hiciera, en España y gran parte de Europa, los fármacos no se pueden comprar en las farmacias, por lo que tienen que ser recetados en un hospital. La publicación de este estudio es un paso para conseguir que la UE apruebe su uso.

Rajoy escuchará la palabra matrimonio en la boda de Maroto

El exalcalde de Vitoria repetirá el enlace con su novio en el lugar del convite después de celebrar su unión civil en la intimidad de su despacho municipal

El exregidor popular Javier Maroto, ayer, en los pasillos del Ayuntamiento de Vitoria

El exregidor popular Javier Maroto, ayer, en los pasillos del Ayuntamiento de Vitoria. / BLANCA CASTILLO

La palabra matrimonio retumbará esta tarde en el comedor del hotel-restaurante El Caserón, situado en el Alto de Armentia, a las afueras de Vitoria, ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su mujer, Elvira Fernández, y las 270 personas restantes que el vicesecretario general del PP y ex alcalde de Vitoria Javier Maroto y su pareja, José Manuel Rodríguez, han invitado a su enlace civil. Los contrayentes escenificarán su unión al atardecer, en el lugar elegido por ambos para el convite nupcial, antes de que comience la cena y el baile posterior. Y es que, para entonces, ya serán marido y marido de pleno derecho.

Maroto y Rodríguez han decidido que legalizarán su relación de casi dos décadas «a lo largo de la jornada de hoy» en la intimidad del despacho de apenas diez metros cuadrados que el político alavés tiene asignado en el Ayuntamiento de Vitoria en calidad de jefe de la oposición. Ante el revuelo mediático generado por su boda con la confirmación de la asistencia del líder nacional del PP -partido que tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional la ley que regula el matrimonio homosexual, aprobada durante el mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero-, la pareja ha optado por desistir de su idea de congregar a los invitados en el salón de bodas de la Casa Consistorial de la capital vasca. A cambio, celebrarán un sencillo acto privado en el despacho municipal de Maroto, en el que solo intervendrán los actores imprescindibles. Con posterioridad, antes del banquete, lo reeditarán ante sus familiares, amigos y la nutrida lista de compañeros del PP que asistirán.

El exregidor popular no quiere hurtar a sus invitados el momento del ‘sí quiero’, ni tampoco que «nadie interprete que he querido evitar al presidente Rajoy que se hable de matrimonio en su presencia», explicó a EL CORREO Maroto, sin ocultar con disgusto el desbordamiento que le ha provocado la «tremenda dimensión mediática que está generando este asunto». En un tono más serio de lo habitual, admitió que «el tema se ha ido de madre. Y yo no quiero una boda a lo Lolita Flores. No quiero que nadie se sienta incómodo, incluido yo mismo», apostilló. Por eso, y para ahorrar a los invitados el «paseíllo» por la plaza porticada de España, un lugar habitual de txikiteo, donde se encuentra la Casa Consistorial, y «polémicas con los otros partidos por el coste de la seguridad», Maroto intercambiará las alianzas con su novio en la intimidad de su despacho municipal.

Su madre y Oyarzábal, testigos

Allí únicamente se congregarán, además de los contrayentes, el senador conservador Jorge Ibarrondo, que hará de maestro de ceremonias, el oficiante, el concejal popular Miguel Garnica y los testigos escogidos por la pareja: la madre de Maroto, Margarita Aranzábal, y el amigo y confidente de la pareja, Iñaki Oyarzábal, quien ya marcó un precedente en el partido hace tres años cuando el entonces secretario general del

PP vasco fue el primer dirigente de la formación en declararse sin tapujos homosexual. La hora a la que se celebrará el enlace sólo la conocen ellos.

«Si me caso en el Ayuntamiento es porque me hace ilusión. Sigo siendo el alcalde de Vitoria», reivindicó, dolido aún de que, hace apenas tres meses, el PNV le arrebatara la Alcaldía de Vitoria, pese a ser la lista más votada, con el apoyo de EH Bildu, Sumando (la versión municipal de Podemos) e Irabazi.

A última hora de la tarde, el matrimonio se trasladará a El Caserón para celebrar ante los suyos la ‘reboda’, brindar por su felicidad y bailar al son de la música que pinche un Dj. La pareja se quedará por ahora sin viaje de luna de miel. La portavocía del PP en Vitoria y la coordinación de la acción política de los populares en España como vicesecretario sectorial le obligan a Maroto a aplazar esos planes.

Sáenz de Santamaría y Moragas refuerzan con su asistencia el apoyo al exalcalde

La asistencia de Mariano Rajoy a la boda de Javier Maroto normaliza de alguna forma la posición política del PP con respecto a la ley de matrimonio homosexual, que llegó a ser recurrida en los tribunales por este partido entre muestras de malestar de sus sectores más renovadores y fuertes críticas del PSOE, impulsor del texto. Superada esa polémica después de que la Justicia avalara el uso del término matrimonio -el mismo que se emplea en el sacramento católico- en las uniones entre personas del mismo sexo, la plana mayor de los populares se ha volcado con el enlace civil del exalcalde de Vitoria, que se casa hoy con Josema Rodríguez, su pareja en los últimos 19 años.

La cita se convertirá en un acto de respaldo político y personal a Maroto, un valor en alza en la nueva dirección nacional del partido como vicesecretario Sectorial. Además de Rajoy, cuya asistencia ha podido generar revuelo en las filas más conservadoras de los populares, la lista de invitados confirmados incluye a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el coordinador de campaña y director del Gabinete de Presidencia, Jorge Moragas; y el diputado y exvicesecretario de Organización, Carlos Floriano, que fue el único dirigente de la sede de Génova que perdió su puesto tras los malos resultados cosechados en las elecciones municipales del 24 de mayo.

Asimismo, la boda civil contará con la secretaria general del Partido Popular, Dolores de Cospedal; y los otro cuatro vicesecretarios que forman parte del comité ejecutivo de la formación: Javier Arenas, Fernando Martínez-Maíllo, Andrea Levy y Pablo Casado. Javier Maroto, de 43 años, fue desplazado de la Alcaldía por el candidato del PNV con el apoyo de EH Bildu pese a haber ganado con holgura las elecciones. Cuatro meses después, su vida ha dado un vuelco. El 2 de junio anunció su enlace con la pareja con la que lleva media vida de convivencia. Dos semanas más tarde, Rajoy le aupó al núcleo duro de la dirección del PP. Hoy está en su boda junto a amigos, familiares y compañeros de partido.

El ‘gay power’ del PP y su despedida de soltero en Bali

El presidente en el enlace de Javier Maroto

Mariano Rajoy brinda con Jvier Maroto (2d) durante la investidura de éste como alcalde de Vitoria en 2011

Mariano Rajoy brinda con Jvier Maroto (2d) durante la investidura de éste como alcalde de Vitoria en 2011. MUNDO

Les guardé el secreto durante semanas, con lo mal que digiero yo un sigilo, un cerrar el hocico, un callarse las ‘intimités’ ajenas. Pero la actualidad me arrolla, antojadiza, y no tengo más remedio que soltar lastre. Ahora y aquí. Cuajado agosto, conocí en estas vacaciones a Javier Maroto, ex alcalde de Vitoria, vicesecretario sectorial del PP y símbolo de la ‘gay revolution’ en Génova, donde andan con el ‘plan renove’ para dinamizar el voto en la Tierra Media, que viene a ser el centro. Iba Maroto con su ‘noviodetodalavida’ y una jubilosa cuadrilla de amigotes, muy mosqueteros con ese ‘total look’ de ‘juventudes’, a darlo todo (como servidor, por otra parte). Coincidimos varias noches en bares y fiestas y cosas noctámbulas, pero no alimenté mis crónicas de veranillo con aquellas juergas, pues en mala hora me arrulló un ‘nosequé’ de ética periodística. Lo cual: que nuestras tanganas quedaron en pólvora mojada.

Pero ese paraíso no iba a durarnos siempre, y en lo que hemos regresado a los quehaceres de septiembre está el país en un frenesí del carajo por la boda gay del siglo, la de Maroto y Josema, que se celebra hoy en las Vascongadas con todo el relumbrón del amor ‘homoeterno’. Y ahora, sí que sí, mi pluma pide paso.

Viene a resultar que el casorio ha desatado un tremebundo debate en las tripas del PP a cuenta de Rajoy (animador oficial de bodas, de toda la vida) y lo conveniente de su asistencia. Que si ha de acudir a amparar a los novios, que si debiera quedarse en Moncloa. Mariano duda, se excusa, recula a la gallega, y al fin confirma. Y para avivar el guirigay, el otro gran baluarte homosexual del partido, Iñaki Oyarzabal (que también estuvo allí durante las vacaciones, séase dicho, aunque él ni bebe, ni fuma, ni frecuenta vicio alguno), ha salido a defender a los novios, pues lo suyo “no es una boda gay, es una boda a secas” (fin de la cita).

A mí, que no soy nadie, Rajoy me desentona en el convite, él que encabezó las protestas contra el libre albedrío en los altares civiles, él que recurrió la Ley del matrimonio igualitario y, a los dos meses, estaba arrepintiéndose por dentro, no fuera el Constitucional a darle la razón a su partido. Pues resultó que el asunto no fue para tanto, como vaticinaban Rouco e Isabel Tocino, y Mariano respiró hondo y tranquilo cuando la justicia rechazó el recurso y nos dejó, a los maricones de España, casarnos con quien nos placiera o placiese.

Yo que usted, Mariano, me quedaba en Palacio dándole a la Liga. Pues dicen los viborillas de la ‘realpolitik’ que va a hacerse la foto porque en este 2015, añada electoral, un selfie gay es un filón. Un caramelito en el albor de las urnas. Como si el matrimonio homosexual necesitase ahora el patrocinio del gran líder. Aunque pudiera ser, qué sé yo, que Rajoy tan sólo pretenda ser testigo de la boda de un amigo, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas. Y amén.

Mas la culpa no es del presidente. El tropiezo, menudo yerro histórico, es tuyo, Maroto. Que militas, comes y respiras de un partido que en su día se opuso a tu derecho al amor libre. De gay a gay, de Javier a Javier, te digo lo que no te dije en la playa mirándote a los ojos, pues será que yo también soy un cobarde: mientras otros se llevaron las hostias, se partieron el pecho y la ideología, se dejaron la dignidad y los dientes desde la cuarentena franquista, mientras ocurría todo eso, insisto, los de la gaviota estaban de ‘manifa’ en la Puerta del Sol, después de misa, cacareando con globos apocalípticos el fin de la familia. Y ahora, con todos los derechos bien horneados, calentitos, venís la ‘nouvelle vague’ de la clase política a pillar cacho. Que aproveche pues el langostino. Y si se terciase, ahora que somos colegas de ‘vacances’, quedo a la espera de la foto del querubín con el que espero culminéis la parentela.