Interior retira la condición de “utilidad pública” a la asociación Hazte Oír

El autobús de Hazte Oír que recorrió las calles españolas durante 2017 BERNARDO DÍAZ

El Ministerio del Interior ha retirado la condición de “utilidad pública” a la asociación Hazte Oír. Esta retirada no conlleva su prohibición ni la exclusión del registro de asociaciones del Ministerio, pero sí que elimina los privilegios que conlleva estar registrada como asociación en este tipo de categoría.

A finales del año pasado se abrió un expediente por parte del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska contra esta asociación, como adelantó la cadena SER y han confirmado fuentes de Interior a este periódico. Ese expediente se abrió como consecuencia de la campaña contra los transexuales que la asociación llevó a las calles a través de un autocar serigrafiado con lemas como “Las niñas tienen vagina. Los niños tienen pene. Que no te engañen”, que se convirtió en viral a través de las redes sociales y que produjo incidentes en algunas de las ciudades por las que circuló como Pamplona.

El análisis del expediente ha concluido que el ataque al colectivo transexual no puede ser compatible con la condición de utilidad pública, y después de varios trámites administrativos se decidió retirar esa condición.

La pérdida de la utilidad pública de Hazte Oír tiene como consecuencia inmediata la pérdida de ciertos privilegios fiscales y otro tipo de los que se benefician las asociaciones registradas dentro de esa categoría.

Tras bloquear el polémico autobús el Ayuntamiento de Madrid, a falta de un pronunciamiento de la Fiscalía, el vehículo volvió a circular en junio de 2017 con el lema “Lo dice la biología: los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. No al adoctrinamiento de género” por las calles de la capital.

Hazte Oír recibió la declaración de utilidad pública en el año 2013 cuando Jorge Fernández Díaz era ministro del Interior en el Gobierno de Mariano Rajoy.

El Gobierno retira la declaración de utilidad pública a HazteOir

  • Interior ha tomado esta decisión alegando que sus mensajes son “incompatibles con cualquier reconocimiento público”
  • Este departamento no considera que esta acreditación sea compatible con un colectivo que “denigra o minusvalora otras concepciones sobre la familia”
  • Iniciaron este procedimiento porque incluyeron la polémica campaña del autobús tránsfobo en sus cuentas del 2017

El nuevo autobús de HazteOir circula por Madrid / MB

El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido retirar la declaración de utilidad pública al grupo ultracatólico HazteOir. El Ministerio del Interior, del que dependen las concesiones y revocaciones de este beneficio, ha tomado esta decisión porque consideran que los mensajes difundidos en su polémica campaña del autobús tránsfobo “se pueden considerar atentatorios contra determinadas personas, colectivos y entidades, incompatibles con cualquier reconocimiento público”,  según ha adelantado la Cadena Ser y ha podido confirmar esta redacción.

El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha tomado esta decisión emitiendo una resolución de doce páginas y firmada por el ministro en la que determinan que la actuación de este colectivo ultracatólico es “incompatible con la utilidad pública la promoción de las propias ideas de la forma extralimitada en que lo hizo Hazteoir, faltando al respeto y a la dignidad de las personas o colectivos que en nuestra sociedad tienen una concepción distinta en materia de orientación sexual”.

“Lo que resulta incompatible con la condición de utilidad pública, aunque esté amparado por las libertades ideológica y de expresión, es que una asociación que goza de este beneficio legal, más allá de sostener con sus actividades los fines estatutarios que fundamentan su existencia, realice actuaciones que, aunque no fuera ésta la intención, producen objetivamente el efecto de denigrar o minusvalorar otras concepciones sobre la familia, la identidad de género, la educación de la infancia, etc., cada vez más presentes en nuestra sociedad abierta, plural y diversa”, reseñan en la resolución emitida.

Campaña tránsfoba en 2017

La campaña que lanzó esta organización fue difundida con el lema Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo. Según explican fuentes del Ministerio, se ha tomado esta decisión después de que este colectivo incluyese esta actuación entre las actividades que realizaron en 2017 y que figuran en las cuentas que depositó en el mes de agosto.

La Secretaría General Técnica del Ministerio del Interior considera que estos mensajes “implica objetivamente un menosprecio de otras opciones dignas del mismo respeto que las que postula Hazteoir”. El 23 de agosto el departamento de  Grande- Marla ska acordó iniciar el procedimiento de revocación de la declaración de utilidad pública.  Según recoge el escrito, este colectivo llegó a admitir en sus alegaciones que la citada campaña “pudo resultar ‘ofensiva’  y ‘desacertada'”. Aunque insisten en que “el polémico lema tiene pleno amparo en la libertad de expresión”.

Antes de emitir la resolución final, Interior recabó las opiniones de la Dirección General de Servicios para las Familias y la Infancia del Ministerio de Sanidad, así como de la Dirección General para la Igualdad de Trato y la Diversidad del Ministerio de Presidencia. Este último organismo determinó que las actividades de esta organización “no parecen alinearse con la promoción de los valores constitucionales, antes bien, podrían situarse en un plano de enfrentamiento con la promoción y respeto del valor superior de la igualdad y el respeto del derecho fundamental a la igualdad de trato y no discriminación”.

Obtuvo la acreditación en 2013

El Gobierno del PP  declaró de utilidad pública a HazteOir en mayo de 2013 cuando ocupaba la cartera de ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, que firmaba la disposición del BOE en la que se oficializaba este beneficio que permite exenciones fiscales y justicia gratuita. En aquel momento, el grupo ultracatólico destacaba por su firme oposición al aborto y estaba inmerso en una intensa campaña para exigir a Alberto Ruiz Gallardón, entonces ministro de Justicia, que acabara con la ley de plazos de interrupción voluntaria del embarazo.

Unos años después la organización volvió a los titulares informativos al poner a circular, primero en la ciudad de Madrid, un autobús naranja con el mensaje “los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”. El anuncio móvil formaba parte de una campaña contra las leyes LGTBI que ya había dado comienzo con la difusión de folletos homófobos a más de 16.000 centros educativos. Posteriormente, pusieron en marcha otro autobús contra la Ley estatal de protección del colectivo. “Van a por tus hijos”, alertaba el mensaje.

El autobús fue inmovilizado un tiempo en Madrid – la Audiencia Provincial levantó después esta medida–, pero recorrió otras ciudades españolas entre la indignación social y de los colectivos LGTBI. Meses después un juzgado de Madrid dictó que los mensajes tránsfobos del autobús no son mensaje de odio y archivó la denuncia de la Fiscalía.

Interior retira la condición de “utilidad pública” a la asociación Hazte Oír

Interior retira la condición de “utilidad pública” a la asociación Hazte Oír INTERIORNOTICIA PABLO HERRAIZ Madrid Compartir en Facebook Compartir en Twitter Enviar por email 5 FEB. 2019 14:21 El autobús de Hazte Oír que recorrió las calles españolas durante… El autobús de Hazte Oír que recorrió las calles españolas durante 2017 BERNARDO DÍAZ

 

 

El Ministerio del Interior ha retirado la condición de “utilidad pública” a la asociación Hazte Oír. Esta retirada no conlleva su prohibición ni la exclusión del registro de asociaciones del Ministerio, pero sí que elimina los privilegios que conlleva estar registrada como asociación en este tipo de categoría.

A finales del año pasado se abrió un expediente por parte del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska contra esta asociación, como adelantó la cadena SER y han confirmado fuentes de Interior a este periódico. Ese expediente se abrió como consecuencia de la campaña contra los transexuales que la asociación llevó a las calles a través de un autocar serigrafiado con lemas como “Las niñas tienen vagina. Los niños tienen pene. Que no te engañen”, que se convirtió en viral a través de las redes sociales y que produjo incidentes en algunas de las ciudades por las que circuló como Pamplona.

El análisis del expediente ha concluido que el ataque al colectivo transexual no puede ser compatible con la condición de utilidad pública, y después de varios trámites administrativos se decidió retirar esa condición.

La pérdida de la utilidad pública de Hazte Oír tiene como consecuencia inmediata la pérdida de ciertos privilegios fiscales y otro tipo de los que se benefician las asociaciones registradas dentro de esa categoría.

Tras bloquear el polémico autobús el Ayuntamiento de Madrid, a falta de un pronunciamiento de la Fiscalía, el vehículo volvió a circular en junio de 2017 con el lema “Lo dice la biología: los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. No al adoctrinamiento de género” por las calles de la capital.

Hazte Oír recibió la declaración de utilidad pública en el año 2013 cuando Jorge Fernández Díaz era ministro del Interior en el Gobierno de Mariano Rajoy.

Marlaska firma la revocación de la declaración de utilidad pública a HazteOir

La asociación “falta al respeto” con campañas como la del autobús a “otras opciones distintas” a las defendidas por la entidad

Miebros de colectivos LTGBI, protestan ante el autobús de la asociación HazteOir.org que ha recorrido el centro de Bilbao repartiendo folletos con el lema “Podemos y ley mordaza LGTBI: ¡Van a por tus hijos¡ Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva;que no te engañen”(EFE)

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha revocado la declaración de utilidad pública a la organización HazteOir a través de una resolución de este mismo martes 5 de febrero de la Secretaría General Técnica del Ministerio, que firma el titular de la cartera y tiene efectos inmediatos.

MADRID. Así lo han precisado a Europa Press fuentes de este departamento, que recuerdan que contra la resolución cabe recurso de alzada ante la Administración y recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional. Asimismo, han confirmado que la resolución ya se ha trasladado a HaztOir.

Tal y como avanzó hace seis días Europa Press, Interior ha propuesto revocar la declaración de utilidad pública a la asociación HazteOir.org por “faltar al respeto” con campañas como la del autobús a “otras opciones distintas” a las defendidas por la entidad. Así se desprende del expediente del Ministerio sobre el procedimiento de revocación de la utilidad pública, al que ha tenido acceso Europa Press.

En el marco de la campaña a la que se refiere el Ministerio, HazteOir.org puso en circulación un autobús con el lema ‘Los niños tienen pene;las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo. No permitas que manipulen a tus hijos en el colegio’. Según el informe del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, al que ha tenido acceso Europa Press, las campañas y actuaciones de HazteOir.org “no aportan un valor añadido a la sociedad para que pueda valorarse que concurre la utilidad pública”.

Por su parte, el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, señala que la campaña del autobús puede estar “amparada por la libertad de expresión”, pero considera que dicha actividad no puede ser promotora del interés general porque “la mera realización” de la misma incumple la Ley de asociaciones “al fomentar la intolerancia y menoscabar el principio de no discriminación por razón de orientación e identidad de género”.

ALEGACIONES DE HAZTEOIR

En las alegaciones presentadas por HazteOir.org, la asociación denuncia que “toda la propuesta de resolución se funda en varias mentiras”. Así, precisa que la campaña que protagonizaba el autobús no era una campaña “propia e independiente” sino “una segunda parte de la campaña iniciada en el año 2016”. Además, defiende que “la campaña ni iba contra nadie, ni faltaba al respeto a nadie” sino que “se limitaba a difundir un derecho constitucional de los padres a exigir formar a sus hijos de acuerdo con sus propias convicciones”.

Asimismo, se amparan en la “libertad de expresión” y en la “pluralidad”. “¿Cómo se puede sancionar a HazteOir.org retirándole la declaración de utilidad pública con el argumento de que su forma de pensar ha molestado a algunos? Esta manera de argumentar es propia de las dictaduras, pero no de las democracias”, denuncia.

“Terapias” para homosexuales y guerra al feminismo: así son los obispos que desafían al Papa Francisco

Unos 15 miembros de la jerarquía eclesiástica defienden posturas homófobas y antifeministas que chocan con las posiciones aperturistas del Pontífice. Entre otras cosas, aseguran que los homosexuales tienen cura.

De izq. a dcha., el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, el cardenal Antonio Rouco Varela, el arzobispo de Valencia Antonio Cañizares, el jefe de la Iglesia en Córdoba Demetrio Fernández González y el obispo de Getafe, Joaquín María López Andujar. / EFE – EP

Su traje lucía impoluto. Su voz, pausada y fuerte, mantenía en vilo a los fieles. De repente, lo soltó: “os aseguro que encuentran el infierno”. La sentencia del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, iba dirigida a las personas homosexuales. Aquella frase, que recorrió telediarios de distintas parte del mundo, le convirtió en uno de los rostros visibles del sector ultraconservador de la Conferencia Episcopal. Nunca se retractó, ni siquiera cuando el Papa Francisco empezó a dar señales en otro sentido. La línea dura de la Iglesia española, en la que se ubica Reig Pla, sigue fiel a sus postulados.

El sector más radical está compuesto por una quincena de obispos. La mayoría de ellos figura en uno de los rankings con peor prestigio del país: el listado de obispos homófobos que elabora el Observatorio Español contra la LGBTfobia (STOPLGBTFobia), coordinado por la confederación Colegas. No es casualidad que este colectivo que trabaja por la igualdad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en toda España lleve tres años haciendo un seguimiento de la jerarquía eclesiástica más homófoba: este tema ocupa uno de los lugares predilectos en el argumentario de los religiosos ultraconservadores. Según su estudio, uno de cada seis obispos mantiene posiciones de este tipo.

“Evidentemente, chocan con las posiciones más aperturistas que ha manifestado el Papa Francisco”, afirma a Público Paco Ramírez, presidente del observatorio y responsable de Colegas. “Las declaraciones de estos obispos son muy contrarias a la aceptación que preconiza el Papa, utilizando además un lenguaje vejatorio y poco edificante. De hecho, lo consideramos como un discurso del odio contra las personas LGTBI”, comenta el activista. En cualquier caso, advierte que “esto no quiere decir que en todo este momento el Papa no haya dejado de echar una de cal y otra de arena, quizás por la presión de los fanáticos y el conservadurismo más atroz”.

Peligrosos, pero curables

En el número uno de ese listado figura el cardenal Antonio Cañizares, actual arzobispo de Valencia, quien cree que existe –literalmente– un “imperio gay” que ejerce como polo de poder en España, e incluso llegó a identificar el matrimonio entre personas del mismo sexo como uno de los “principales peligros para la Constitución”. ¿Soluciones? El Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, tiene una bastante original: “curar” a los homosexuales, como si de personas enfermas se tratase. De hecho, él asegura que ya lo ha conseguido con algunos gays.

Otro de los obispos señalados en el ranking homófobo es Reig Pla, actual responsable de la Iglesia en Alcalá de Henares e integrante de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal. A su juicio, homosexualidad es sinónimo de “prostitución”. No en vano, antes del verano puso en marcha el servicio “Sexólicos Anónimos” para ayudar a los fieles que así lo deseen a “liberarse de la lujuria y alcanzar la sobriedad sexual”.

Entre los obispos que chocan con las declaraciones aperturistas del Papa Francisco también se encuentran el responsable de la diócesis de Getafe, Joaquín María López de Andújar y su número dos, José Rico Pavés, Obispo Titular de Mentesa y Auxiliar de Getafe. Asimismo, el ranking incluye al jefe de la Iglesia en Córdoba, Demetrio Fernández González, y a su homólogo en Sevilla, Juan José Asenjo“Eso de que cada cual pueda elegir su sexo nos parece una aberración. La ley de la ideología de género nos dice que el sexo no es algo de la naturaleza sino que es algo que uno elige libremente”, decía este último en una entrevista publicada en febrero pasado por el conservador ABC.

Feministas y marxistas

Precisamente, a los obispos de la línea dura les une otro objetivo: luchar contra lo que denominan “ideología de género”, nombre que habitualmente utilizan para referirse a la lucha feminista. Uno de los más rimbombantes a la hora de hablar de este tema ha sido el Obispo de Alcalá de Henares. En un escrito que figura en la web de su Obispado, Reig Pla asegura que los “feminismos ideológicos” se desarrollan “en un contexto mundialista de capitalismo tecno-nihilista que -para hacer de todo mercancía, incluido el cuerpo- ‘fagocita’ e ‘integra’ en el ‘sistema’ toda disidencia, incluso las propuestas de matriz marxista a las que ‘domestica’ y ‘comercializa’”.

Las preocupaciones del Papa Francisco, en cambio, parecen ir en otro sentido. En el prólogo del libro Diez cosas que el Papa Francisco propone a las mujeres –escrito por María Teresa Compte Grau– la máxima autoridad terrenal de la Iglesia Católica critica que “siga persistiendo cierta mentalidad machista, incluso en las sociedades más avanzadas, en las que se consuman actos de violencia contra la mujer, convirtiéndola en objeto de maltrato, de trata y lucro, así como de explotación en la publicidad y en la industria del consumo y de la diversión”.

Rouco y Munilla

Sin embargo, los obispos más ultras centran habitualmente su discurso en el feminismo, y no precisamente para alabarlo. El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid, es uno de los azotes del movimiento que defiende los derechos de las mujeres, acción en la que también destaca el obispo Munilla, una de las voces más polémicas de la Iglesia.

El sector ultraconservador de la Conferencia Episcopal también se opone a la apertura mostrada por el Papa Francisco hacia las personas divorciadas. Ni hablar de cualquier mínimo gesto de comprensión hacia aquellas mujeres que deciden libremente abortar. Munilla prefiere hablar directamente de “holocausto”.

“Como en la Edad Media”

En el Movimiento por un Celibato Opcional (MOCEOP) creen que existe una “guerra sucia” contra el Papa Francisco para tratar de hacerle dimitir. “Todos esos obispos y cardenales no quieren que las cosas se muevan, porque eso supone que pierdan control y poder”, afirma la presidenta de este colectivo, Tere Cortés. A su juicio, Jorge Mario Bergoglio tiene enfrente a unos “carcas” que buscan que “todo se quede como en la Edad Media”. Ante esa situación, su movimiento “apoya al Papa Francisco en esa lucha contra todos aquellos que buscan cortar cualquier intento de avance“.

En un comunicado difundido hace algunas semanas, el MOCEOP advertía precisamente que ese sector “está abiertamente en contra de las reformas y cambios que está propiciando el papa Francisco, porque está acabando con las situaciones de poder y privilegio que ellos han mantenido hasta ahora en una estructura inmovilista y cerrada de la Iglesia”, señalaban.

Indonesia quiere convertir en delito el sexo homosexual y extramatrimonial

Activistas pro-derechos del colectivo LGTB protestan contra la reforma del código penal que penalizaría el sexo entre homosexuales y otras medidas contra la libertad sexual a las puertas del Parlamento en Yakarta (Indonesia) el 20 de febrero de 2018. EFE/ Mast Irham EFE

 

“Las personas que no estén unidas por un matrimonio legal y que mantengan relaciones sexuales podrán ser condenadas a una pena de hasta cinco años de prisión”.

– “Quienes convivan como marido y mujer sin haber contraído matrimonio legalmente podrán ser castigados hasta con un año de cárcel”.

Esas son las polémicas frases que el parlamento de Indonesia quiere incluir en la reforma de los artículos 484 y 488 del código penal, que hacen referencia al sexo extramatrimonial y a la cohabitación. Como el matrimonio entre personas del mismo sexo está prohibido en Indonesia, esta reforma supone, de facto, la criminalización de la homosexualidad. Es la fórmula que los políticos han encontrado después de que, el año pasado, el Tribunal Constitucional rechazase una petición para ilegalizar las relaciones homosexuales.

Es también reflejo del gran paso atrás que el archipiélago está dando en materia de derechos y de libertades. Es lo que piensa Amir, que se enfrenta a diario a la discriminación por ser homosexual en la capital, donde vive. “Es el resultado del explosivo binomio que crean la política conservadora y el auge del islamismo integrista”, opina.

Una persecución creciente

La ley indonesia ya recoge el adulterio como delito. Pero, para que una relación sea tipificada como tal es necesario que uno de los protagonistas esté casado. La nueva formulación, con el mero cambio de unas pocas palabras, es la que provoca un vuelco en la situación.

La reforma, que aún está siendo debatida en el Parlamento, se suma a la creciente persecución que sufre el colectivo LGTBI en el país: el Gobierno ha prohibido aplicaciones de móvil para citas populares entre homosexuales y la Policía ha incrementado las redadas contra bares gais y la detención de sus clientes.

Además, el Ministerio de Salud ha incluido la homosexualidad en la lista de ‘desórdenes mentales’. En la provincia de Aceh –regida por la ‘sharia’–, dos hombres fueron fustigados 83 veces por mantener relaciones homosexuales y 12 mujeres transexuales fueron forzadas a cortarse el pelo y vestir ropa de hombre en público.

“Ser homosexual en Indonesia supone vivir atemorizado de por vida. Antes ya era suficiente castigo el estigma social que acarrea, pero ahora va a ser todavía peor. Va a ser un crimen”, se lamenta Amir. El Gobierno, sin embargo, afirma que la ilegalización servirá para aplacar a los colectivos más conservadores y evitar ataques violentos contra la comunidad LGBTI. Es más, asegura que la reforma supondrá una mayor protección para los homosexuales, algo que la organización Human Rights Watch ya ha tachado de “sinsentido”.

Los promotores de las enmiendas también esgrimen que los indonesios están a favor de la reforma legal, y algunas encuestas así lo corroboran: en diciembre, un 87,6% de quienes respondieron a las preguntas de la consultoría Saiful Mujani afirmaron que el colectivo LGBTI “representa una amenaza social”.

Activistas proceden a quemar un muñeco durante una concentración en contra del colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) en Banda Aceh, Indonesia, el pasado febrero. EFE

La aprobación de las enmiendas estaba prevista para San Valentín  –no se sabe si como muestra de humor negro – pero fue retrasada un par de meses. En cualquier caso, como la iniciativa cuenta con el visto bueno de los diez partidos políticos más relevantes, pocos dudan que se terminará llevando a cabo.

El 81,5% justificó su opinión argumentando que “la religión prohíbe ese tipo de sexualidad”, y solo el 57,7% consideró que los no heterosexuales “tienen derecho a la vida”. Un diputado islamista, Muslin Ayub, fue más allá y propuso castigar a los gais con la pena de muerte.

Dita Reninda, una periodista de Yakarta, es una de las voces que apoyan la nueva redacción propuesta. Sus argumentos evidencian su normalizada homofobia. “La homosexualidad puede ser dañina para la sociedad, porque la mayoría de los gais se camuflan detrás de una apariencia normal y no son honestos. Tampoco con sus esposas, lo cual provoca que muchas mujeres se vean infectadas con el VIH porque sus maridos mantienen relaciones homosexuales sin protección y a escondidas”, comenta.

Otros colectivos afectados

Naciones Unidas ha pedido que Indonesia no apruebe la reforma del código penal. “La retórica de odio contra la comunidad LGTB se está cultivando con objetivos políticos muy cínicos y solo provocará sufrimiento y una mayor división innecesaria. La discriminación en base a la orientación sexual, o por cualquier otra razón, es intolerable”, afirmó en febrero Zeid Ra’ad Al Hussein, comisario de la ONU para los Derechos Humanos.

Otros colectivos también han denunciado que los cambios propuestos en el código penal van a tener un impacto muy negativo en las mujeres, homosexuales o no, porque afectará también a las parejas más pobres, que, sobre todo en las zonas rurales, no contraen matrimonio de forma legal.

También sufrirán sus efectos las minorías étnicas que profesan el animismo y que se casan con una ceremonia religiosa sin validez en el registro civil, porque no está amparada por los seis cultos reconocidos. La reforma dejará en situación de vulnerabilidad a las víctimas de violaciones: bastará que el violador asegure que fue una relación consentida para que la mujer pueda ser acusada de mantener relaciones extramaritales.

“Si la mujer no prueba que hubo violencia o amenazas durante la relación, podría convertirse en imputada”, explicó el representante del Instituto para la Reforma de la Justicia Criminal, Erasmus Napitupulu. Las trabajadoras del sexo también podrían ser perseguidas por este delito, que, como han apuntado algunos juristas, incluso se podría utilizar contra turistas y residentes extranjeros que no hayan contraído matrimonio y mantengan una relación sentimental.

Finalmente, la reforma del código penal tiene un cariz autoritario. Afecta también a los artículos 238 y 239 sobre la difamación del presidente y del vicepresidente. Aunque el Tribunal Constitucional se ha mostrado contrario a la redacción propuesta, la nueva ley recogerá penas de hasta cinco años de prisión para quienes insulten o difamen a los mandatarios en público o de forma visible.

“Poco a poco, un país que se enorgullecía de ser moderado en su visión del islam se está radicalizando hasta niveles difíciles de creer. Pensábamos que, con el desarrollo económico, poco a poco Aceh se iría abriendo como el resto del país; pero es el resto del país el que se está cerrando como Aceh”, critica Amir.

Querido hijo

publicado en Cuarto Poder

Querido hijo:

Vas a llegar a un mundo maravilloso lleno formas de vida tan diferentes entre sí que no te vas a creer que vivamos todas juntas en el mismo planeta. Verás cuando descubras el agua, el sol, el fuego, el mar, las montañas, las nubes, los elefantes, las jirafas, los ratones, los escarabajos, ¡los perros!, las serpientes, los delfines, las medusas, y cuando veas volar en las alturas a los guacamayos en pareja… Y las secuoyas gigantes, el musgo, los tulipanes, el romero…

¡Enseguida te vas a dar cuenta de que “lo normal” en el universo es la diversidad!

Tú perteneces a la familia humana: el animal más peligroso de la Tierra. No tienes que tener miedo, solo conciencia. Aprende de tu mamá, que no teme a nada. Ella te pondrá una mochila en cuanto pueda y nos llevará a conocer lugares que te van a encantar. Yo, tu papá, me pondré a hablar hasta con las piedras y nos contaremos la vida con la gente que nos vayamos encontrando. Aprenderás mirando a los ojos que hay muchas culturas y maneras de entender la vida. Todas son válidas mientras no hagan daño a los demás. No eres más que nadie y tampoco menos que nadie. Eres único. Un pequeño milagro en el universo.

De momento, tú estás dentro de la tripilla de la mamá (no sabes lo gracioso que se mueve, parece que acaba de llegar a la Luna en una misión espacial), y la gente cuando nos ve, aún sin conocernos, nos pregunta qué eres. “¡Esperemos que una persona, señora!”, contestamos y sonreímos. También les decimos, si insisten mucho, y perdona la indiscreción, que nos han dicho que tienes pito. Sí, no tiene ningún sentido para nosotros tampoco, pero la sociedad a la que llegas está súperinteresada en lo que tienes entre las piernas, aunque luego también se ocupe de inculcarte que te lo tienes que tapar muchísimo, llevarlo siempre escondido, y que te tiene que dar una vergüenza horrible que te lo vean. Aunque por otra parte, si excede de determinada medida, debe ser un gran orgullo. Sí, un lío…

Ah, sí, que qué es un pito, que me voy por las ramas. Pues mira, hijo, los cuerpos humanos tienen partes. Ya te explicaré más en profundidad pero, por ejemplo, seguramente tendrás una cabeza, dos brazos, dos piernas, dos pies, dos orejas, dedos, una nariz, una boca, dientes, puedes tener un pito, una vulva, una mezcla de las dos, no sé; luego, por dentro tienes órganos que no se ven pero que son necesarios. La cosa es que hay partes a las que la gente les da más importancia, yo creo que es simplemente porque sobresalen un poco del cuerpo… Pues el pito, ya lo verás cuando se te active la vista (la vista es un sentido), bueno, que es como una especie de dedo, para que me entiendas, que está fuera de las manos y los pies y que no tiene hueso, que tiene sus propios mecanismos y que sirve básicamente para que saques el líquido de tu cuerpo, para que tengas bebés y para que te lo pases muy bien solo o con otras personas que tengan ganas de pasárselo bien contigo y con tu pito. Hay otro modelo que es lo mismo pero que tiene su propia estructura y sus propios mecanismos, que es la vulva.

Pues resulta que hay gente que, aunque seguramente nunca te verá el pito, la vulva o lo que sea que tengas, se imaginará lo que tienes y te tratará de una manera específica en consecuencia. Por ejemplo, si piensan que tienes vulva te dirán que eres una chica, querrán pagar menos por tu trabajo, pensarán que eres más frágil y menos resolutiva, te dirán que te tienen que gustar los chicos e incluso algunos querrán tocar tu cuerpo sin tu permiso… Y si presuponen que tienes pito te dirán que eres un chico y que te gustan los deportes y el liderazgo, te exigirán que seas duro, dirán que te tienen que gustar las chicas y que no puedes tener miedo ni llorar si estás triste.

No hagas caso de nada.

Según la estadística, la mayoría de la gente que tiene pito suelen ser chicos. Eso no quiere decir que todas las personas con pito lo sean. A nosotros nos vas a perdonar que nos tiremos a la piscina sin saber y, por comodidad, nos refiramos a ti en masculino. Si no hemos acertado y eres una nena con pito o una persona no binaria, no tienes más que decírnoslo. Sólo tú sabes quién eres en ese sentido. Los papás siempre te van a apoyar para que seas quien has venido a ser y, además, van a intentar que crezcas ajeno a los estereotipos de género. No te preocupes.

Tendrás la oportunidad de conocer a muchas personas y de comprobar que ser mayoría no es ser mejor. Solo es ser más gente. Y que, como en el resto de la naturaleza y como le oirás decir a tu abuela Carmen, hay de todo como en botica. Y en todos los formatos.

Las realidades, simplemente, son. Los conceptos a los que las ligamos son constructos humanos que al principio se dictan por los poderosos que asumen que su verdad es la única y la mejor. Después, la gente que ya existía pero con la que no se ha contado para escribir “la norma” tiene que trabajar muy duro para que se le reconozca y se le haga un hueco. A veces, esa “norma” está tan instalada que no quiere reconocer que estaba equivocada. Porque, a menudo, alrededor de la norma se inventan prejuicios que sirven para que la gente que está dentro de lo establecido se sienta superior a la que se ha dejado fuera. Y así se van construyendo privilegios para los de dentro. Y cuando llegan los de fuera a explicar que existen, los de dentro se sienten amenazados. Y tienen miedo. Y el miedo, hijo mío, es la mayor herramienta de control que existe. Por eso se inventan los enemigos. Para poder manipular a las masas. Así se tiene a la gente controlada fijándose en las diferencias con los demás y no en las cosas que se tienen en común.

A algunos les parecerá naif, pero yo estoy convencido de que la única herramienta que hará que se terminen los problemas será la empatía. Un arma infalible y la más poderosa. La más difícil de lograr, porque hay que apartar la rabia y amainar los miedos para conseguirla. La empatía y el amor son la energía más poderosa para establecer un entendimiento duradero. Ojalá definitivo. Lo demás es perdernos en los instintos que puede que nos calmen a priori pero que luego no sirven para nada. No te voy a decir que no te defiendas, pero piensa. Mantén la calma. Mantente despierto.

Seguramente ahora no me entiendas. Tenemos toda la vida para conversar. Será más divertido cuando esto sea un diálogo.

Sobre todo… Crea, mi amor. Crear es mil veces más poderoso que destruir. Construye tu espacio, ama sin medida y rodéate de quien te ame sin miedo. Sé buena persona. Sé feliz. No seas ajeno al dolor. Sé empático. Respétate y respeta. No seas parte de la injusticia. No abuses de tu poder ni dejes que nadie abuse de ti. Protege a tus hermanos animales. Báñate desnudo en el mar. Ríe. Llora fuerte hasta que te limpies la tristeza si tienes que hacerlo. Canta. Escribe. No te avergüences de sentir. Vive e intenta dejar el mundo mejor de lo que lo has encontrado.

Ya te quiero.

Kai Etxaniz
Músico y Autor
Activista por los derechos humanos Trans y antiespecista

Salir del armario en el mundo árabe: los homosexuales se hacen visibles para combatir la represión

«No se trata de una salida del armario, sino de que se hable del tema»

Está aceptado que el actor y modelo egipcio-canadiense Omar Shariff Jr., de 34 años, nieto del recordado protagonista de ‘Doctor Zhivago’, fue la primera personalidad pública que salió del armario en el mundo árabe, convirtiéndose en un referente para la comunidad de personas Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI). Lo hizo en 2012 en la revista ‘The Advocate’, cuando la Primavera Árabe que prometía traer aire fresco a Egipto culminó con la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes. A partir de aquel momento cosechó multitud de críticas y violentas amenazas. Huyó a EE UU para no regresar más; ni siquiera pudo volver a despedirse de su abuelo antes de que muriera, en 2015, porque podría haber sido detenido por ‘incitación al libertinaje’, la acusación más habitual para reprimir a los homosexuales en aquel país incluso hoy.

«Mis amigos me cuentan cuál es la situación. Viven con miedo, asustados de mostrarse como son de forma abierta, siempre mirando por detrás de su hombro, temiendo que, en cuanto salgan, su casa pueda ser registrada, o que sean agredidos por la Policía, detenidos y encarcelados. Allí sufren violencia y exámenes médicos invasivos (controles anales para hallar ‘evidencias’). No sólo los condenan por crímenes que no son tales, sino que su reputación queda destruida». Así resume el actor la situación que se vive en su país. Recibe unos cincuenta mensajes diarios de jóvenes de Oriente Medio y el norte de África que le agradecen haberles dado visibilidad y legitimidad. «Otros son llamadas de socorro que me hacen sentir desamparado».

Esta parte del planeta especialmente agresiva con estas personas centra el último informe de la ONG Human Rights Watch, ‘No longer alone’ (Ya no estamos solos’). Han entrevistado a activistas en una veintena de países de Oriente Medio y el norte de África que han querido hablar en vídeo, algunos dando la cara y otros no, para combatir la represión no solo de la calle, sino también la de sus respectivos estados. Como la bisexual libanesa Rima: «Las figuras religiosas, el Gobierno, tus padres, todos quieren opinar sobre lo que haces con lo que tienes entre tus piernas. Quiero decirte que no es asunto de ellos, y que tu cuerpo, tus deseos y tus ideas son solo tuyos. Si no les gusta lo que eres, están equivocados».

Como explican en la ONG, «no se trata de un grupo de individuos que salen a la sociedad… sino más bien del tema ‘que sale’ para la discusión social». Algunos insistieron en tener sus rostros escondidos o sus voces alteradas por lo que podría caerles encima con una salida del armario, y prefieren esperar a que llegue un momento más seguro. Según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexo (ILGA), 72 países de todo el planeta criminalizan las relaciones homosexuales y las castigan con un amplio abanico de fórmulas, que van desde multas de diversa cuantía hasta la prisión, cadena perpetua incluida, pasando por los latigazos. Y unos pocos utilizan la pena de muerte: Irán, Arabia Saudí, Yemen y Sudán la aplican en todo su territorio con la ley de la Saria en la mano; Somalia y Nigeria, solo en algunas provincias; y luego está la organización terrorista Estado Islámico, que arroja al vacío a esta personas en los territorios que aún controla en Siria e Irak. Afganistán, Mauritania, Catar, Pakistán y Emiratos Árabes Unidos la tienen tipificada en su Código Penal, pero no la aplican.

El gay argelino Rayan habla de espaldas en el vídeo; sus padres le llevaron a un sanador religioso que le golpeó mientras gritaba que tenía dentro una mujer y que había que sacarla: «Podría haber estado así toda la noche, pero nada variaría», dice. Ahora trabaja dentro de su país sensibilizando a los profesionales que trabajan en salud mental para que ayuden a estas personas en vez de intentar cambiarlas. Y eso pese a que las leyes que regulan las ONG en Argelia (y en Egipto, Libia, Marruecos, Baréin, Jordania, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes) hacen imposible registrar legalmente a aquellas organizaciones que trabajan sobre orientación sexual e identidad de género.

Infierno en la Tierra

Amenazas, represión, violencia… A pesar de esto, los participantes en el informe quieren mandar un mensaje esperanzador: no hay que estar «fuera» para hacer cambios. Lo dicen porque muchos tuvieron que escapar, como Hajar, una lesbiana de Marruecos. Decidió salir del armario en YouTube, y tuvo tanta repercusión que se vio obligada a dejar su país -que criminaliza su orientación sexual y la castiga con penas de cárcel de hasta tres años-. Ahora vive en Holanda, donde trabaja con refugiados de LGTBI. «Al principio estaba en guerra conmigo misma, tratando de cambiarme. Aparentemente podía ‘curarme’y lo busqué. La respuesta era siempre la misma, debía casarme y tener un hijo, pero esto explotó, por supuesto. En realidad no es una elección, yo no puedo cambiar, la única opción es aceptarlo y abrazarte a ti misma», dice.

Con estos testimonios de autoaceptación, Human Rights Watch y la Fundación Árabe para las Libertades e Igualdad (AFE) quieren ofrecer mensajes de apoyo y aliento a los que se sienten solos. La lesbiana Noor, de Sudán (los actos sexuales con consentimiento entre personas del mismo sexo son ilegales y castigados con la pena de muerte si se reincide tres veces), buscó en Facebook personas como ella: «Encontré un grupo con chicas sudanesas. Escribí ‘¿dónde están ustedes?’. Me di cuenta de que no estaba sola en el mundo, que había muchas personas como yo, y fui muy feliz. Creo que esa noche estaba tan feliz que ni dormí». Ahora trabaja en el norte de África para ayudar a los que sufren el aislamiento que ella misma vivió. La ONG señala que el colectivo está encontrando maneras de hablar, «contando sus historias, construyendo alianzas, estableciendo contactos a través de las fronteras, desarrollando movimientos nacionales y regionales, y encontrando formas creativas para combatir la discriminación».

Desde fuera, impera la idea de que aquellos países son un horror para esta comunidad, y puede ser así, pero los activistas destacan que esta visión perjudica su esfuerzo: «La cobertura que retrata la región como un infierno en la Tierra para estas personas no recoge su trabajo o lo vuelve completamente invisible», esgrime la ONG. «No queremos más la imagen de ser simplemente víctimas -dice el activista argelino Zoheir-. Queremos hablar sobre la realidad, sobre la violencia, pero también sobre lo que es positivo». En Omán, varios homosexuales comenzaron organizando «fiestas para que chicos se reunieran y establecieran contactos en un espacio seguro». En Jordania, activistas utilizan el teatro y otras artes para crear conciencia sobre la orientación sexual y la identidad de género.

Hasta que lleguen tiempos más amables, Omar Shariff Jr. anima desde su exilio a los que se quedaron: «Ni siquiera les digo que salgan del armario, porque no pueden ser el cañón de mis ideales. Les digo que aguanten y que permanezcan a salvo porque las cosas en algún momento mejorarán. Siempre lo hacen».

 

Testimonios

Yousif (Gay) | Baréin
«Es un contrato social. Tenemos petróleo, tendrás riqueza, así que cállate. Y si no te gusta, lárgate». Baréin no criminaliza la conducta del mismo sexo, pero la ley que reprime la disidencia de cualquier tipo limita las opciones de las personas de la comunidad LGBTI, acallando sus voces.
Hajar (Lesbiana) | Marruecos
«Buscaba ‘curarme’ casándome y teniendo un hijo. Pero aquello explotó. No puedo cambiar». Su país podría perder la oportunidad de acoger el Mundial de fútbol de 2026 porque «los actos sexuales entre personas del mismo sexo se castigan con penas de entre seis meses y tres años de prisión».
Hamed Sinno | (Músico gay) Líbano
«Sufrí bullying, me creía un monstruo de la naturaleza. Fue duro y lo sigue siendo, pero se vuelve más fácil». Es el país más libre y tolerante de Oriente Medio. Pese a ello, el artículo 534 del Código Penal castiga con hasta un año de cárcel «cualquier interacción sexual contraria al orden natural».
Dalia | (Lesbiana)Egipto
«Mi padre estaba contra mí en todos los aspectos, pero transformó su odio en aceptación y tolerancia». La homosexualidad no está prohibida en su legislación, pero las detenciones bajo acusaciones de prácticas inmorales, libertinaje y prostitución (que sí conlleva prisión) son habituales contra el colectivo.
Rashed | (Hombre trans) Jordania
«Dios nos hizo de esta manera. No tenemos nada de qué avergonzarnos, nada que esconder». En 1951 despenalizaron la homosexualidad en Jordania. Pero los transgénero lo tienen difícil: hasta seis meses de cárcel para «cualquier varón que vista como mujer y entre en un lugar para mujeres».

Las claves

Human Rights Watch
Fundada en 1978, esta ONG está integrada por 400 miembros en todo el mundo. Cada año, publica un centenar de informes sobre los derechos humanos en 90 países. Se reúne con gobiernos, Naciones Unidas, grupos regionales como la Unión Africana y la Unión Europea, instituciones financieras y corporaciones para presionar por cambios en la política. «Investigamos abusos, exponemos ampliamente los hechos y ponemos presión sobre quienes ostentan el poder, a fin de que se respeten los derechos y se asegure la justicia».
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activistas fueron entrevistados para el informe ‘Ya no estamos solos’, centrado en el activismo de la comunidad LGBTI y sus derechos en Argelia, Baréin, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Mauritania, Marruecos, Omán, Palestina, Catar, Arabia Saudí, Sudán, Siria, Túnez, Emiratos Árabes y Yemen.

IGNA DE GOMAR PÉREZ «Ni hábito ni mantilla: “Para cantar saetas hace falta sentimiento, y a mí me sobra”

Artista transexual, nacida en Cádiz pero residente en Bilbao desde 1978, para desde su balcón el pulso de La Palanca al paso del Nazareno. «Dios es más de corazón que de sexo». 

Igna de Gomar Pérez no tiene reparos en decir que la Semana de Santa de Bilbao le parece más «sosa» que la de su tierra. Claro que ella es de Vejer de la Frontera (Cádiz), donde el carnaval se vive al ritmo de las chirigotas y las procesiones al de las saetas, nada que ver con la contención que caracteriza estos pagos. Transexual por bandera, cambió su pueblo natal por Bilbao en 1978, cuando vino a trabajar a una sala de fiestas, el Variedades, se enamoró y echó raíces. Estrella del mítico Bataclán hasta que el edificio ardió por los cuatro costados en 1987, es testigo privilegiado del auge y caída de la calle Cortes, primero meca de los artistas y luego lumpen por obra y gracia de la droga, un tema en el que ella no desea entrar. «Tenías que ver cómo era esto. Cuando a Bilbao se le conocía por el color gris y el humo de las fábricas, Las Cortes era una isla de luz, llena de espectáculos y ambiente; los taxis haciendo cola del comienzo al final de la calle». El no va más.

«Cuando Bilbao era humo y fábricas, esto parecía una isla de luz; los taxis haciendo cola en la calle»

Siempre le gustó cantar saetas, «desde niña», y cuando llegó a Bilbao y conoció a las reinas del cabaret de finales de los 70 –Fina del Río, Manolita Quintero, Pepita Sevilla– que abrieron camino, algo se le removió dentro y decidió dar un paso al frente, «aunque al principio me ponía muy nerviosa y me faltaba el aire». Pero el destino estaba echado. Igna, que cantaba en directo, hablaba con el público y era cómica, no se cortaba ni con sierra, rememora mientras salen en la conversación nombres como Sara Montiel o Mari Fe de Triana. «Chiquilla, con esa voz que tú tienes que haces que no te han fichado para grabar un disco», le decía la sevillana cuando le cantó las ‘Cinco Farolas’.

La biografía de Igna daría para una enciclopedia. Artista del Bataclán, gerente del ‘Moulin Rouge’… «Me llamaban la ‘Giralda portátil’ –medía 1,97 metros–. A mí es que la altura me ha matado», suelta con una sonrisa que derrama un poco de tristeza y otro tanto de nostalgia. ¿Lo echa en falta? «Pues mira, no», dice con la certeza de quien sabe que cada cosa tiene su momento. «¿Conoces a la Divina Diva, de ‘La Tramoya’? Pues el año pasado le pasé el baúl entero con toda mi ropa. Es que somos muy amigas». Carretera y manta.

Se encoge de hombros cuando se le recuerda que dan mal tiempo para estos días. La Semana Santa es para ella «sentimiento, corazón y víscera», resume mientras se asoma al balcón enfrentado al de Vicente, otra leyenda del barrio. «No se puede cantar si no tienes algo dentro que sacar». Y susurra «Quisiera ser / quisiera ser golondrina / pa’posarme en el madero / pa’quitarle las espinas». El año pasado, los aplausos desbordaron los límites del barrio». Una paz enorme se dibuja en su cara mientras se asoma al balcón situado enfrente de ‘El Edén’ –otro imprescindible del barrio–, el mismo desde donde cautiva a sus incondicionales. «Porque te aseguro que mucha gente viene a ver al Nazareno, pero otros lo hacen para escuchar las saetas. Uno no se entiende sin las otras», apostilla orgullosa.

«Donde más fe se respira»

Y sí, Igna es muy religiosa. Tiene la casa llena de vírgenes y santos, «aunque no sea mucho de ir a misa. Eso sí, al Nazareno le visito con frecuencia». Cuando se le pregunta qué tiene la procesión de La Palanca contesta sin dudar que es «la más bonita de Bilbao, donde más fe se respira. No me imagino la Semana Santa sin ella. Aquí no sois tanto de saetas, por eso nosotras tenemos que hacernos fuertes». Lo dice sin arrogancia, pero convencida. «Mira, yo soy muy natural. No llevo mantilla, ni me pongo colorete o me pinto los ojos. Para cantar saetas no hace falta maquillaje ni hábito, sino tener sentimiento. Y a mí de eso me sobra».

Además, agradece los buenos momentos que le ha traído la vida y no se arrepiente de nada. «A mí me pusieron vagina con 20 años, ojalá hubiera sido antes, y aquí en Bilbao eso jamás ha sido un problema. Todos me quieren, me respetan. No tengo queja ni de los gitanillos del barrio. ¿Por qué iba a ser de otra forma? A Dios no le importa el sexo, sino el corazón de las personas, que se ayuden unas a otras».

Superar el miedo y elegir cómo vivir su orientación sexual: el doble proceso de los refugiados LGTBI

Un manifestante de Kenia se cubre con una máscara durante una concentración por la ley anti-homosexuales de Uganda. EFE

John recibió dos disparos por ser transexual en Colombia; a David, un reconocido activista hondureño pro derechos LGTBI, lo amenazó de muerte una banda del crimen organizado; y a Dushime le chantajearon agentes cameruneses por su homosexualidad. Los tres huyeron de la persecución en sus países. Los tres se enfrentan ahora a un nuevo desafío en los países donde han solicitado asilo: superar el miedo y ser quienes son.

“Es un proceso difícil, porque llegas a un sitio donde, de repente, todo está permitido. Al principio no te atreves a hacer nada”, explica Dushime, un ruandés que llegó a España desde Camerún, donde, apunta, “ser homosexual te lleva a la cárcel o a la muerte”. “En Madrid te dicen que hay un barrio gay y te preguntas cómo puede ser. ¡Allí no hay ni una casa!”, comenta en una conversación con eldiario.es.

Las personas LGTBI se enfrentan a una “represión generalizada” en todo el mundo que incluye detenciones, acoso y riesgo de muerte, según ha documentado Amnistía Internacional en su último informe anual. En 72 países ser gay, lesbiana, bisexual o transexual está criminalizado por ley. Pero, cuando escapan en busca de seguridad en otro país, a los obstáculos impuestos en su proceso de asilo se suman los desafíos internos derivados de su propio proceso.

Cuando huyen, el primer paso es romper el tabú y contarlo a la hora de solicitar asilo. “Hay personas que piden protección por un motivo, pero no hablan de la razón principal: su orientación sexual o identidad de género. Te lo dejan entrever o no te dicen nada hasta que están dentro del proceso y ven que aquí pueden hacerlo”, explica responsable de LGTBI en Acnur, Juan Carlos Arnáiz. “Cuando te crías en una sociedad homófoba, la interiorizas, algo que también ocurre en Europa”, sostiene Rodrigo Araneda, presidente de Acathi, una organización especializada en migración, refugio y diversidades LGTBIQ+.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) han detectado en los últimos tiempos un aumento de peticiones por razón de género y orientación sexual, pese a ser uno de los motivos menos conocidos y más difíciles de admitir por los propios solicitantes.

Activistas pro-derechos del colectivo LGTB protestan contra la reforma del código penal que penalizaría el sexo entre homosexuales y otras medidas contra la libertad sexual a las puertas del Parlamento en Yakarta (Indonesia) hoy, 20 de febrero de 2018. EFE/ Mast Irham EFE

Además de los trámites, las personas refugiadas LGTBI hacen frente a un proceso personal de “desarrollo de su identidad en libertad”. Debido a los prejuicios y la homofobia en todo el mundo, las inseguridades son comunes entre las personas LGTBI a la hora de definir y mostrar abiertamente su orientación sexual e identidad de género, pero cuando este paso se traduce en persecución o la muerte, el miedo es una barrera que les impide explorar quiénes son.

“Nos parece muy básico, pero ellos no han tenido la opción de conocerse y elegir cómo ser”, indica Ángeles Plaza, psicóloga de CEAR. Por esta razón, explica, en el país de acogida se inicia un proceso en el que descubren “cómo comportarse, la ropa que les gusta llevar, cómo moverse o qué les gusta y qué no”.

En estos contextos, dice, los referentes son fundamentales para desenvolverse en la nueva cultura. “El acompañamiento psicológico es muy importante, pero lo es más la construcción de vínculos. Necesitas personas que te den seguridad, a las que puedas recurrir sin hablar de estos temas”, señala Plaza.

“No podía contar mi historia, ¿qué iban a pensar de mí?”

John aterrizó en España desde Colombia en 2016. “Al llegar respiré tranquilo, sabía que no me iban a matar”, dice. Aunque el miedo no desaparecía: “No podía contar mi historia, porque era como si se me atragantase algo en la garganta. ¿Qué van a pensar de mí? ¿cómo me van a llamar? ¿cómo me tratarán?”, recuerda.

Entonces, John tenía 42 años. Solo habían pasado cinco desde que descubrió su identidad. “Al principio creía que era una mujer lesbiana”. Con 20 años, su padre le apuntó con una pistola. Sin apoyo familiar, comenzó a trabajar como transportista y fue detenido por su documentación. “Hace tres años unos compañeros me dispararon”, relata. También, dice, recibió amenazas de violación.

Activistas en favor de las uniones entre parejas del mismo sexo se manifiestan en Bogotá. EFE

Historias como la de John dejan huella en forma de traumas. “Son heridas muy profundas que condicionan su forma de ser y quiebran su confianza”, explica Plaza. Estas experiencias se reviven cada vez que vuelven a ser discriminados en los países de acogida. “Es frustrante cuando te dicen que vienen a un ‘país libre’ y les insultan. Cuando te cuentan que les han mirado mal, esa mirada conecta con muchos traumas pasados”.

También tienen que “reconciliarse con sus creencias” y superar los sentimientos de culpa, por ejemplo, por el daño familiar. “Hay un proceso de aceptación, en el que poco a poco se va trabajando esa culpa y aprendiendo que tiene unos condicionamientos culturales, sociales y religiosos”, comenta Plaza.

“Si regreso no es que pueda morir, es que voy a morir”

Sin embargo, es difícil desprenderse del temor. “El miedo está siempre contigo. Cuando estoy en medio de mucha gente o hablando sobre el tema empiezo a temblar. Te bloqueas y vuelve todo ese sentimiento de agobio y de miedo”, asegura David. Él nunca había sufrido rechazo familiar por ser homosexual, por lo que en 1999 creó la Organización Pro-Unión Ceibeña para defender los derechos LGTB en Honduras, donde los delitos de odio están a la orden del día.

Tras varias amenazas, la situación se hizo insostenible en 2013. “Un miembro del crimen organizado entró en las oficinas insultándonos y amenazándonos de muerte, también a nuestra familia. Denunciamos, pero al día siguiente nos sacaron del país”, relata. Llegó a Barcelona en 2016. “Me centré en visitar organizaciones para tener orientación para adaptarme y saber a qué puertas tocar para conseguir un empleo”.

La responsable de CEAR recalca que el número de concesiones de asilo por este motivo “es mínimo”, principalmente, porque, según explica, es algo “muy difícil de demostrar”. “Si no se forma y se sensibiliza a quien atiende a personas LGTBI, se verá desde nuestra percepción occidental, con estereotipos y prejuicios, y se puede quedar gente fuera porque, por ejemplo, tal vez dicen primero que son homosexuales y luego transexuales, caen en una contradicción y no se admite”, afirma.

Y, tras el proceso, la espera. Para muchos, volver no es una opción. “La pregunta no es si quiero volver a mí país, si no a ese infierno. Si regreso no es que pueda morir, es que voy a morir”, lamenta Dushime. David es más tajante: “No quiero volver. Nunca”.