La Generalitat Valenciana abre diligencias para sancionar al colectivo que organiza cursos para ‘curar’ la homosexualidad

Convivencia del colectivo Verdad y Libertad en las Esclavas de Gandia con participación de sacerdotes.

La Dirección General de Igualdad en la Diversidad de la Generalitat Valenciana ha abierto diligencias previas a un posible expediente sancionador a Verdad y Libertad y a su fundador, el médico granadino M.Á.S.C., por la celebración en tres sedes religiosas de Valencia de cursos homófobos. La investigación parte de la información publicada por eldiario.es que acredita con testigos, grabaciones y documentación estas pseudoterapias de aversión destinadas a modificar la orientación sexual, no permitidas en la Comunitat Valenciana desde la aprobación de la ley autonómica LGTBI.

“En el caso de producirse, el expediente sancionador se realizaría por incumplimento del artículo 60.4. de la ley LGTBI, que regula las infracciones muy graves, entre las que se encuentran la realización, difusión o promoción de métodos, programas o terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento destinadas a modificar la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de las personas, con independencia del consentimiento prestado por la persona sometida a estas terapias”, explican fuentes de la dirección general.

Según la ley LGTBI, aprobada por el Parlamento valenciano en noviembre de 2018, “las infracciones muy graves serán sancionadas con multa de 60.001 hasta a 120.000 euros”. Señalan las mismas fuentes, que la celebración de este tipo de cursos podría derivar en otro tipo de reprimendas administrativas como la inhabilitación temporal, por un periodo de tres a cinco años, para ser titular de centros o servicios dedicados a la prestación de servicios públicos.

Además, se puede imposibilitar a la asociación o al titular acceder a ayudas públicas de la Generalitat o contratar con la misma por periodos de tres a cinco años. La norma también contempla el cierre o la suspensión temporal del servicio, la actividad o la instalación por un plazo de hasta 5 años.

La ley LGTBI valenciana no obtuvo ningún voto en contra en el Parlamento valenciano, ya que fue apoyada por PSPV-PSOE, Compromís, Podemos y Ciudadanos con la abstención del Partido Popular.

Madrid investiga los cursos de Alcalá

Cursos similares a los de Verdad y Libertad celebrados en Valencia, al menos desde 2015, también se han impartido por parte del obispado de Alcalá de Henares, como reveló en exclusiva eldiario.es. Este tipo de sesiones están prohibidas en la Comunidad de Madrid y quienes las imparten pueden enfrentarse a multas de más de 45.000 euros. La administración autonómica madrileña también anunció que iniciaría una investigación por la celebración de estas terapias de reversión de la que de momento no se conoce más.

El arzobispado de Valencia, del que es titular el cardenal Antoñio Cañizares, se ha distanciado de los cursos homófobos de Verdad y Libertad. Pese a ello, Verdad y Libertad ha podido celebrar sus convivencias en tres enclaves religiosos valencianos: Salesianos de Godelleta, Esclavas de Gandia y Verbum Dei en Siete Aguas.

Albert Rivera busca desmarcarse de Vox y el PP en un acto de apoyo a gays y lesbianas

El candidato de Ciudadanos promete que, si gobierna, “en España no se va a dar ni un paso atrás en derechos y libertades civiles”

Albert Rivera y Pablo Sarrión, durante el acto de Ciudadanos en Albacete. Manu EFE

Albert Rivera se ha querido desmarcar hoy claramente del PP y de Vox en busca del voto de centro liberal. El candidato ha protagonizado en Albacete un acto de apoyo a la diversidad sexual y a los colectivos de gays, lesbianas y transexuales. En el Casino Primitivo de la ciudad, junto a Pablo Sarrión, candidato gay de Cs, ha querido marcar una nítida línea separadora entre los liberales y los conservadores.

El candidato naranja ha prometido que si su partido gobierna, “en España no se va a dar ni un paso atrás en derechos y libertades civiles; todos los pasos que se den serán hacia adelante”.

“Los conservadores quieren que nada cambie; pero los liberales queremos que las cosas evolucionen, y apostamos por mirar al futuro, no al pasado”, ha sentenciado ante unas 200 personas que llenaban el salón de actos del Casino de la capital albaceteña.

Tanto la presentadora del acto, la candidata de Cs a la Junta de Castilla-La Mancha, como el propio Rivera han destacado los avances que España ha protagonizado en los últimos años en defensa de los derechos de gays y lesbianas, como el matrimonio homosexual. Rivera se ha comprometido a consolidar esos derechos y a implantar nuevas medidas en este sentido.

Como ha asegurado, sin citar por su nombre a Vox, todavía hay quien defiende posiciones más del siglo XX que del siglo XXI y “aún hay personas que sufren discriminación por razón de su orientación sexual”.

LA EXPERIENCIA DE PABLO SARRIÓN

El acto ha sido especialmente emotivo. El joven Pablo Sarrión, de 29 años, un trabajador de Ciudadanos que ocupa un puesto simbólico de la lista de Cs en Madrid, ha narrado su experiencia personal y las dificultades a las que se tuvo que enfrentar, sobre todo en su pueblo de origen, Ontur, en Albacete, de sólo 2.000 habitantes.

Sus padres, Pedro y Pepi, han relatado cómo vivieron su homosexualidad, que empezó a manifestarse hacia los 12 o 13 años, una época que ella ha calificado como “unos años muy malos”. A veces enjugándose las lágrimas, su madre ha recordado cómo Pablo sufrió acoso, bromas y burlas pesadas en el colegio, que superó gracias a sus amigas. Fue en Canadáaños después, en una beca de estudios, donde asumió su sexualidad y la incorporó de forma natural a su personalidad.

El pasado 20 de marzo, la imagen de Pablo Sarrión se hizo viral cuando debatió en Al Rojo Vivo con el candidato de Vox por Albacete, Fernando Paz, que había defendido públicamente que los gays y lesbianas debían someterse a terapias para ‘curarse’. Sarrión le espetó que los gays no son enfermos. Y que posturas homófobas como la suya hacen mucho daño a un colectivo vulnerable que todavía tiene que luchar por sus derechos.

En aquel programa, Pablo Sarrión dijo a Fernando Paz: “Usted considera que yo tengo que ir a una terapia. Yo le digo que lo mejor es que lo acepte, esto no se trata de decidir si soy gay o no, yo nací gay y estoy muy orgulloso de serlo, igual que de ser español”. Paz dimitió dos días después.

Después de Pablo y sus padres, ha tomado la palabra Albert Rivera, que ha prometido que si Cs gobierna, en España va a haber “tolerancia cero frente a la homofobia”. El presidente de la formación naranja ha prometido “una ley efectiva de igualdad de trato” y que las parejas de hecho tendrán los mismos derechos que los matrimonios.

Rivera se ha extendido en la defensa de la gestación subrogada, de la que están a favor la mayoría de los colectivos gays. Y ha aprovechado para atacar a la vicepresidenta, Carmen Calvo, y a la número dos del PSOEAdriana Lastra, por rechazar lo que ellas llaman “vientres de alquiler”: “Yo no considero feminista a Calvo o a Lastra, políticas sectarias que no quieren que Pablo pueda ser padre en nuestro país”.

El líder de Cs ha reiterado que quiere ser “el presidente de todas las familias”: la familia tradicional, pero también las parejas formadas por gays y lesbianas, las familias monoparentales, los divorciados con custodia compartida o los padres mediante gestación subrogada.

LOS MÓVILES, PROHIBIDOS EN EL COLEGIO

Como la madre de Pablo ha relatado algunas situaciones de acoso escolar a las que se tuvo que enfrentar, Albert Rivera ha querido destacar una de las medidas que contiene el programa electoral de Cs que se ha hecho público hoy: su intención es que el uso del móvil se prohíba en todos los colegios, desde la entrada de la mañana hasta que los niños y jóvenes salgan por la tarde, incluido el recreo.

Rivera ha defendido que Pablo Sarrión pueda tener una familia y ser padre -si lo desea- porque los dos únicos principios que ha asegurado que tiene que cumplir una familia son “amor y convivencia”, sin condicionantes de orientación sexual o burocráticos.

 

Rivera: “Calvo y Lastra no son feministas, sino políticas sectarias que no quieren que los gais sean padres”

El candidato de Ciudadanos celebra un acto en apoyo de los derechos de los gais con el que se diferencia de PP y Vox

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera. FOTO: ANDER GILLENEA (AFP) | VÍDEO: EFE

Albert Rivera ha sacado este martes a relucir su perfil liberal abierto en las cuestiones morales para diferenciarse del PP y Vox. El líder de Ciudadanos (Cs) ha celebrado en Albacete un acto centrado en los derechos de los homosexuales, en el que ha estado acompañado de uno de sus candidatos por Madrid, Pablo Sarrión, de origen albaceteño, que ha contado emocionado junto a sus padres que sufrió acoso en la adolescencia por ser homosexual. Rivera se ha comprometido con los derechos de los gais y las lesbianas y los ha vinculado con la gestación subrogada. El candidato de Cs ha lanzado un dardo al PSOE por no aceptar esta práctica: “No considero feministas a las señoras [Carmen] Calvo y [Adriana] Lastra, esas políticas sectarias que no quieren que Pablo sea padre”.

Rivera ha comparado las reticencias de parte de los colectivos feministas o el PSOE con la gestación subrogada con los recelos en su día contra “los bebés probeta”. “A los que están en contra: ¿serían capaces de rechazar a un hijo por haber nacido por ese método?”, ha interpelado. Ciudadanos hace bandera de esta práctica en solitario. Es su programa electoral para el 28-A, propone una ley que la regule de forma altruista. El PSOE, al contrario, plantea en su programa que debe mantenerse prohibida.

El acto ha estado cargado, en realidad, de referencias a Vox y a su candidato por Albacete al Congreso, Fernando Paz, que tuvo que dimitir por sus declaraciones homófobas y antisemitas. Rivera ha censurado a los “odiadores profesionales” y ha remarcado las diferencias entre los “liberales y los conservadores”, en que los últimos “no quieren que nada cambie”.

El líder de Ciudadanos, que no reniega de un posible apoyo de la formación de extrema derecha en caso de que pueda sumar con el PP para formar un Gobierno de coalición, ha querido dejar un “aviso a navegantes”, que sonaba dirigido a Vox: “Si Ciudadanos gobierna España, no va a haber ni un paso atrás en las libertades”. “Tolerancia cero para la homofobia”, ha remarcado el candidato. Ciudadanos lleva en su programa que se blinde el matrimonio LGTBI en la Constitución española. Como propuesta relacionada (para dificultar el acoso en el colegio), el presidente de Cs ha planteado prohibir los teléfonos móviles en las aulas.

Le había precedido a Rivera una exposición muy emotiva de Pepi y Pedro, padres de su candidato Pablo Sarrión, que han contado a los dos centenares de simpatizantes en el Casino Primitivo de Albacete que su hijo dejó de ser feliz a los 13 años, cuando empezaron a acosarle en el colegio por ser gay. “Los últimos que nos enteramos somos siempre los padres”, ha admitido Pedro sobre la homosexualidad de su hijo, en un relato que ha tenido también momentos cómicos, como cuando ha relatado que Pablo “tuvo una novia, aunque el roce no era muy fuerte”. El hombre se ha terminado preguntando, con una lógica aplastante: “¿Por qué no pueden tener los mismos derechos unos que otros?”.

Sarrión ha recordado que su colectivo “sufre” y ha pedido “avanzar hacia la diversidad y la tolerancia”. “Gracias Albert por defender mi causa y la de muchos que tenemos que escuchar que estamos enfermos, que el matrimonio es únicamente entre el hombre y la mujer. La de muchos que no queremos ser encerrados en un armario”. El joven se ha felicitado por conseguir que el dirigente homófobo de Vox tuviera que dimitir. “Los albaceteños, no es que no le hemos apoyado con votos, es que lo hemos echado”.

 

Arrancan la placa en homenaje a ‘La Veneno’ una semana después de su colocación en Madrid

La placa en homenaje a ‘La Veneno’ es arrancada una semana después de su colocación. TWITTER @RUBENLODI

Así lo ha denunciado en la red social Twitter Rubén López, director del Observatorio Madrileño contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia y miembro de la ejecutiva de Arcópoli, asociación que junto a la Junta Municipal de Distrito de Moncloa-Aravaca, llevaron a cabo la inauguración de la placa en homenaje a ‘La Veneno’ el pasado lunes 8 de abril, hace tan solo una semana. Anteriormente, Arcópoli ya había colocado en el mismo parque placas en honor a Ortiz antes de que la oficial llegara la semana pasada.

En el mensaje que ha difundido López, ha asegurado que denunciarían el acto vandálico al Ayuntamiento de Madrid y que exigirían su reposición. “Si alguien se cree que por arrancar la placa de Cristina Ortiz, La Veneno, va a dejar de estar ahí, lo llevan claro”, ha declamado en honor a la homenajeada.

La placa fue inaugurada el pasado lunes 8 de abril en el madrileño Parque del Oeste, donde ella ejerció la prostitución, más de dos años después de su muerte. ‘En memoria de Cristina Ortiz, La Veneno, mujer transexual visible en los años 90’ es la frase que se había incluido en la placa, que estaba ubicada entre la calle Francisco y Jacinto Alcántara y el Paseo de Camoens.

Cristina Ortiz fue una actriz y vedette transgénero muy popular en la década de los 90 en televisión y falleció en 2016 tras pasar cuatro días en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital La Paz de Madrid, a la que llegó después de ser encontrada en su casa con un golpe en la cabeza.

HOMOFOBIA : La ola de agresiones homo-transfóbicas que sacude a la comunidad LGBTI de Chile

“A Brenda la mataron de forma brutal. Quiero justicia para ella, que se sepa quién la mató de esta manera, que este hecho no quede impune, que las autoridades ayuden en esto, por favor”. Fueron las palabras desesperadas de Gloria Vallejos, madre de Brenda, asesinada cerca de su casa el lunes pasado en Valparaíso, en la zona central de Chile.

Personas sostienen paraguas arco iris para celebrar el Día Internacional contra la Homofobia frente al edificio del Parlamento rumano en Bucarest. DANIEL MIHAILESCU / AFP

“A Brenda la mataron de forma brutal. Quiero justicia para ella, que se sepa quién la mató de esta manera, que este hecho no quede impune, que las autoridades ayuden en esto, por favor”. Fueron las palabras desesperadas de Gloria Vallejos, madre de Brenda, asesinada cerca de su casa el lunes pasado en Valparaíso, en la zona central de Chile.

Brenda Plaza tenía 41 años y era una mujer trans que vivía en Iquique, al norte del país, pero aterrizó hacía dos meses al litoral para visitar a su madre. Hasta ahora no se han encontrado los responsables del crimen, pero familiares y activistas criticaron que la policía hablara de ella como “una persona de sexo masculino vestida de mujer”. “Hasta el último momento trataron a Brenda como hombre. Así que no podemos esperar que los malos dejen de matarnos, ni mucho menos podemos esperar respeto de los demás, si la misma policía no nos respeta”, espetó la concejala trans de la ciudad porteña, Zuliana Araya.

El asesinato de Brenda se suma a una larga lista de agresiones y ataques que se han registrado en el país suramericano en el último tiempo. Según el XVII Informe Anual de los Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género, elaborado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), en 2018, en Chile se denunciaron 698 casos de violencias y abusos basados en la orientación sexual o la identidad de género de las personas. En comparación a 2017, se registró un aumento de un 44%, la cifra más alta que se ha registrado en los últimos 17 años. El documento también revela que por tercera vez en este período, la población trans acumuló el mayor número de vulneraciones, con el 39% del total, correspondiente a 273 casos, el más alto conocido hasta ahora.

Hasta el 15 de marzo, se registraron en el país sudamericano 13 casos de violencia física por diversidad sexual, un 85% más que el promedio de años anteriores entre enero y marzo. En este recuento no se consideró el homicidio de Brenda ni tampoco la agresión que sufrieron un grupo de mujeres trabajadoras sexuales trans, que fueron apuñaladas a finales del mes pasado.

Entre los últimos casos que han conmocionado la sociedad chilena hay la “violación correctiva” de un hombre a su hijastra por ser lesbiana; o el ataque a la joven Carolina Torres, que quedó herida con riesgo vital tras ser golpeada con un palopor dos hombres mientras paseaba de la mano de su novia y otra amiga.
Precisamente, este jueves, después de dos meses de búsqueda, los presuntos agresores de Carolina fueron detenidos y, tras pasar a disposición del juez, quedaron en prisión preventiva mientras dure la investigación. El magistrado consideró que existe riesgo de fuga y que representan un peligro para la víctima y para la sociedad. No tuvieron la misma suerte las familias de María Pía Castro y Nicole Saavedra, asesinadas en 2008 y 2016 respectivamente, por ser lesbianas. Ambas muertes siguen impunes hasta el día de hoy.

“Efecto rebote” y ultraderecha

Érika Montecinos, directora de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, vincula la ola de agresiones de los últimos meses a la irrupción de los discursos de odio de los sectores “fundamentalistas y ultraconservadores” que han aparecido en todos los medios y la sociedad en general. “Es un acoso que nosotres vivenciamos diariamente, sobre todo aquellas personas que tienen una expresión o identidad de género diversa, como las lesbianas camionas o las personas trans”, explica.

Coincide con ella el encargado de legislación y políticas públicas de Organizando Trans Diversidades (OTD), Franco Fuica, que apunta que los logros de la comunidad LGBTI se convierten en “razones para ser más odiados” por parte de los sectores más reaccionarios. “Hay un efecto rebote”, afirma.

De hecho, los avances en la tramitación de la Ley de Identidad de Género, que se promulgó el noviembre pasado, y el triunfo de la película Una Mujer Fantástica en los Oscar de 2018 provocaron la ira y el rechazo homo-transfóbico de varios grupos y personas que se movilizaron para boicotear la norma o para ofender a la protagonista del film, Daniela Vega. Concretamente, del total de casos de discriminación del 2018, 15 fueron dirigidos contra la actriz y 218 para boicotear la ley, según el Informe Anual.

Para Montecinos no se puede pasar por alto las consecuencias que tienen hasta hoy las dictaduras que en los 70 acecharon los países de América del Sur. Según ella, los grupos vinculados a los asesinatos y desapariciones no han desaparecido totalmente y resurgen ahora “con discursos neofascistas”. Opina que en los gobiernos de derecha “no hay mano dura ni políticas efectivas” que condenen los discursos de odio que incitan a la violencia. Y añade: “Se normalizan y relativizan detrás de una errada interpretación de la libertad de expresión”.

Fuica considera que lo que ocurre en Chile tiene relación directa con el auge de la extrema derecha a nivel global y el “mal manejo de los gobiernos socialistas”. Según él, los partidos conservadores “han empoderado a estos grupos que habían estado en la sombra y ahora aparecen sin temor, vergüenza ni pudor”.

Políticas a debate

Chile tiene varios pendientes en materia de políticas antidiscriminatorias. En 2012 se promulgó la Ley Antidiscriminación, más conocida como Ley Zamudio, en homenaje al joven Daniel Zamudio, víctima mortal de una agresión homofóbica perpetrada por un grupo neonazi. Sin embargo, las organizaciones LGBTI reclaman una revisión de la normativa porque la consideran insuficiente. “No tiene sanciones contra quien discrimina, excepto una multa que además tiene un beneficio fiscal; y hay que cambiar la carga de la prueba: no debería ser la víctima quien demuestre la discriminación, sino que tendría que ser el agresor quien debiera probar que no lo hizo”, lamenta Franco Fuica.

El gobierno de Sebastián Piñera anunció para marzo la convocatoria de una consulta ciudadana para evaluar la efectividad de la ley, pero de momento no ha habido avances al respecto y el anuncio quedó en meras palabras al viento.
Ante el aumento de la violencia y desprotección, el Ejecutivo también decidió establecer una mesa de trabajo abierta a las organizaciones sociales. Sin embargo, algunas de las entidades fueron excluidas de la convocatoria y quedaron sin representatividad. La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, indicó que el incremento de agresiones contra mujeres lesbianas y trans, requiere “un trabajo especializado” y “una protección especial” porque la violencia que afecta a estos grupos de mujeres “tiene unas características especiales”. Sin embargo, tampoco en eso ha habido avances.

Érika Montecinos considera que hasta ahora las políticas públicas dirigidas a la comunidad LGBTI “han sido débiles” y no han abordado la “violencia estructural que niega derechos, por ejemplo, a las familias diversas, o que impide el matrimonio igualitario”. Por eso, desde su organización reclaman leyes “más severas que sirvan para combatir la incitación y crímenes de odio”. Como mujeres lesbianas y trans, exigen que se las incluya en las leyes integrales de violencia contra la mujer: “Queremos que se considere la violencia a las mujeres por su orientación sexual e identidad de género, que se busque una mirada más amplia y no heteronormativa”, sostiene.

Desde OTD, Fuica redunda esa mirada y añade la importancia de transformar desde la educación: “Es el pilar fundamental para el cambio social hacia la igualdad verdadera”, concluye.

28-A Conquistando nuevos espacios Compromís, único partido que entra en campaña electoral en las aplicaciones de contactos gay

La coalición valencianista Compromís inserta propaganda electoral en Grindr para captar el voto del colectivo LGTBI

Dos capturas de la propaganda electoral de Compromís en la ‘app’ Grindr. E.V

La campaña electoral ha llegado a espacios hasta ahora inimaginables. Donde menos uno se lo imagina hay un votante potencial, alguien que puede acabar metiendo la papeleta con uno u otro logo en las urnas el próximo 28 de abril. La coalición valencianista Compromísse ha atrevido a lanzar una original campaña invitando al voto de su formación para las próximas elecciones generales y autonómicas en Grindr, una aplicación de contactos con un público mayoritariamente masculino homosexual.

Grindr es la mayor red social LGTBI orientada al público masculino por su volumen de usuarios, con una presencia en más de 192 países. En esta red de contactos, la formación de Mónica Oltra ha encontrado un nicho de mercado en el que adentrarse. Los tradicionales carteles en los muros de las calles, los anuncios en televisión, radio o prensa, aunque no son cosa del pasado, ahora tienen nuevos competidores cuya sede está a la otra parte del Atlántico. Hasta el momento, Compromís es el único partido español que inserta propaganda electoral en un espacio con semejantes características.

Desde Compromís afirman haber acabado con la homofobia en las instituciones y que están aprovechando esta campaña para explicar todo lo que han conseguido esta legislatura. Y, según relatan fuentes de la formación, uno de los elementos más destacables ha sido la política de igualdad hacia las personas LGTBI, con la Ley LGTBI y la Ley Trans, aprobadas en las Cortes valencianas. Son conscientes de la ventaja que tienen dando visibilidad a un colectivo que ha estado durante mucho tiempo en la sombra. De ahí, su presencia en Grindr, donde han insertado su eslogan, ‘Imparables’, y una imagen en la que se puede ver a Oltra abrazando a su candidato por Valencia, Fran Ferri, rodeados por una bandera arcoíris en el hemiciclo, momentos después que se aprobara la ley.

De hecho, muchos cargos de la formación valencianista son abiertamente homosexuales y no se han escondido mientras han ocupado sus cargos públicos en los diferentes organismos. Ahora, la formación liderada por Oltra aspira a tener grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados, con Joan Baldoví a la cabeza, y trasladar las políticas en esta materia a Madrid.

Además, en estos spots publicitarios en la aplicación de citas gay, Compromís invita al público LGTBI a participar en la fiesta que organizan este domingo a las 19 horas en una conocida sala del centro de Valencia, con la participación de Oltra y Ferri. El acto estará amenizado por la conocida artista La Prohibida, símbolo del colectivo LGTBI en España.

“Si yo tengo un amigo gay”, “que cada uno haga en casa lo que quiera” y otros comentarios que encubren la homofobia

Seguro que lo has escuchado alguna vez. “Si yo tengo un amigo gay, pero…”, “no pasa nada por que sea lesbiana, pero ¿por qué tiene que ir diciéndolo por ahí?”, “me parece genial que celebren el Orgullo, pero…”, “cada uno en su casa que haga lo que quiera, pero…”. Se oyen en clase, en el bar, en una cena familiar, en el trabajo o en el grupo de amigos y según la campaña que acaba de lanzar la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) se trata de una patología que afecta a la población, el llamado “síndrome del pero” que con altas dosis de ironía la organización propone combatir a través de un medicamento denominado Argumentine.

“Está entre nosotros y afecta en España a miles de personas. No importa el género ni la edad ni la clase social. Nadie está a salvo. Incluso tú puedes estar sufriéndolo”. Así presenta la FELGTB la iniciativa, que pone énfasis en ese tipo de afirmaciones que aparentan tolerancia hacia el colectivo LGTBI, pero que forman parte de un discurso discriminatorio sutil y menos evidente que las palizas, los insultos o el acoso que siguen sufriendo las personas gays, lesbianas, bisexuales y trans. Como si se tratara de una patología que amenaza a la población, la organización quiere poner sobre la mesa el daño que estas actitudes pueden acarrear. Ante ello, propone un tratamiento, el Argumentine, que emula un medicamento que actúa contra el síndrome.

Con una composición de 50 miligramos de argumentos y otros 50 de paciencia, el Argumentine no es otra cosa que una batería de argumentos que busca dotar de respuestas a todas las personas que “se encienden” cuando escuchan este tipo de comentarios en conversaciones cotidianas, ya sea en forma presencial o en redes sociales. El objetivo de la campaña, disponible en una página web, es “proponer esta reflexión a la ciudadanía y tener argumentos para poder contestar a los ‘peros’ del día a día”, señala la presidenta de la FELGTB, Uge Sangil, que apunta a que “muchas veces nos quedamos en blanco o no sabemos qué responder”.

A pesar de que no es algo nuevo, la organización no quiere dejar pasar la irrupción de discursos que cuestionan los derechos LGTBI mediante la fórmula del ‘pero’. Algo muy habitual entre los representantes de Vox cuando han tenido que pronunciarse públicamente al respecto y como ha hecho Santiago Abascal varias veces al referirse al matrimonio igualitario, que prometió derogar para impulsar uniones civiles. Es el clásico “que hagan lo que quieran, pero que no lo llamen matrimonio” que llevó al PP a recurrir la reforma del Código Civil de 2005 ante el Tribunal Constitucional.

La del matrimonio es una de las diferentes manifestaciones del “síndrome del pero” para las que el Argumentine ofrece respuestas. “Entiendo que quieran cambiarse de sexo, pero que no tenga que pagarlo yo”, “entiendo que tengan su orientación sexual, pero que lo hagan en su casa”, “el colegio es para educar, pero no para adoctrinar”, “me parece genial que hayan conseguido derechos, pero ¿qué más quieren?” y “perfecto que celebren el Orgullo gay, pero ¿y el de las personas heterosexuales?”, son el resto. Entre las réplicas, que llamar al matrimonio de forma diferente implicaría estar hablando de una categoría distinta que genera desigualdad, que “ser trans no es un retoque estético” y hablamos de derechos humanos o que visibilizar la realidad LGTBI es “imprescindible para mostrar que existe”.

“Homofobia pura y dura”

Con ello, la FELGTB pretende ayudar a combatir la impotencia que muchas veces surge como reacción más habitual por parte del que escucha estos comentarios. De hecho, que este tipo de LGTBIfobia sea más sutil que la violencia directa puede conllevar que sea más difícil de identificar y de combatir, tal y como pone de manifiesto un informe de la UNED sobre el tema publicado en 2017. Los resultados de la investigación concluyeron además que en España la discriminación sutil percibida es mayor que la manifiesta porque “a pesar de la existencia de legislación avanzada y de la aparente tolerancia, hay una amplia evidencia de que en la sociedad española aún hay prejuicios y discriminación”.

Ana Murillo, una mujer lesbiana integrante de la recién creada en Madrid Plataforma de Encuentros Bolleros, tiene claro que lo que hay detrás del “síndrome del pero” es “homofobia pura y dura” y que “el ‘pero’ que alguien pronuncia hoy es el silencio de la sociedad ante las agresiones físicas de mañana” o la existencia de terapias que pretenden ‘curar’ la homosexualidad como las del obispado de Alcalá. Su experiencia con el “síndrome” viene de lejos y recuerda que la primera respuesta que recibió cuando le contó a parte de su familia que es lesbiana fue que “me seguían queriendo, claro, pero que no había ninguna necesidad de contárselo a más gente o mostrarme abiertamente o tener muestras de cariño públicamente”.

Rubén Serrano, periodista e impulsor del #MeQueer, una etiqueta que recopila testimonios de homofobia, bifobia y transfobia en Twitter, se acuerda especialmente de su época en el instituto, donde escuchó aquel “no me importa que sea gay, pero que no mariposee delante de mí”. “Yo tenía y tengo pluma, era imposible salir del armario en ese entorno hostil”, lamenta. La plumofobia, de hecho, es otras de las discriminaciones muy relacionadas con el “síndrome del pero” y que es aquella que penaliza a las personas que se salen con su forma de hablar, vestir o expresarse de la norma que asocia a hombres y mujeres roles diferentes. El típico “gay sí, pero que no se note”.

“Es un pensamiento que vende tolerancia pero que en el fondo es pura homofobia porque no nos está respetando”, explica Serrano, que insiste en que el ‘pero’ es la punta de un iceberg que sigue viendo “lo diferente a la norma como algo raro, excepcional, irrelevante y que no merece atención o respeto”. Y es que el “síndrome” tiene consecuencias. Aunque Murillo reconoce que a sus 41 años y “como parte de una comunidad bollera que utiliza su visibilidad como herramienta” ya no se siente igual que cuando era joven, sí asume que en otra época llegó a creerse “que el espacio que acabaría habitando sería solitario, oscuro y frío –el armario, prosigue– y que para evitar la hostilidad, había que estar callada y mentir”.

El diagnóstico

No solo la campaña de la FELGTB es de utilidad para aquellas personas que quieren responder ante los ‘peros’ habituales, también incluye un test “para que toda persona interesada en saber si ha contraído o no el síndrome, pueda comprobarlo y para que en caso afirmativo, acceda al tratamiento”, explica la federación. “Cuidado, es fácil que tú también presentes síntomas” es la frase que encabeza el cuestionario formado por preguntas relativas al matrimonio igualitario, las muestras de afecto entre personas del mismo sexo o la celebración del Orgullo LGTBI. Los diagnósticos posibles son cuatro: desde el más positivo –”Ni rastro de síndrome”– al “cuidado, empiezas a mostrar los primeros síntomas” para pasar al “¡Argumentine, por favor! En el último tiempo has empeorado” y “¡alarma! no queremos asustarte pero tu caso es muy grave”.

“Si de verdad defiendes la igualdad, no cabe ningún ‘pero’ en tus argumentos porque el ‘pero’ significa discriminación. Eso sí: por la otra parte debe haber una predisposición a escucharnos porque si no es como hablar con la pared”, zanja como última receta Serrano.

INTERSEXUALIDAD : “Fue gratificante cuando me convertí en el chico que siempre había soñado”

Gabriel J. Martín nació con genitales intersexuales y fue criado como una niña hasta que llegó a la adolescencia y virilizó

Gabriel J. Martín ofreció la semana pasada en Bilbao la charla ‘Intersexualidad en primera persona’. (Oskar M.Bernal)

BILBAO– Cuando Gabriel J. Martín (San Fernando, Cádiz, 1971) nació, sus genitales externos tenían apariencia femenina. Los médicos no lo dudaron, concluyeron que se trataba de una niña. Su padres le llamaron Patricia y fue educado en femenino. “Pero yo tenía un comportamiento arquetípicamente masculino, me gustaba jugar con niños, a juegos de niños, me gustaba vestir con ropa de niño, pedía peinados de niño… Incluso cuando me imaginaba a mí mismo en juegos, me veía como un niño”, explica este hombre, psicólogo de profesión y residente en Barcelona. El shock llegó con la pubertad. “Mis genitales internos estaban formados de manera habitual, tenía testículos en las ingles, que eran funcionales y produjeron testosterona, entonces virilicé y me desarrollé en masculino”, detalla. Un momento que para Gabriel fue doloroso, pero también liberador.

“Recuerdo dos momentos importantes en mi vida. Uno, cuando empecé a darme cuenta de que estaba virilizando, que me crecía el pene, que tenía vello en los brazos, en la cara, que me estaba convirtiendo en el chico que siempre había soñado. Ese momento fue, por una parte, gratificante, porque era como cumplir un sueño, pero a la vez supuso mayor rechazo, mayor acoso en el instituto, en la calle. Fue un momento muy crítico para bien y para mal”, asegura. “El otro momento fue cuando buscando en un libro sobre sexualidad de los años 70 me encontré con la definición de pseudohermafroditismo, que es como se llamaba entonces, y vi que encajaba a la perfección con lo que le estaba ocurriendo a mi cuerpo, aquello también fue una revelación, dejar de estar perdido y tener un mapa, eso fue maravilloso”, añade.

Gabriel vivió su infancia y adolescencia en soledad. No recibió el apoyo de sus padres ni del resto de su entorno. “La solidaridad, la comprensión, el apoyo comenzó en la edad adulta, cuando mi entorno empezó a hacerse adulto”, lamenta. “El entorno fue bastante poco acogedor conmigo en general, es verdad que los entornos escolares son muy complicados, porque los cerebros son muy inmaduros. No puedes pedirle a un crío de 10 o 15 años que tenga la madurez que no está teniendo el adulto, así que no queda otra que convivir con ese entorno”, relata. Gabriel explica que fue a los 18 cuando empezó a tener algunas amistades. Pero además de la soledad, el hombre pasó toda su infancia y adolescencia sin referentes, algo demoledor, según explica. “Los referentes son fundamentales, especialmente para las minorías. Te ayudan a encaminarte, te sirven de apoyo. Esto pasa con otros colectivos, cuando te das cuenta de que hay algo muy diferente en ti que los demás no podrán comprender y que, por lo tanto, no puedes compartir con ellos, hay una falta de intimidad con esas personas. Y esa falta de intimidad, de confianza, genera una distancia psicológica y esa falta de vinculación con los otros la experimentas como soledad”, apunta.

 

GENITALES INTERSEXUALESGabriel aclara que “no hay personas intersexuales, sino personas con genitales intersexuales”, aunque reconoce que el debate es complejo. “Es una de las cuestiones que siempre sale en los debates. Decimos tres noes: no es una patología, no es una identidad, no es una orientación”, comienza. “La intersexualidad es algo que tiene que ver con un fenotipo, con cómo está tu cuerpo. Por eso se cuestiona también por qué se está incluyendo en las siglas LGTB si no es una orientación ni una identidad. La mayoría de las personas que tenemos genitales intersexuales lo asociamos a algo genital o cromosómico y la mayoría no se siente interpelada por las siglas LGTB”, continúa. “Pero sí que es verdad que por el hecho de formar parte de un colectivo que tiene que ver con la diversidad sexoafectiva, entendemos que las alianzas siempre son positivas”, concluye su análisis.

La pregunta parte del supuesto de que el mundo se divide en dos grupos, el masculino y el femenino, y que las características biológicas y genéticas de todas las personas se ajustan a una de estas dos categorías. Sin embargo, no siempre es así y, de hecho, lo contrario es más frecuente de lo que se piensa. “Todo el mundo conoce a una mujer trans pero cree no conocer a ninguna persona intersex”, lamenta Gabriel J. Martín, que sin embargo reconoce que desde hace diez años la intersexualidad tienen más visibilidad.

“Lo habitual es que los médicos estén perdidísimos, afortunadamente, en muchos casos, las familias localizan unidades expertas adonde dirigirse. En Cruces hay una unidad genética que lo hace muy bien, de hecho, los análisis genéticos de toda España los hacen aquí, mi mutación la encontraron aquí”, explica. Hasta hace poco, era habitual someter a los menores a intervenciones quirúrgicas para “normalizar” sus genitales, sin embargo, en 2012, la revista Pediatric publicó un protocolo que “básicamente dice que no se interviene a no ser que el bebé corra peligro”.

“En algunos casos están afectadas glándulas suprarrenales, en otros casos, por ejemplo, los testículos son funcionales pero están alojados en las ingles y si no los sacas pierden funcionalidad. Pero se recomienda hacer la mínima intervención porque antes lo que se hacía era feminizar los genitales creyendo que la identidad de género que iba a desarrollar el bebé iba a depender de la educación. ¿Qué pasaba? Que empezó a haber cada vez más casos de bebés que habían sido asignados como niñas pero no tenían identidad femenina”, subraya el psicólogo. “En estos momentos se aconseja lo mínimo, incluso cuando hay una sospecha bastante fundada de que probablemente tenga identidad femenina. Si el clítoris es más grande de lo habitual se aconseja no intervenir porque puedes eliminar placer y estás afectando a la sexualidad de esa persona”, ahonda.

En 2017, Alemania fue el primer país europeo en reconocer el legalmente el tercer sexo, aunque desde hacía cuatro años ya permitía dejar en blanco la casilla de sexo. En Dinamarca o Malta es posible marcar con una “x” la casilla del sexo en algunos documentos. En el Estado español solo existen dos opciones, femenino o masculino, y es obligatorio registrar legalmente al bebé marcando una de las dos opciones. Gabriel J. Martín no cree que la introducción de una tercera opción sea la solución a este dilema que enfrentan muchos padres y madres. “En muchos colectivos se aboga más por inscribir al bebé con un género, un sexo, aunque sepamos que puede ser provisional, a hacerlo con ninguno o un género neutro que marcaría más esa diferencia, porque luego el bebé al crecer no se sentirá de un género neutro. Cambiar el sexo en la documentación posteriormente es muy fácil”, explica.

TERAPIA AFIRMATIVA GAYYa en la edad adulta, Gabriel J. Martín se enfrentó a un nuevo reto: su homosexualidad. “También fue un proceso. Ya venía de una historia y cuando tengo todo eso solucionado, empiezo a darme cuenta de que me gustan los hombres. Cuando se suponía que era una niña no había generado ningún conflicto, con lo cual había pasado desapercibido, pero cuando por fin aclaro mi identidad, resulta que me doy cuenta de que tengo una orientación sexual que no es la mayoritaria, y ahí empezó otro proceso de aceptación”, sostiene.

Gabriel J. Martín es ahora un reconocido psicólogo, pionero en el Estado español de la psicología afirmativa gay. “En los años 70 cambió el paradigma, se eliminó la homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales y se aconsejó a todos los profesionales de la psicología que en lugar de decirle a la persona que cambie su orientación sexual, que trabajen para que la viva de una forma afirmativa”, explica. Gabriel J. Martín atiende en su consulta a hombres homosexuales, de forma presencial y también a través de Internet. Sus pacientes son todas aquellas personas con las que pueda hablar en español. “Depende de la procedencia, lo que trabajo es diferente. En México, por ejemplo, estamos trabajando la aceptación de la homosexualidad;en España, las secuelas, la pareja, la sexualidad”, apunta.

El Constitucional aparca el debate sobre el derecho de menores transexuales a registrar su cambio de sexo por el 28A

El TC estudia la constitucionalidad de la ley que prohíbe a los menores registrar su cambio de sexo

El Tribunal Constitucional  ha dado este miércoles una muestra más de sus reticencias a abordar cualquier cuestión que pueda estar en la agenda política en tiempo de elecciones. El Pleno del Alto Tribunal ha decidido aplazar el debate sobre la constitucionalidad de la ley que impide a los menores de edad registrar su cambio de sexo y hacerse con un DNI acorde con su identidad sexual.

El asunto estaba en la agenda de cuestiones a abordar en el Pleno convocado para este miércoles y, por acuerdo de los magistrados, se ha guardado en el cajón ante el temor a que su decisión pueda tener incidencia en la campaña electoral, según reconocen a eldiario.es fuentes del Constitucional.

El debate ha llegado al tribunal después de que el Supremo se preguntase si es constitucional impedir a un menor cambiar sus registros para hacerlos acordes con su identidad sexual. En 2016, el Supremo decidió plantear la posible inconstitucionalidad del artículo 1 de la Ley que regula el cambio registral relativo al sexo, en el que se obliga a ser mayor de edad para acometer cualquier cambio de sexo en un registro público.

Ese artículo de la ley señala que “toda persona de nacionalidad española, mayor de edad y con capacidad suficiente para ello, podrá solicitar la rectificación de la mención registral del sexo”.

La duda del Supremo surgió en 2016 tras las reclamación recibida por la familia de un menor que en ese momento tenía 14 años y que “al nacer fue inscrito con sexo y nombre de mujer pero que desde muy pequeño se sintió varón y prefirió usar un nombre masculino”. En la demanda, presentada por los padres del menor, se relatan episodios que le provocan sufrimiento y humillación. La Sala que abordó la demanda valoró en su momento que se trataba de un joven con suficiente madurez y que realizaba una petición seria por encontrarse en una situación estable de transexualidad.

La cuestión planteada por el Supremo ha llegado a la agenda del Constitucional a pocas horas del inicio de una campaña electoral en la que la que Vox ha hecho bandera de sus posturas contra los derechos del colectivo LGTBI denunciando la existencia de un “yihadismo de género“.

Fuentes del Constitucional reconocen que la presencia de Vox en el escenario electoral y su empeño por incluir las cuestiones de género en la agenda ha motivado su decisión de aparcar el debate para no inmiscuirse en el cruce de mensajes que se podría producir en caso de abordar una decisión firme.

Mientras tanto, la resolución ha quedado aparcada en un cajón sin que se produzca ningún movimiento sobre el derecho de un menor transexual a dotarse de una identidad y un nuevo nombre. La familia del joven que llegó hasta el Tribunal Supremo en su demanda tendrá que seguir esperando. El principal implicado tiene ya 17 años.

“El precio de una paja”: los cursos homófobos de Valencia sancionan con aislamiento las “caídas” de sus miembros

“Panteón” donde se depositan tocones de madera con el nombre de las personas que han “superado” un ejercicio especial de Verdad y Libertad.

El colectivo Verdad y Libertad, fundado y dirigido por el médico granadino M.Á.S.C., lleva desde 2013 organizando cursos homófobos para “sanar” la “herida” que considera que es la homosexualidad. El colectivo se ha reunido en, al menos, tres centros religiosos de Valencia y ha acogido “itinerantes” de toda España y del extranjero en sus diferentes convivencias, según su propia nomenclatura. Las directrices que marca el líder de esta comunidad clandestina son tan estrictas que quienes incumplen sus premisas son aislados del grupo. La reincidencia significa la expulsión.

Según la documentación de estos cursos de V y L en poder de eldiario.es, los incumplimientos de las directrices, que consideran “caídas”, pueden suponer aislamientos temporales o definitivos del grupo -muchas veces el único sostén emocional de las víctimas- y se bareman según la supuesta gravedad. Según han explicado y confirmado varios de los participantes en estos cursos que los abandonaron, M.Á.S.C. obliga a superar un mínimo de 270 días de “sobriedad sexual” para considerarse “sanado”. La documentación acredita estos retos impuestos.

En el propio domicilio del médico en Granada, según la imagen que reproduce este periódico y los testimonios de víctimas, las personas que teóricamente superan un programa especial con M.Á ponen su nombre en un trozo de tronco considerado “cuarto oscuro” en el “panteón donde yacen los cuartos oscuros”. Se trata de un ejercicio en el que los itinerantes muestran sus mayores intimidades. Esta casa también es un lugar para celebrar convivencias entre los miembros del grupo, según el relato de las víctimas.

“El aislamiento se conoce en V y L como el periodo en el desierto. Pretende  evidenciar a aquellos que están en ese lugar que, por haber errado, han perdido mucho. Es muy doloroso, pero M. Á. piensa que los itinerantes se deben sentir así”, asegura J. Q., una de las víctimas que han conseguido salir de esta comunidad y que ha necesitado tratamiento médico. “Hay personas que se van y no las vuelves a ver. Hay otras situaciones en las que un hermano mayor o mentor te tutela y solo puedes hablar con él”, añade este testimonio, que apunta que las temporadas “en el desierto varían”. “Estuve meses sin contacto con los otros miembros del colectivo, que además eran mis amigos”, sostiene.

En los documentos que se reproducen en esta información, la falta menos grave en estos cursos homófobos es el “buceo o fantaseo consciente”. Así, en el primer trimestre de proceso puede suponer la salida cinco días del grupo, que suben a 15 días si se produce en el tercer trimestre.

Tras el fantaseo consciente le siguen en gravedad la “paja consciente”, la búsqueda de porno y el sexo con otros. “El engaño de cualquier tipo” significa la expulsión que solo se puede evitar con “un sincero arrepentimiento” y necesita de la decisión del “terapeuta”. Otras situaciones como el “chateo”, cibersexo o el tonteo con otras personas del mismo sexo se deben hablar con el terapeuta.

Las sanciones se agravan si hay una segunda “caída” y la tercera se sanciona con la expulsión, sea por “una paja consciente” o un engaño. En este caso, plantean los documentos que se debe hablar con el “terapeuta” y puede haber “una probable necesidad de apoyo psicológico o psiquiátrico externo”. Es aquí donde entra la figura de algunos psicólogos ultra que colaboran en esta terapia como la valenciana L.I., que se ha negado a contestar las preguntas formuladas por eldiario.es.

El documento recuerda a los “itinerantes” que los cursos son gratuitos -los asistentes se pagan el desplazamiento y el alojamiento-, pero que se incurre en un error cuando no “se pide ayuda”. “El precio de una paja”, se titula el documento.

El Gobierno valenciano ha abierto diligencias para un expediente que podría suponer multas de entre 60.000 y 120.000 euros y todo tipo de sanciones administrativas. En la Comunitat Valenciana, este tipo de cursos homófobos son ilegales, según relata el secretario autonómico de Igualdad del Gobierno valenciano, Alberto Ibáñez, quien asegura que la reciente ley autonómica LGTBI los “prohíbe” y él mismo los considera “aberraciones”.