Tanttaka emociona contra la homofobia con ‘Muxua

El día 23 Tanttaka estrena ‘Muxua’, una “pequeña joya” que tres actores interpretarán solo para 45 espectadores por función

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Ander Iruretagoiena, Mireia Gabilondo y Haritz Morrás, en una imagen promocional de ‘Muxua’, caracterizados como los personajes de la obra teatral. (Deia)

DONOSTIA – Cuando Fernando Bernués se topó con Un beso, novela corta del italiano Iván Cotroneo, supo que en aquella “pequeña joya” había “material muy sensible” para una pieza teatral llena de “emotividad”. “Habla de la identidad sexual, del bullying, de la homofobia y de la incapacidad de la escuela para tratar estas temáticas con normalidad. También es una obra sobre la importancia de las ciudades y de cómo respiran, cómo pueden convertirse en una losa”, aseguró ayer el director de Tanttaka.

La compañía guipuzcoana estrenará el día 23 su nuevo espectáculo en euskera, Muxua. Hasta el 27, una sala polivalente del Victoria Eugenia albergará seis funciones de una muestra de lo que Bernués denomina “teatro sin teatro”: pequeñas propuestas “de proximidad” que no precisan de un espacio escénico convencional. En sintonía con trabajos anteriores como Blackbird o la lectura dramatizada de un discurso de Eduardo Chillida, Tanttaka actuará para un público reducido que no superará las 45 personas por función. Esa cercanía, sin duda, favorece que “la calidad del relato, la intensidad y la emoción” sean distintas en una obra que cuenta las cosas con “una simpleza muy humana” pero “desde la sensibilidad y la poética”.

NARRACIÓN TRÁGICA

El libro está estructurado en tres monólogos consecutivos pronunciados por dos alumnos y una profesora que rememoran un hecho violento y terrible. En su traslación al escenario -la adaptación es de Quin Zeberio y la traducción al euskera, de Ritxi Lizartza-, las tres voces se intercalan y los intérpretes, Ander Iruretagoiena, Haritz Morrás y Mireia Gabilondo, aparecen sentados frente al público durante una hora de “narración trágica”, a decir de la actriz.

La obra cuenta la historia de Lorenzo, un chaval de quince años que llega desde el orfanato a una familia de acogida de una pequeña ciudad de provincias italiana. Allí se enamora de Antonio, un joven que tiene dificultades para expresar lo que siente y no sabe cómo reaccionar ante el afecto de Lorenzo. Testigo de todo es Elena, una profesora deseosa de dar a sus alumnos el coraje del que ella carece. “Estos son los protagonistas de esta obra a tres voces, un relato extraordinario de amor, odio y violencia. Y en el centro, un beso, un único y sencillo beso capaz de dar rienda suelta a la locura”, reza la sinopsis. Según recordó Bernués, el autor de la novela original se inspiró en un hecho real acontecido en 2008 en California, donde un joven disparó a otro porque dijo que se le insinuaba.

Iruretagoiena y Morrás, ambos reclutados del Taller de Artes Escénicas (TAE) de Donostia, afrontan en Muxua su primer trabajo profesional y aportan, a juicio de Gabilondo, su “juventud y frescura”. Según apuntó el primero, la dificultad estriba en conocerse a uno mismo y “tocar emociones que no conoces”, mientras que para Morrás, la experiencia está siendo “muy bonita” y enriquecedora. “Me gusta mucho la obra aunque me dan mucha pena sus personajes”, advirtió.

Tanttaka habilitará la sala del Victoria Eugenia con una “pequeña escenografía” concebida como “un espacio poético”. Así, se insinúa una escuela con pocos elementos -unas sillas, luces fluorescentes…- pero la acción transcurre en una época imprecisa. Hay una especie de luz “blanquecina” que evoca “una memoria desdibujada”, la de los personajes recordando los hechos a partir de “situaciones domésticas”. Sus vidas, marcadas por hechos más o menos trágicos, demuestran que “nada justifica nada pero el mapa relacional y social de cada uno es el territorio que abona la barbaridad”, afirmó Bernués, quien también señaló “la imposibilidad de los personajes de “salir de un contexto social angustioso”.

DEBATE

Tanttaka agradece el asesoramiento de Gehitu, cuya portavoz, Mavi Tabernero, elogió la pieza por estar ambientada “en el día a día” sin presencia de “héroes” sino de personajes corrientes. “Se agradece una obra tan sencilla que, con pocos elementos, transmite cosas muy importantes”, opinó la representante de un colectivo que el día 24 participará en un coloquio posterior a la función de Muxua. También intervendrá algún integrante de Chrysallis, Asociación Estatal de Familias de Menores Transexuales.

La temática que aborda la obra la convierte en idónea para ser representada en institutos, algo que Bernués y su equipo no descartan. “Puede servir para generar debate en las escuelas y nos gustaría trabajar esa vertiente”, aseguró el director de la compañía que planea estrenar El beso en castellano en octubre.