Preguntas y respuestas de la vacuna del sida

MADRID.- El sueño que la comunidad científica lleva persiguiendo dos décadas se ha empezado a hacer realidad en Tailandia, donde los ensayos en fase III con una vacuna contra al sida han mostrado, por primera vez, que es parcialmente eficaz. El hallazgo, que ha revolucionado a investigadores en todo el mundo, insufla un poco de aire a este campo de investigación, marcado en los últimos años por varios fracasos. La buena nueva lleva el nombre químico de RV144. ¿Qué se esconde tras estas siglas? elmundo.es se lo cuenta en 10 preguntas.

    1. ¿Qué es RV144?

Es una combinación de dos vacunas (ALVAC y AIDSVAX) que se ha probado en más de 16.000 voluntarios en Tailandia con edades entre los 18 y los 30 años, en el mayor estudio realizado hasta la fecha en humanos con una inmuización contra el sida.

    1. ¿Cuáles eran los objetivos de la investigación?

El ensayo, en fase III, pretendía probar la capacidad de la vacuna para prevenir la infección por VIH y ver si reducía la carga viral (la cantidad de virus circulando en la sangre) en caso de que los participantes en la investigación se infectaran.

    1. ¿Cuáles han sido los resultados?

La vacuna combinada ha mostrado que previene la infección en un 31,2% de los casos y ha sido segura y bien tolerada. Aunque los científicos reconocen que es “un resultado modesto”, representa el mayor paso conseguido nunca en la investigación de estas vacunas. Sin embargo, la RV144 no ha influido nada en la carga viral de los infectados, tal y como se pensaba cuando se planteó el estudio. Los autores indican que “aún necesitamos entender mejor el mecanismo de acción y cómo este producto reduce el riesgo de contraer el VIH”. Asimismo, la eficacia se ha comprobado para la cepa E del virus, poco común en Europa, y hay que ver si funciona igual en otras cepas.

    1. ¿Quién fabrica las vacunas?

ALVAC está desarrollada por Sanofi Pasteur mientras que AIDSVAX está desarrollada por Genentech, que tiene una licencia y un acuerdo de distribución con VaxGen, uno de los primeros implicados en el estudio.

    1. ¿Quién ha realizado el estudio?

El estudio lo ha llevado a cabo el Ministerio de Salud Pública de Tailandia en colaboración con un equipo de investigadores tailandeses y estadounidenses. Ha estado coordinado por el Programa militar de investigación de VIH de EEUU y por el Instituto de ciencias médicas de las Fuerzas Armadas de Tailandia.

    1. ¿Quién lo ha financiado?

El Gobierno de EEUU, por medio del la división de sida del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el Departamento de Defensa han puesto el dinero para los ensayos. El Ministerio de Sanidad de Tailandia, GSID (una organización cofundada por tres ex ejecutivos de VaxGen, propietaria de una de las vacunas que se han usado en la combinación) y Sanofi Pasteur (fabricante de la otra vacuna) también han apoyado la investigación.

    1. ¿Dónde se hizo?

Los ensayos se han realizado en las provincias de Rayong y Chon Buri, al sureste de Tailandia.

    1. ¿Por qué en Tailandia?

Porque el Ministerio de Salud del país fue uno de los primeros del mundo en desarrollar un Plan Nacional contra el sida y un Plan Nacional de Desarrollo de la vacuna contra el VIH y porque su gobierno considera que la investigación en una vacuna es una parte esencial de los programas para hacer frente a la epidemia y está comprometido con este esfuerzo.

    1. ¿Qué ha sucedido con los voluntarios que se infectaron durante la investigación?

Todos los participantes que adquirieron el VIH durante la investigación han tenido acceso gratuito al tratamiento antirretroviral y la asistencia médica necesaria. Asimismo, se les ha ofrecido formar parte de un estudio separado para seguir su evolución. El hecho de que se infectaran no tiene que ver con la vacuna -que no introduce en el organismo el virus- sino con prácticas de riesgo en las que han incurrido fuera de los ensayos.

    1. ¿Qué implicación tiene este hallazgo para los pacientes?

A pesar del entusiasmo con el que ha sido recibido el descubrimiento, los investigadores recuerdan que “sólo es un paso -importante- que muestra el camino sobre por dónde debe ir la investigación de las vacunas contra el VIH, pero de momento no estará disponible para su distribución”.