Municipios franceses se niegan a difundir una campaña oficial contra el sida con parejas homosexuales

Hay manifestaciones a favor y en contra del mensaje

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Una de las imágenes: “Un flechazo, un primer intento, un lío de una noche”

Una campaña de publicidad de prevención contra el sida lanzada por el Ministerio de Sanidad francés ha despertado la polémica por utilizar imágenes de parejas homosexuales. La ministra, Marisol Touraine, anunció este martes que llevará ante la justicia a los ayuntamientos de una quincena de ciudades por “censura”, después de que estos hayan decidido por decisión propia quitar los carteles que desde primeros de noviembre ocupan las marquesinas de los autobuses en todo el país.

Desde hace ya varios días, diversas asociaciones católicas vinculadas al colectivo Manif pour tous, opositores al matrimonio homosexual y defensores de la “familia tradicional“, exigen en los ayuntamientos de las principales ciudades del país la retirada de estos anuncios en los que aparecen diferentes parejas homosexuales, masculinas, con eslóganes como: “Con un amante, con un amigo, con un desconocido”, “Flechazo, primer intento, rollo de una noche” o “Quererse, divertirse, olvidarse”. Llamadas de atención que acompañan al mensaje de prevención de la campaña: “Las situaciones varían, los medios de protección también. Sexo entre hombres: encuentre su forma de protección en sexosafe.fr.

Asociaciones como Sens Commun (Sentido común) aseguran estar recibiendo llamadas de padres “disgustados” y denuncian que se trate de una “institución de la República la que lleve a cabo una campaña subversiva”. La representante de este colectivo en el departamento de los Pirineos-Atlánticos, sugería incluso en un periódico regional que el Ministerio tenía una voluntad de “enfrentar a los franceses” y trataba de escapar a las críticas de homofobia señalando que la campaña “caricaturiza a los homosexuales”, vinculándoles a la enfermedad y banalizando las relaciones de riesgo. Diversas manifestaciones y contramanifestaciones están teniendo lugar en el país estos días.

La campaña, en la que los hombres aparecen vestidos abrazándose o en actitud cariñosa, ha sido un trabajo en equipo entre el Ministerio y asociaciones LGTB que criticaban recientemente que este tipo de acciones no se hicieran en público. Hasta ahora, eran los bares LGTB o la prensa especializada la que divulgaba este tipo de publicidad institucional. Asociaciones como Aides, por la lucha contra el Sida, denunciaba incluso que el Gobierno no divulgara estos anuncios en espacios comunitarios por “intereses electoralistas”, por no enfadar al colectivo católico de Manif pour tous, que se declara aconfesional pero está fuertemente vinculado con medios de la extrema derecha, la derecha y la Iglesia católica.

“Si se tratara de una pareja heterosexual no habría supuesto ningún problema. Hay anuncios, para coches por ejemplo, con mensajes mucho más violentos que este”, denunciaba en Le MondeAurélien Beaucamp, presidente de Aides.

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“Amarse, romper, olvidarse”

La Manif pour Tous con François Fillon

La polémica llega además en una semana de tensión política a tan solo unos días de la segunda vuelta de las elecciones primarias en la derecha, cuyo favorito, François Fillon, que obtuvo en la primera vuelta el 44% de los votos frente al 28,6% de Alain Juppé, ha recibido el apoyo de Manif pour Tous (MPT)

El colectivo se congratulaba en su página web de la fuerte participación en esta elección en la que ha influido la gran movilización de sus simpatizantes. “Este resultado se explica notablemente por su programa [el de Fillon] sobre la familia, la filiación y la educación”, aseguran. Entre las propuestas del candidato conservador destaca la reescritura de la Ley Taubira, aprobada en mayo de 2013, que permite el matrimonio y la adopción en parejas del mismo sexo en la que Fillon quiere realizar modificaciones pero no derogarla.

Al mismo tiempo, MPT denuncia el “doble discurso” que mantiene el contrincante,Alain Juppé, que estaría teniendo igualmente contactos en privado con el colectivo, a pesar de que públicamente tacha a Fillon de “tradicionalista” y asegura estar en la misma línea que el papa Francisco.