Los obispos de Getafe y Alcalá, contra la ley madrileña de transexualidad: “Es grave”

Carla Antonelli durante la aprobación de la ley de transexualidad en la Asamblea de Madrid 17/03/2016 Madrid

Carla Antonelli durante la aprobación de la ley de transexualidad en la Asamblea de Madrid

La Iglesia vuelve a atacar. Los obispos de Getafe y Alcalá de Henares, Joaquín María López de Andújar y Juan Antonio Reig, respectivamente, han tachado de un “hecho grave” la aprobación de la ley madrileña para la plena integración de los transexuales, legislación que ven “en esencia”, “injusta”, por lo que “a nadie obliga en conciencia”.

Ambos obispos, junto con el obispo auxiliar de Getafe, José Rico, han hecho este pronunciamiento a través de unas reflexiones pastorales remitidas a los medios de comunicación después de que el pleno de la Asamblea de Madrid aprobase con la abstención del PP y los votos a favor de PSOE-M, Podemos y Ciudadanos la pasada semana una ley que busca la “plena integración social de las personas transexuales”.

“El concepto de libertad presente en esta ley aboca a un pensamiento totalitario: la absolutización de la voluntad que pretende ser la única creadora de la propia persona y la absolutización de la técnica transformada también en un poder prometeico e ideológico”, sostienen los obispos en su carta, en la que aseguran que la ley es injusta, por lo que “a nadie obliga en conciencia”.

“NIEGA LA RECTA RAZÓN”

Los obispos, que dicen manifestar “todo el respeto hacia los que han promovido esta ley y sus posibles destinatarios”, consideran injusta la ley porque “niega lo que la recta razón conoce sobre el ser humano y olvida que el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo”, puesto que “es espíritu y voluntad, pero también naturaleza”.

“Difícilmente se podrá defender el derecho de personas que se consideran discriminadas cuando esa defensa se funda en una comprensión equivocada del ser humano”, sostienen los obispos en sus reflexiones.

También auguran que, al igual que “la redefinición del matrimonio” abrió “la puerta a que cualquier combinación afectiva pueda terminar, con el tiempo, siendo reconocida como matrimonio”, con estas leyes sucederá que “con el tiempo se podrá exigir el presunto derecho a cualquier modificación corporal a la carta, por arbitraria que sea”.