La hija de Desmond Tutu deja el clero tras casarse con una mujer

Mpho Tutu (dcha.), junto a su mujer, Marceline Furth

Mpho Tutu (dcha.), junto a su mujer, Marceline Furth. LERATO MADUNA

Es verdad que Sudáfrica parece estar mal colocada en el mapa de África. Con unagran diferencia respecto al resto de países del continente, no sólo en desarrollo sino también en políticas sociales y defensa de los derechos humanos, es el único país del continente donde los homosexuales no son perseguidos. Y no sólo eso, sino que está permitido el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo desde el año 2006.

Hay historias increíbles, y luego está la vida de la hija de Desmond Tutu: Mpho Tutu. Hasta ahora miembro del clero de la iglesia anglicana de Ciudad del Cabo, ordenada en Estados Unidos en 2003, hija de uno de los líderes cristianos más conocidos y carismáticos del mundo, directora ejecutiva de la Fundación Desmond y Leah Tutu Legacy, ha decido dejar los hábitos para contraer matrimonio con una mujer.

Y no sólo eso, con una mujer blanca que se ha declarado públicamente atea:Marceline Van Furth, profesora de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Vrije en Amsterdam, también trabajadora en la fundación Tutu. “Mi esposa y yo nos encontramos en casi todas las dimensiones posibles de diferencias. Pero irónicamente, viniendo de un pasado donde la diferencia fue el instrumento de división, es nuestra igualdad la causa actual de nuestra angustia: el que las dos seamos mujeres”, declaró Tutu-van Furth a la prensa tras conocerse el enlace.

“Las cánones de la Iglesia de Sudáfrica afirman que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Después de contraer matrimonio con mi mujer, se me aconsejó que debía revocar mi licencia, con lo que me ofrecí a hacerlo antes de que lo hicieran por mí”, dijo Mpho Tutu en un comunicado. Aunque su decisión pueda haberse interpretado como una osadía por parte del sector más conservador. La ex religiosa ha recibido la aprobación de su padre, cuya bendición es mucho más valiosa que la de otros miembros del clero.

División entre el clero

Quizá decir “ha decidido”, al referirse de su abandono del clero, no es el término más adecuado, ya que aunque la iglesia anglicana sudafricana -que sigue las pautas de la británica- permite tanto el sacerdocio femenino como el matrimonio, no es tan abierta con los enlaces entre personas del mismo sexo. Aunque en el pasado Desmond Tutu se mostró partidario de permitir el “matrimonio religioso homosexual”, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, no lo contempla. La celebración se llevó a cabo en Franschhoek, Sudáfrica, y fue oficiada por Charlotte Bannister-Parker, una clériga de Oxford, junto con un amigo de la pareja. La diócesis de Oxford dijo en un comunicado que “el evento no era una boda, sino una celebración de una boda que tuvo lugar en los Países Bajos a finales de diciembre del año pasado”, cuando se casaron legalmente. Ambas han estado casadas previamente y Tutu tiene dos hijas.

La campaña de Desmond Tutu en favor de los homosexuales ha sido siempre muy activa, no sólo por salir en defensa de su hija, sino por propia convicción: “Me niego a ir a un cielo homofóbico. Yo no adoro a un Dios que es homofóbico. Soy un apasionado de esta campaña, tanto como lo estuve durante la campaña contra el apartheid, ya que para mí están al mismo nivel”, declaró en 2013 durante el lanzamiento de la campaña ‘Libres e iguales’ en Ciudad del Cabo.

A sabiendas de lo delicado que resulta para la iglesia cualquier temática LGBT, la corriente anglicana puede afirmar que está un paso más adelante que otras creencias, aunque por supuesto mantiene opiniones muy divididas. Este año se impusieron sanciones de facto en la iglesia episcopal de Estados Unidos por permitir a sus sacerdotes llevar a cabo matrimonios del mismo sexo.

En Sudáfrica, la medida para valorar la permisibilidad de los matrimonios igualitarios será revisada este mismo año. En ese sentido, el arzobispo de Ciudad del Cabo, Thabo Makgoba ha declarado en favor de la sacerdotisa afectada: “Hemos superado profundas diferencias en torno a la imposición de sanciones contra el apartheid y sobre la ordenación de mujeres, y podemos hacer lo mismo sobre la sexualidad humana”.

Desmond Tutu, quién recibió el Premio Nobel de la Paz en el año 1984 por su implicación en la lucha contra el apartheid, ha sido aquejado de varios problemas de salud durante el último año, y se llegó a temer por su vida en más de una ocasión.