El Estado holandés financiará los implantes mamarios para transexuales

Un implante mamario en una mano FDA

Los tratamientos hormonales a veces no son suficientes para que un hombre pueda tener el aspecto completo de una mujer, es decir una mujer acorde al clásico canon de curvas pronunciadas. Muchos necesitan someterse a un implante mamario, bastante caro, y pagárselo de su propio bolsillo. El Estado holandés se encargará ahora de cubrir ese gasto para ayudar a las transexuales en su transición.

La ministra de Sanidad, Edith Schippers, anunció a los parlamentarios en una carta que su Ministerio dedicará 2,8 millones del presupuesto anual a pagar los implantes mamarios a las transexuales porque “con la mayoría de los hombres o mujeres transexuales, hay muy poco crecimiento del pecho después del tratamiento hormonal”.

La falta de crecimiento de las mamas puede suponer “un obstáculo serio” en esa experiencia de su transición de hombre a mujer. “Creo que es importante reducir esta barrera, en parte debido a la situación socioeconómica de los transexuales”, explicó la ministra, para anunciar este nuevo subsidio al que se podrá acceder a partir del próximo año.

“Un programa de subvención para la compensación de las prótesis de mama para personas transexuales desde la perspectiva del empoderamiento puede contribuir a esto último”, añadió. Este tipo de tratamientos no están cubiertos en el paquete básico de atención primaria del seguro médico obligatorio en los Países Bajos.

Largas listas de espera

Se desconoce la cifra de las personas transexuales que se beneficiarían de este plan, aunque en Holanda las listas de espera en las clínicas de sexualidad son largas. Por eso, Schippers también anunció que el Gobierno holandés está buscando la manera de establecer normas sobre los tiempos de espera. “Sería importante si también hubiera reglas para este tipo de atención”, afirmó en su carta.

A principios de este año, varios grupos de defensa y derechos de los transexuales advirtieron al Gobierno sobre los tiempos de espera en las clínicas, calificaron de “inaceptablemente largos”. También denunciaron que muchos se cansan de esperar todo ese tiempo e inician sus propios tratamientos hormonales con el consejo de un médico.

Schippers subrayó que es difícil reducir las listas de espera porque el número de solicitudes para someterse a estos tratamientos crece más rápido que la capacidad de las clínicas para atender a sus pacientes. Por ello, insta a más hospitales a negociar con las aseguradoras de salud y empezar a proporcionar este tipo de atención y hacer que sea de una alta calidad.

Las clínicas de sexualidad de Groningen (UMCG) y Ámsterdam (Centro Médico VU) han tenido que aumentar el número de tratamientos de transexualidad para eliminar las largas listas de espera. En Groningen, el hospital ha duplicado de cuarenta a ochenta por año el número de tratamientos para las personas que quieran pasar por un cambio de sexo.

El tratamiento de los transexuales no siempre se resuelve con una cirugía de cambio de sexo. Comienza con un psicólogo y termina en algunos casos en la camilla de la sala de operaciones. A veces se queda en un tratamiento hormonal. De media en Holanda, los retrasos para someterse a una operación son de más de ocho meses y de 700 solicitudes por año.