Carlos Zúñiga, empresario taurino: “El Orgullo Gay sí que hace daño a la vista de los niños”

El empresario taurino Carlos Zúñiga ha respondido a la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel) que criticó este jueves la “constante presencia'” de menores de edad en festejos taurinos. Para el copropietario de la empresa Circuitos Taurinos, adjudicataria de las plazas de toros de Gijón, Zamora, Burgos, Santoña y Medina del Campo, “las fiestas del Orgullo Gay sí que hacen daño a la vista de los niños”.

Para los defensores de los animales, llevar a un niño a los toros es una “irresponsabilidad”. Zúñiga ha defendido el respeto a la “tradición ancestral” de los toros, al igual que él “respeta” otras fiestas. “A mí no me gustan muchas de las fiestas que defienden ellos como las del Orgullo Gay, pero no voy y lo respeto; eso sí que hace daño a la vista de los niños”, ha asegurado en declaraciones a Europa Press.

Ir a ver una corrida, ha insistido, “no hace daño”. “Todas las elucubraciones son pantomimas para ir en contra de la fiesta nacional y en contra de todo lo que suene a la palabra España”, ha sentenciado. Su “único” problema, ha asegurado, es que “no respetan al prójimo” y “solo defienden su postura”.

EL ESPECTÁCULO CULTURAL MÁS RENTABLE PARA EL ESTADO

El empresario y apoderado ha defendido además las corridas de toros por el rendimiento económico que generan, asegurando que son el espectáculo cultural que más dinero proporciona a las arcas del Estado, “nada comparable” con el cine o el teatro.

Ha lamentado que a cambio los empresarios taurinos reciban “cero euros en subvenciones”, a pesar de que es una actividad que “genera muchos puestos de trabajo y mucha riqueza”.