Campaña #ConLaVozBienAlta: ‘Maricones, como me entere de que tenéis sexo en el hostal…’

Una pareja gay estadounidense alquila por internet una habitación en un hostal de Madrid. El dueño acepta la reserva… pero con reservas. El tipo envía por e-mail a los dos jóvenes la confirmación de los días, pero les adjunta una nota. Ellos no saben castellano ni para pedir paella y ruegan a los viandantes de Madrid que lestraduzcan el papel. La cosa va bien al principio, pero cuando los españoles llegan al final de la nota se topan de pronto con la intolerancia, con el mal olor de siempre, con nuestro pasado.

Se encuentran con la España negra.

En principio, no se atreven a traducir a la pareja la advertencia del dueño del hostal, pero después hacen de tripas compasión, toman aire y disparan contra los gays el arma de destrucción masiva que ha escrito otro…

Y tú, ¿qué harías su fueras testigo de un ataque homófobo?

Casi cuatro de cada 10 homosexuales, transexuales o bisexuales han sidodiscriminados, perseguidos, insultados o agredidos alguna vez en su vida, pero sólo uno de cada decena lo ha denunciado.

Por eso, un vídeo con cámara oculta, un rastreo callejero por las aceras tolerantesde la sociedad, muestra ahora que se puede denunciar, que hay que denunciar, que incluso la gente se ofrece a acompañar a la víctima para denunciar.

Es la última campaña de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), producida por Chocolate Social Campaigning Agency y que será presentada en toda España bajo el hashtag #ConLaVozBienAlta.

«Queremos alzar la voz para poner fin a la impunidad de quienes insultan, amenazan o agreden, cambiar esta estadística y animar a la gente a alzar la voz y dar respuesta al odio», clama la Federación, que reúne a más de 50 colectivos de todo el país.

En el vídeo de esta construcción ficticia para denunciar la realidad, los actores fingen, pero los transeúntes son de verdad. Después de tragar saliva para traducir a la pareja ese papel llegado directamente de la inquisición, los ciudadanos, al menos los que aparecen en el experimento, muestran su indignación, animan a los chavales a denunciar al dueño del hostal y se ofrecen a ir con ellos a la comisaría«como nuestros amigos», llega a decir una mujer.

El mensaje es denunciar la homofobia sufrida, algo que la FELGTB ayuda a canalizar a través de www.conlavozbienalta.org, un manual de instrucciones por si hacen falta.

En el informe Delitos de odio por orientación sexual y de género 2014, la Federación recoge hasta 100 casos de incidentes discriminatorios y de delitos de odio. En 36 de ellos, el agresor conocía a la víctima «lo que indica que con frecuencia, el incidente no es casual». Y en más de 80 casos, el delito fue cometido por más de un agresor. ¿Y qué les pasó? A una mitad (57%) recibir insultos. Y la otra (43%), golpes. Y todo eso ocurrió casi por igual en la calle, en un espacio público o en una escuela o el trabajo.

Menosprecios, burlas, insultos, agresiones físicas o amenazas… El guión real de un vídeo oculto: «Como me entere de que tenéis sexo en el hostal…».