“Animo a las personas con VIH a que se hagan visibles”

ENTREVISTA:TOMÁS HERNÁNDEZ | RESPONSABLE DEL PLAN NACIONAL SOBRE SIDA

Tomás Hernández

Tomás Hernández / ÁLVARO GARCÍA

Una pizarra tiene la chuleta que Tomás Hernández se ha hecho para el Día Mundial del Sida. En un lado, una lista de 10 prioridades; en el otro, los datos de la epidemia en el mundo y en España. “Así me manejo mejor”, dice este médico madrileño de 37 años, que fue nombrado nuevo secretario del Plan Nacional sobre el Sida justo a tiempo para la conmemoración. Hernández (especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Medicina Preventiva y Salud Pública) no aterriza de nuevas en la secretaría. Durante cuatro años ha sido responsable de prevención del VIH de la Comunidad de Madrid.

Pregunta. La destitución de su antecesora causó mucho revuelo entre las ONG. ¿Ya las ha tranquilizado?

Respuesta. He hablado con algunas ONG, pero no las he tenido que tranquilizar. Bastantes ya me conocían.

P. De su lista de objetivos, ¿cuál sería el número uno?

R. No podría elegir uno. Hay varios con el mismo nivel de importancia. Por ejemplo, el asunto del estigma y discriminación es muy importante, porque genera sufrimiento y acelera y contribuye a la expansión de la epidemia. El retraso diagnóstico es también fundamental desde el punto de vista individual porque supone peor pronóstico y peor calidad de vida, y también es un elemento que favorece la extensión de la epidemia.

P. Ya hubo un informe sobre estigma y discriminación en 2006, pero no se ha avanzado mucho. ¿Qué va a hacer?

R. Hay que enfocarlo como una cuestión de derechos humanos. Y como que es una cuestión de todos, de las Administraciones, de la sociedad en general y también de las personas que tienen VIH. Sé que es mucha responsabilidad y no hay que ponerla toda sobre sus hombros, pero ir poco a poco entre todos contribuyendo a visibilizar el VIH puede ser muy útil para acabar con conocimientos erróneos y con prejuicios.

P. ¿No es pedirle demasiado a unas personas que están en muchos casos en situaciones de vulnerabilidad?

R. No le pediría a todo el mundo que se haga visible, pero sí animaría a hacerlo a las personas con VIH que estén en disposición de hacerlo, que puedan valorar que eso es algo positivo para él o para ella y para su contribución a la sociedad.

P. ¿Veremos una campaña de famosos con el VIH?

R. No lo sé. Lo tendremos que pensar entre todos, hablarlo con las ONG y valorar si esa campaña puede sernos útil.

P. ¿Va a hablar con empresarios, patronales de bancos y seguros para que acabe la discriminación de las personas con VIH?

R. En el Plan está considerado como una línea estratégica de intervención. Hay que comprender que no es algo sencillo. Cuantos más actores participen, más complejo es.

P. Onusida destaca en Europa el aumento de las transmisiones entre hombres que tienen sexo con hombres. ¿Tendremos que volver a hablar de grupos de riesgo?

R. Se están haciendo cosas específicas para hombres que tienen sexo con hombres. De hecho, vamos a presentar una campaña dirigida a este grupo de la población. Pero quizás, desde mi punto de vista, hay que diferenciar. Si estamos dando el mensaje a la población general, no nos conviene recalcar cuáles son los grupos de población más vulnerados porque lo que estamos haciendo con eso es reforzar algunos prejuicios y que haya determinadas personas que consideren que eso no va con ellos. Tenemos que ver, dependiendo de la población diana a la que nos dirigimos, qué damos y cómo lo damos.

P. EE UU, que suele adelantar la tendencia de lo que va a pasar aquí, muestra un aumento de las infecciones. ¿Tiene miedo de que eso pase?

R. Las tendencias que estamos viendo con la herramienta más cercana que tenemos, que son las comunidades autónomas que notifican al Centro Nacional de Epidemiología datos de nuevos diagnósticos del VIH, indican que parece que se están estabilizando los nuevos diagnósticos del VIH.

P. ¿Y algo más?

R. Está el famoso retraso diagnóstico de personas que en el momento de saber que tienen VIH requerirían ya tratamientos con antivirales, es decir, que tienen menos de 200 CD4. Son ya el 30%, y si abrimos un poquito la horquilla y hablamos de menos de 350 CD4, son casi la mitad. Un dato interesante es que parece que a quien más está afectando es a hombres que se han infectado por relaciones heterosexuales. Ahí creemos que hay que trabajar.

P. Ha recalcado lo de los datos de las comunidades. ¿Conseguirá el registro estatal de personas con VIH (Sinivih)?

R. Espero que lo tengamos lo antes posible. Lo que tenemos ya va siendo útil, pero un sistema de vigilancia en todas las comunidades autónomas va a suponer una herramienta predictiva importante. El informe de Onusida señala que afinar con la vigilancia epidemiológica permite afinar con las actividades preventivas. Permite, realmente, llevar los recursos donde van a ser más necesarios.

P. ¿Y no se podría hacer un sistema de muestreo como el de la gripe y así acabar con las reticencias de las ONG que no quieren un listado por miedo a que se haga público?

R. La idea del Sinivih es que cada comunidad recoge, como le parece más conveniente, todos los datos, y nosotros intentamos centralizarlos sin nombres, sin información que permita vincularlos a una persona determinada, e intentamos recoger todos los nuevos diagnósticos que se hacen de VIH. Las peculiaridades de esta epidemia hacen que este tipo de vigilancia esté justificado. Entiendo que pudo haber reticencias, pero está plenamente demostrado que es algo que nos beneficia a todos.

P. Estudios como el que dice que el 18% de la población querría tener un listado de infectados para no acercarse a ellos no ayudan.

R. Sabemos que siempre hay un tanto por ciento de la población que le gustaría tener listas de muchas cosas, otra cosa es que ello deba frenarnos.

P. Las ONG también se quejan de que se les están recortando las ayudas.

R. Las ONG hacen un papel fundamental llegando a sitios donde de otra forma nos sería muy difícil llegar. Los cambios que haya podido haber en el último año responden a una situación general, pero respecto al VIH es donde menos recorte presupuestario ha habido, y probablemente la cosa va a mejorar.

P. ¿Y qué va a pasar con la cooperación internacional?

R. La cooperación internacional es coherente con una respuesta global e inteligente a la epidemia. No podemos enfocar todos los esfuerzos en nuestro país porque si algo nos enseña la pandemia de VIH es que no hay fronteras, y que hay situaciones tan injustas que son motivo de que la epidemia se extienda. Por otro lado, cooperar con otros países no tiene que ir en detrimento de las intervenciones que se puedan hacer a nivel nacional.

P. El Fondo Mundial ha reconocido que está falto de recursos. ¿Podemos esperar algún alarde de generosidad del Gobierno?

R. No tengo la información.