Adiós popular a Pedro Zerolo

El viudo de Pedro Zerolo, Jesús Santos, ante el féretro de su marido

El viudo de Pedro Zerolo, Jesús Santos, ante el féretro de su marido. / JULIÁN ROJAS | ATLAS

Una pequeña cola esperaba estar tarde a las 15.00 a que se pudiera acceder a la capilla ardiente de Pedro Zerolo, el dirigente del Partido Socialista de Madrid y militante por los derechos de las minorías –especialmente la suya, la de gais, lesbianas, transexuales y bisexuales– que falleció esta madrugada en su casa de Madrid. El féretro fue instalado en el Salón de los Cristales del antiguo Ayuntamiento de Madrid, custodiado por maceros y ujieres y con un fondo ya a primera hora de la tarde de decenas coronas variopintas, desde la agrupación socialista de Ceuta a sus compañeros de la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) hasta un centro de inserción laboral de drogodependientes.

A pie firme, el viudo de Zerolo, Jesús Santos, y familiares del político recibieron a los visitantes. Ciudadanos anónimos como tres mujeres de mediana edad –“no importa nuestro nombre; di que estamos aquí porque era muy majo y nos gustaba mucho”–, políticos, artistas –una desconsolada Cayetana Guillén Cuervo, amiga de la pareja– y militantes estaban ya a primera hora en el salón.

De las primeras en llegar fue la alcaldesa en funciones de Madrid, Ana Botella, quien departió unos cinco minutos con el viudo. Ella había ofrecido el salón, pese a que en el pasado fue una de las más críticas con el proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo que Zerolo promovió y el PSOE sacó adelante (se hizo famosa su comparación de las relaciones entre personas del mismo sexo con la incompatibilidad de peras y manzanas). También estaban la exministra y concejal del PSOE Trinidad Jiménez, los dirigentes socialistas Rafael Simancas y Jaime Lissavetzky, la líder de UPyD,Rosa Díez –una de las primeras políticas del PSOE en acudir a una manifestación del Orgullo Gay en Madrid–, el candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, José Manuel López;  las poetisas Ruth Toledano y Ajo, los actores Antonia San Juan y Luis Miguel Seguí y muchos militantes.

Para algunos, como Carla Antonelliy Beatriz Gimeno, la visita a la capilla ardiente fue la continuación de jurar sus cargos como diputadas autonómicas de Madrid, la primera por el PSOE y la segunda con Podemos. Ambas salieron del movimiento LGTB, como Zerolo. “En el acto se equivocaban todo el rato y le nombraban”, se quejó Gimeno, muy afectada. Antonelli, quien había depositado una rosa roja en el escaño que tenía que haber ocupado Zerolo, elegido como ella para la Comunidad en la lista de Ángel Gabilondo, intentaba calmarse después de un día muy agitado.

A las 16.00 ya habían pasado por la capilla ardiente otros militantes gais históricos, como Boti García Rodrigo, Toni Poveda, Miguel Ángel Fernández –que fue asesor de Zerolo ya en el PSOE–, el abogado Manuel Ródenas, los representantes de Aegal (la asociación de empresarios de negocios para el público gay y lésbico que organiza el Orgullo) y de la Fundación Triángulo, entre otros. También los del colectivo de Madrid (Cogam), del que fue presidente Zerolo y muchos activistas a título individual, como la pareja que llevaba un ramo de rosas envuelta en una bandera arco iris.

José Manuel Freire, portavoz de Sanidad del PSOE de Madrid, manifestó que aunque no era amigo personal de Zerolo, sí que se llevaba bien con él. “Era un héroe, uno de esos hombres a los que la historia debe un homenaje”.

Sus compañeros de activismo, quizá más fieles al espíritu de Zerolo, al ver el uniforme de los edecanes y ujieres de la guardia, con sus cascos de plumas, se decantaron por el humor para pasar el trago: “Le habría encantado irse rodeado de plumas”.

La capilla ardiente estará abierta hasta las 21.00. A las 19.00 los colectivos FELGTB y Cogam han convocado una vigilia en la plaza de Chueca.