Aumenta la transmisión homosexual del VIH en Euskadi

La transmisión del VIH entre homosexuales que no usan preservativo ha aumentado un 33 % en Euskadi en la última década, lo que preocupa a quienes trabajan para prevenir el avance de esta enfermedad, a lo que se suma la detección de nuevos casos entre jóvenes menores de 29 años.

GASTEIZ.  El consejero de Salud, Jon Darpón, el coordinador del Plan del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual de Osakidetza, Daniel Zulaika, y la presidenta de la Comisión Ciudadana Antisida de Bizkaia, Marta Pastor, han comparecido hoy ante los medios de comunicación para analizar los avances conseguidos frente al sida.

Darpón ha explicado que mientras los avances logrados “son enormes en lo científico” y se está investigando una vacuna terapéutica (que sustituiría a las pastillas), en lo social persiste “el estigma” en torno a quienes padecen esta enfermedad.

Así, ha dicho que según las encuestas, el 55 % de la población no querría que un hijo suyo fuera al mismo colegio que otro con VIH cuando en la realidad no existe riesgo de contagio ya que los tratamientos con antirretrovirales eliminan esta posibilidad.

Pastor ha explicado que “el VIH se cuela en la sociedad” a través del sexo sin protección, de los consumidores de drogas intravenosas, de las prostitutas, sus clientes y de las personas inmigrantes en situación de exclusión, a las que es más difícil hacer llegar los mensajes preventivos.

Además, en el caso de este colectivo, ha denunciado que salvo en Euskadi, en el resto de España las personas inmigrantes en situación irregular “no pueden acceder a los tratamientos antirretrovirales”.

Las ONG vascas que trabajan en el campo del sida activan un protocolo de acompañamiento a las personas inmigrantes cuando se detecta una nueva infección para garantizar que obtienen el tratamiento necesario a través de Osakidetza.

No obstante, tanto Pastor como el consejero vasco de Salud han pedido la derogación del decreto del Gobierno español que limita el acceso de estas personas a la sanidad pública.

En cuanto a la situación de la enfermedad, entre 2009 y 2014 el número de casos ha descendido un 26 % en Euskadi y el 48 % de las nuevas infecciones se transmiten a través de relaciones homosexuales.

La edad media de la persona que se contagia es de 37 años pero las ONG han detectado con preocupación que hay jóvenes menores de 29 años que contraen el VIH, quizás porque “no han crecido con el terror” con el que se veía el sida hace años, cuando contagiarse era “una sentencia de muerte”.

El objetivo prioritario de prevención para Osakidetza sigue siendo el colectivo homosexual y ahí las ONG son “la punta de lanza” para trabajar con ellos la prevención.

Los niños y menores de edad infectados por VIH “prácticamente han desaparecido”. Cada año se suele atender en Osakidetza a un niño o dos, que suelen ser inmigrantes, de madres que acaban de llegar a Euskadi o que no han accedido al sistema sanitario, ha apuntado Zulaika.

Darpón ha subrayado como uno de los mayores logros de Osakidetza el haber cortado la transmisión del VIH de madres portadoras a sus bebés a través del embarazo y el parto.

Osakidetza atiende actualmente a 6.000 pacientes seropositivos, de los que 9 de cada 10 están en tratamiento antirretroviral. Cada año se detectan alrededor de 150 casos nuevos, tres por semana.

Abogados Cristianos recoge más de 100.000 firmas en ‘change.org’ contra la muestra de Abel Azcona

“Si el Ayuntamiento decide no retirar las obras ofensivas se acusará también a la concejal Maider Beloki”, dice la asociación

PAMPLONA. Más de 100.000 firmas en la plataforma ‘Change.org’ piden la retirada de la exposición “vejatoria” de Abel Azcona en Pamplona, en la que utilizado formas consagradas para formar la palabra ‘pederastia’.

Azcona, en la presentación de su exposición Desenterrados

Azcona, en la presentación de su exposición “Desenterrados”.

La Asociación de Abogados Cristianos, impulsor de esta recogida de firmas en la citada plataforma y que ha presentado una querella contra la citada muestra, ha recordado en un comunicado que este viernes el pleno del Ayuntamiento de Pamplona debatirá una propuesta de UPN para solicitar al equipo de gobierno que “se retire de la exposición todo elemento que guarde relación con la profanación cometida por su autor, que ha ofendido a una gran mayoría de pamploneses”.

La Asociación de Abogados Cristianos ha afirmado que esperará al resultado que se acuerde en el pleno para ampliar la querella o no “a la responsable de cultura del Ayuntamiento, Maider Beloki”.

“Si el Ayuntamiento decide no retirar las obras ofensivas se acusará también a la concejal como cooperador necesario en la comisión del delito. Por el contrario, si el Ayuntamiento decide retirar la muestra delictiva el proceso continuará sólo contra el autor de las profanaciones”, ha señalado la asociación.

En la Iglesia católica, la homosexualidad es un fenómeno extendido: Carmelo Abbate

Noticia publicada por Revolución 3.0

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El periodista y escritor italiano Carmelo Abbate habló sobre la homosexualidad dentro de la iglesia católica para la prensa mexicana. “Hay un mundo oculto que vive su sexualidad de una manera enferma. No estamos hablando de poca gente, sino de la gran mayoría de los sacerdotes”, relató.

El italiano es una voz acreditada para el tema ya que escribió en 2011 “Sexo y el Vaticano” tras pasar meses encubierto. En el libro, evidencia no sólo a curas homosexuales, sino a los que siguen saliendo con mujeres, teniendo hijos -que dan en adopción o fuerzan a las mujeres a abortar- y hasta convirtiéndose en adictos al cibersexo.

El escritor compartió parte de sus experiencias dentro de la iglesia católica para el periódico Reforma

“Me sorprende que aún nos sorprendamos y qué la gente siga preguntando si es cierto (que hay sacerdotes gays). La Iglesia lo sabe, todos lo saben. De ahí que la regla sea ‘haz lo que quieras, pero que no te descubran’”, afirma.

La entrevista se dio dentro del contexto del estreno del documental “Amores Santos”, que recopila imágenes inéditas de decenas de curas homosexuales.

Sobre la pregunta de qué tan frecuente es este tema, Abbate contestó que es muy frecuente y citó a Richard Sipe, un ex monje benedictino, autor de una decena de libros sobre este tema afirma que el 30 por ciento de los curas estadounidenses son homosexuales, el 25 por ciento ha tenido relaciones con mujeres y otro 30 por ciento tuvo algún encuentro homosexual.

Cuando se le cuestionó sobre lo que más le impactó declaró que el nivel moralino lleno de hipocresía “me afectó la hipocresía, el oscurantismo y los chantajes.”, concluyó mientras también decía que todo lo demás que se sabe él no lo cuenta ya que al no haber pruebas “no ha pasado”.

Los hombres gais que odian a las mujeres

por Sean Faye

Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

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Ilustración por Katherine Killeffer

«Los peores actos de misoginia que he sufrido han sido perpetrados por hombres gais. Y es más horrible que si viniera de un hombre heterosexual. Ni siquiera están tratando de expresar interés sexual hacia mí, simplemente están reafirmando su dominio sobre mi cuerpo porque son hombres. Lo hacen porque pueden».

Victoria Sin es una mujer drag queen que vive en Londres. Hace poco apareció en un documental de Broadly sobre el arte del drag y desde entonces, algunos hombres gais en Facebook la han acusado de «apropiarse» de la cultura gay y drag. «¿De qué me estoy apropiando? Es pura misoginia y estupidez», dijo Sin.

El tema de la misoginia entre los hombres gais es muy difícil de abordar. En mi experiencia, los hombres se niegan a creer que existe este fenómeno o cambian de tema inmediatamente con la frase «Sí, ¿y qué me dices de las mujeres homófobas?».

Tengo cuerpo de hombre, soy bisexual y también gender queer. Sin embargo, también he sufrido misoginia por parte de hombres gais y heterosexuales por mi aparente feminidad. En una fiesta en la que la mayoría eran hombres que trabajaban en asesoría política, me preguntaron «¿A qué te dedicas, corazón? ¿A algo divertido como la moda?». En aquella ocasión llevaba tacones, pintalabios rojo y un top sencillo. «No», respondí de forma cortante. «Trabajo como abogado mercantil en el distrito financiero y también soy escritor independiente». Su respuesta fue: «¿En serio?».

Esta misoginia puede variar entre lo insidioso hasta lo explícito y provocador, como demostró el columnista de Breitbart Milo Yiannopoulos en un ensayo sobre feminismo en el que describe a las mujeres como «las feministas infollables que prefieren la compañía de hombres gais que desde siempre se han aprovechado de nosotros para lograr lo que quieren». En noviembre del año pasado, la actriz y cantante Rose McGowan habló sobre la misoginia que ha sufrido por parte de hombres homosexuales en el sector. «Los hombres gais son igual de misóginos que los heterosexuales, si no más. Ahora mismo estoy muy indignada con la comunidad gay», señaló.

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Foto por Mattia Pelizzari vía Stocksy

En realidad, los conflictos en torno a la misoginia han estado presentes desde que surgió el mismo movimiento de los derechos de los gais. El Frente de Liberación Gay, el que organizó la primera marcha del orgullo en Londres, fue un movimiento emblemático para la emancipación queer en Reino Unido. Se formó en 1970 y en 1973 ya se había dividido en varias líneas políticas; una de ellas era el género. Un artículo de opinión en el número dos de Gay Left, un periódico socialista publicado por la comunidad gay en 1976, reflexiona acerca de los efectos de la división del movimiento:

«A partir de la separación entre las mujeres y los hombres en el movimiento… los hombres gais se volvieron más aislados y formaron un nuevo gueto. Después de esto, desaparecieron gran parte de los cuestionamientos serios de los roles de género… El movimiento gay de los hombres, en vez de desafiar y confrontar el sexismo, se puso a la defensiva».

En su panfleto de 1995 Lesbofobia: hombres gais y misoginia, la escritora Megan Radclyffe señaló que muchas lesbianas dejaron el Frente de Liberación Gay en 1971 y citó a Janet Dixon cuando dijo que «al final, una vez más, las mujeres estaban sirviendo a los hombres, las mujeres estaban creando consciencia… [y] estaban dándole su energía a los hombres».

Desde siempre, el activismo lésbico ha sido idéntico al feminismo; a fin de cuentas, la liberación de las mujeres queer requiere que desaparezcan los roles de género y las estructuras familiares que oprimen a las mujeres. Para los exintegrantes del FLG como Dixon, quedó claro que algunos hombres gais estaban buscando una forma de liberación que les diera licencia para sus preferencias sexuales sin dañar su posición social como hombres en el patriarcado.

La homosexualidad masculina tiene múltiples historias –y, por supuesto, fue ampliamente satanizada en la sociedad occidental judeocristiana como una desviación sexual del rol de género correcto para los hombres–. Sin embargo, existen otras relatos que se basan en la noción romántica y erótica de los hombres que tenían relaciones en la Antigua Grecia, las cuales, según la poesía de Homero, eran más importante que las relaciones con las mujeres. Esta historia paralela es visible en la celebración de la belleza masculina en el arte renacentista, a través de los escritos de Walter Pater, un crítico del siglo XIX que escribió extensamente acerca de la estética de la belleza masculina y la «amistad».

«Estamos seguros de que existió», señaló San Solomon, un profesor inglés de la Universidad de Sussex y codirector del Centro para el Estudio de la Disidencia Sexual, «aunque influía mucho la clase social: era un ideal de vinculación afectiva y avance que solo era posible para los hombres adinerados y educados. Los otros hombres y las mujeres estaban excluidos».

De hecho, la idea de que los hombres gais son superiores a las mujeres ha existido desde el siglo XIX. Solomon señala a Edward Carpenter, uno de los primeros socialistas que defendieron la homosexualidad. Él creía que los hombres que deseaban a otros hombres «no eran “afeminados”, más bien eran cualidades combinadas que los convertían en los mejores impulsores del progreso social». Carpenter argumentó que los uranistas masculinos (término con el que se refería a los homosexuales) combinaban a la perfección la franqueza de los hombres con la sensibilidad emocional de las mujeres.

He visto el legado social de esta idea en mi trabajo como abogado, donde la contratación en los rangos más bajos de la profesión se divide de forma equitativa entre los géneros. Sin embargo, en los rangos más altos, solo el 24 por ciento de los socios en las firmas comerciales británicas son mujeres. En contraste, las firmas de abogados como Freshfields y Simmons & Simmons están entre las más elogiadas por las organizaciones LGBT como Stonewall UK por ser gay-friendly y tener el mayor número de abogados y socios gais.

En ciertos ámbitos corporativos, los hombres gais avanzan más y con mayor velocidad que sus compañeras. Por eso no resulta sorprendente que prefieran presentar menos desafíos al statu quomarcado por el género; incluso puede que refuercen esas formas androcéntricas de trabajar que no presentan los obstáculos a los que deben enfrentarse las mujeres, como el cuidado de los niños o la baja por maternidad.

Quizá los profesionales gais de la actualidad son más culpables de sacar provecho del sexismo que de perpetrarlo. No obstante, el sexismo en los hombres gais puede adquirir formas mucho más directas. La queja más común de las mujeres con las que hablé tiene que ver con la invasión a menudo inapropiada de los cuerpos de las mujeres, muchas veces disfrazada bajo el pretexto de la cercanía y el aprecio, por ejemplo: los gais borrachos que tocan los senos de las mujeres o se arriman a ellas en los bares y que se ofenden si les plantan cara.

Un grupo controlado por hombres me está diciendo a mí, una mujer, cómo presentarme para ‘encajar’.

«Cuando era joven, muchos hombres me tocaban y decían, “No cuenta porque soy gay”. Pero sí cuenta porque soy una persona y merezco respeto», dijo Victoria Sin. Le dije que en varias ocasiones he oído comentarios como «Las vaginas son asquerosas, no conozco a nadie que sea capaz de acostarse con una», y Sin confirmó que también ha oído comentarios similares. «Si hablo de mi periodo, algunos amigos gais dicen, “¡Puaj!, no hables de eso. Es asqueroso”. No, es mi cuerpo y no es asqueroso». En mi opinión, esto se debe a una aseveración inconsciente de la identidad sexual de los hombres gais; pero confirmar que te gustan las pollas no significa que tengas que fingir repulsión hacia las mujeres y sus cuerpos. Es ofensivo y ridículo: después de todo, decir que las vaginas son asquerosas es contradictorio viniendo de alguien que practica el sexo anal.

La «escena» gay, si es que existe, también muestra señales de conflictos institucionales con las mujeres. «Cuando fui a G-A-Y [un club nocturno en Londres], me dijeron que “no era miembro” –lo que sea que eso signifique– por ser una mujer que se presentaba como “femme” (o la que hace de mujer en una relación lésbica)», explicó la escritora Josie Thaddeus-Johns. «Esto fue antes de que me presentara como bi. Es triste pensar que las mujeres que no están listas para este tipo de etiquetas tengan que lidiar con problemas de discriminación por parte de la comunidad gay incluso antes de entrar en un espacio queer. Un grupo controlado por hombres me está diciendo a mí, una mujer, cómo presentarme para “encajar”».

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Foto por Mattia Pelizzari vía Stocksy

Cuando permiten la entrada a las mujeres, a menudo se las confina a un espacio totalmente aparte. «¿Por qué a las lesbianas siempre las mandan al puto sótano?», preguntó Sin. «Incluso cuando es una noche para lesbianas o una noche “queer”, si se organiza en un recinto gay frecuentado por hombres, siempre hay hombres que lo ven como una invasión de “su espacio”. Una vez, un tipo en un bar interrumpió una conversación entre mi amiga y yo y dijo “Ecs, lo siento, hay demasiado estrógeno en esta conversación”».

Lyall Hakaraia, el dueño de un bar queer de Londres llamado Vogue Fabrics , cree que esto siempre ha sido así a lo lago de la historia de los recintos gais en la mayoría de las ciudades. «Todo tiene que ver con el sexo. Muchos creen que los hombres solo pueden funcionar de cierta manera sexual si no hay mujeres a su alrededor. Pero es mentira. Tal vez sí sea cierto para algunos, pero no para todos. La idea se distorsionó y ahora significa que las mujeres no deberían entrar porque su presencia podría arruinar el ambiente. Hay una gran diferencia entre ir a un sex club, diseñado específicamente para ligar o buscar una pareja sexual, e ir de marcha. Y que algunos hombres gais no puedan ver la diferencia entre estos dos conceptos significa que son lentos, por no decir más».

Así que la expresión de Sin sobre la feminidad «en el sótano» es una metáfora bastante buena de muchas de las actitudes de los hombres gais en cuanto al sexo en sí. En las aplicaciones para citas entre gais, los usuarios con frecuencia expresan su preferencia por hombres con apariencia masculina o que actúen como heterosexuales, algunos perfiles ponen explícitamente: «No chicas», en referencia a quienes hacen de «chicas» en una relación gay. Por el contrario, la expresión de deseo a menudo se convierte en un fetiche, en algo crudo y no solicitado. Justo esta mañana, un «Don Juan» me preguntó en Grindr: «¿Te pondrías ropa interior y medias largas para mí, chico sucio?» Esta misoginia refractada también se proyecta en el sexo gay: si salgo con rímel en una foto de perfil, debo ser consciente de que me dirán todas las cosas malas que le harán a mi «agujero».

«Nunca le he dicho a alguien con quien he salido cómo me gustaría que se comporte o qué aspecto debe tener. Me parece que los hombres gais ignoran por completo que están ejerciendo ese privilegio», me dice Shy Charles, músico queer de 25 años de edad que en su día a día luce pelo largo y barba, además de uñas postizas y sombra de ojos.

En las aplicaciones para citas entre gais, los usuarios con frecuencia expresan su preferencia por hombres con apariencia masculina o que actúen como heterosexuales.

«Los hombres homosexuales no se dan cuenta de que si te dicen: “Que no se te vaya a notar mucho la pluma”, te están pidiendo que finjas ser otra persona con el fin de satisfacer sus preferencias sexuales», continúa Shy Charles. «Un gay una vez me dijo que no ir al gimnasio y no cortarme el pelo era un “desperdicio” —el hecho de que físicamente no tuviera aspecto masculino era como echarme a perder. ¡Como si mi principal objetivo en la vida fuera ser atractivo para gente como él y necesitara orientación! Como si mi aspecto fuera algún tipo de accidente».

Algunos gais no solo se sienten con derecho de fiscalizar la apariencia de queers o gais, sino que también lo hacen cuando se trata de mujeres, en particular con mujeres que aparecen en los medios de comunicación. Si estas mujeres no tienen que ser sexualmente atractivas para los gais, existe una expectativa generalizada de que deben ser glamurosas, guapas e «icónicas». En resumen, una mujer perfecta irreal e idealizada.

Entre los hombres homosexuales blancos, la adoración de artistas de color como Beyoncé y la afición a programas como RuPaul’s Drag Race puede producir estereotipos insoportables de mujeres negras. En Push the Button, una sesión gay nocturna de música pop en Londres, los gais blancos asistieron a la fiesta anual de las Spice Girls con pelucas afro, en un supuesto homenaje a Mel B.

Las mujeres negras se enfrentan a una doble discriminación dentro de la sociedad blanca y patriarcal; la fusión informal de la experiencia de un gay blanco con la de las mujeres negras es apropiación, no solidaridad. Las mujeres trans se enfrentan a opresiones complejas similares —al igual que las mujeres cisgénero de color—y a menudo se les rebaja a estereotipos mediáticos.

De hecho, los hombres homosexuales cisgénero le deben muchas de sus libertades a las mujeres trans; fueron las mujeres trans quienes lideraron los disturbios de Stonewall en 1969. Sin embargo, los hombres gais (junto con lesbianas y bisexuales cisgénero) tienen una historia de altibajos cuando se trata de solidaridad política con las personas trans y las mujeres trans en particular. La principal organización benéfica británica de la comunidad LGBT, Stonewall -nombre que adquirió debido a los disturbios- no había participado oficialmente en cuestiones trans hasta este mes de febrero —16 años después de su fundación. Está claro que la mayoría de las organizaciones han aprendido de los errores del pasado y se han comprometido a proceder mejor en cuanto a temas relacionadas con trans. Pero una reciente petición en línea que dice, «Eliminad la T» de «LGBT», sirve para indicar que la transfobia persiste en la comunidad gay.

Con el fin de incluir de verdad a las mujeres trans en su política, los gais (de hecho, todas las personas LGB cisgénero) deben saber en qué punto la comunidad los está ignorando o fallándoles. Sin embargo, el estar abierto a esta crítica es mucho más difícil de lograr que la nota de «aceptación» que parecen tener los medios de comunicación. Por ejemplo, a pesar de que la portada de Caitlyn Jenner en Vanity Fair fue, sin duda, un hito para la visibilidad de los trans, su gran presupuesto hizo de aquello una mera representación superficial de la celebridad.

A todos nos afecta el patriarcado, pero en muchos contextos, los hombres gay son los que se encuentran en un posición más susceptible de ser arrastrados a conspirar con este.

La forma eficaz en que Jenner salió del armario no refleja lo que la mayoría de las mujeres trans experimenta en su transición. La actriz y modelo trans Hari Nef señaló en una entrevista con The Coveteur que «La gente solo ve a los trans como una fachada, por lo tanto, como algo no auténtico; la gente ve los cuerpos trans como “falsos”. Incluso cuando llevo una camiseta holgada y pantalones de pijama, sigo recibiendo expresiones de burla o desagrado».

Es importante que la lealtad de los gais hacia Jenner y sus hermanas trans no tan famosas vaya más allá de la apreciación estética y se den cuenta de que los cuerpos femeninos no deben ser objeto de crítica o consumo. Para las mujeres trans, sus cuerpos son el escenario de una guerra cultural que mata a un número creciente de personas.

Nick Adams, el director de programas de medios de comunicación en la Alinaza Gay y Lésbica contra la Difamación (GLAAD, por sus siglas en inglés), ha representado asuntos trans en los medios de comunicación estadunidenses durante 17 años. De hecho Nick es gay y trans. «Es imposible establecer una correlación científica entre el aumento de visibilidad de las mujeres trans en los medios de comunicación y el aumento del número de mujeres trans asesinadas en EUA», afirma Adams, «Pero tenemos que ser conscientes de que es posible. En lo que llevamos de año 2015, 20 mujeres o personas que no están conformes con su género han sido asesinadas, una cifra mayor que la del año pasado».

Adams se mantiene optimista respecto al apoyo político que la comunidad gay masculina ha mostrado hacia las personas trans, señalando los hechos relevantes que se han logrado en los últimos años para la representación de los trans, y el creciente impacto de activismo y comunicación en línea. «Si nos fijamos en la reacción generalizada de indignación a la reciente película Stonewall, de Roland Emmerich, que pone en primer plano a un hombre blanco gay cisgénero en la historia en lugar de a Martha P. Johnson, la mujer trans de color de la vida real, se puede ver que la comprensión de esto entre los hombre blancos gais está aumentando, lo cual es bueno».

Es bueno, pero para seguir avanzando siempre se debe examinar críticamente qué es lo que se puede mejorar. La homofobia no es hermana de la misoginia; es su hija. El patriarcado odia a los hombres gais porque sexualmente se comportan «como mujeres», odia al lesbianismo porque las lesbianas son mujeres que «se niegan» a follar con hombres, y odia a las personas trans que dicen critican sus supuestas verdades.

A todos nos afecta el patriarcado, pero en muchos contextos, los hombres gay son los que se encuentran en un posición más susceptible de ser arrastrados a conspirar con ésta. Las llamadas a tal conspiración son insidiosas y a menudo imperceptibles dentro de la masculinidad en sí. Por lo tanto, escuchar las voces y las quejas de las mujeres, los gais afeminados y las personas trans es crucial para todos los hombres gais. De lo contrario, pueden encontrar que ese mundo que goza de una liberación frágil, lograda a expensas de los demás, es de hecho un mundo confuso y contradictorio en el que no existe liberación alguna.

ABEL AZKONA. ARTISTA:«Argi gelditu da Iruñea ez dela hiri arrunt bat; hau Mordor da»

Kirioak dantzan jarri dizkie Azkonak katoliko hertsiei ‘Amen’ artelanarekin. Umorez hartu du «erreakzio neurrigabea», baina min eman dio protestek erakusketaren mezua urardotu izanak.

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Euria ari du Serapio Esparza plazan. Dozena bat pertsona daude erorien monumentuaren aitzinean, zain, aretoa noiz irekiko. Aitzinean, lau udaltzain, eraikina zaintzen. 18:00etan, aretoa zabaldu dute, eta Abel Azkonaren (Madril, 1988) Desenterrados erakusketara sartu dira bisitariak. Gazte batek areto osoa zeharkatu du pauso luzeak emanez, artelanei jaramonik egin gabe, eta belauniko jarri da ostia sagaratuez osaturiko Amen obraren aurrean. Ostiarik ez dago jada —norbaitek lapurtu zituen astelehenean—, baina gazteak errezoka segitzen du, erakusketari eta errealitateari bizkarra emanda. Orduantxe heldu da Azkona. Eszena ikusita, irribarre meharra irristatu zaio ezpain ertzetik.

Nola ikusten duzu azken egunotako polemika guztia?

Saiatzen naiz egoera naturaltasunez hartzen: probokazio puntu bat duen erakusketa da hau, noski, baina nire lana beti izan da horrelakoa. Probokazioa erabiltzen dut, jendearengan erreakzio bat eragiteko. Batzuetan, erreakzio hori zentzuzkoa da; beste batzuetan, irrazionala; eta kasu bakan batzuetan, erabat neurrigabea. Subjektiboa da. Nik ez diot inori esanen nolakoa izan behar duen bere erreakzioak, adierazpen askatasunean sinesten dudalako. Fedea, etika, arau moralak… Hori guztia eztabaidagarria da, subjektiboa. Eta arteak horixe egin behar du: zirikatu. Arte garaikideak kritikoa, soziala eta politikoa izan behar du.

Asteartean jende andana bildu zen erakusketaren atarian arrosarioa errezatzeko; atzo, Iruñeko gotzainak «erreparazio meza» egin zuen katedralean…

Eta gero esanen dute ni naizela performanceak egiten dituena! Baina tira, gure gizarte arkaikoaren isla da. Batzuek ez dute konfiantza oso handirik euren fedean, antza, eta eraso pertsonal baten gisara hartzen dute edozein kritika edo probokazio. Dena den, nago protesta hauen guztien atzean sektore jakin batzuk daudela, fundamentalista eta fanatiko hauei burua berotzen.

Zeintzuk?

Bada, Opus Dei eta enparauak, alde batetik; eta eskuin politikoa, bestetik. Ez dute oraindik digeritu Iruñean eta Nafarroan gertatutako aldaketa politikoa, eta aitzakia baten bila zebiltzan, iskanbila sortzeko. Gainera, erakusketan garrantzi handirik ez duen obra bat hartu dute oinarri gisa. Izan ere, Amen pieza ez da bereziki indartsua; oso lan sinplea da, oinarrizkoa, erraza. Ez da erakusketan dagoen probokatzaileena, inondik inora. Horregatik uste dut aitzakia hutsa izan dela, udalaren kontra jotzeko. Min ematen diena, egiazki, aldaketa politikoa da.

Gainera, erakusketaren ardatz nagusia memoria historikoa da, eta ez pederastia…

Horrek ematen dit amorru handiena. Azaleratu beharreko kontua da memoria historikoarena, justizia eta ordaina eskatzen duten familia horiena… Eta lau integristak urardotu egin dute proiektu honen asmo nagusia.

Batzuen ustez, zuk zeuk ere bilatu duzu doako publizitate hori.

Hori esaten duenak ez du nire ibilbide artistikoa ezagutzen, urteak baitaramatzat halako lanak egiten. Publizitaterik ez dut behar. Ez dut harroputza izan nahi, baina Iruñeko erakusketa bukatu ostean, New Yorkera joanen naiz beste lan batzuk ikusgai paratzera; eta gerora ere, baditut hogei bat erakusketa antolatuta, 2017ra arte. Nire karrerak ez du honen beharrik, benetan. Hau anekdota hutsa da. Baina gure gizartean errotuta dagoen fundamentalismo erlijiosoa agerian uzteko balio badu, ongi etorria izan dadila.

Baina ezin duzu ukatu egoera honek min eman dizula: protestak, zentsura…

Eta ez hori bakarrik. Zenbait artelan puskatu dizkidate, eta heriotza mehatxu serioak jaso ditut. Gaur bertan, gizon bat etorri da nitaz galdezka. Atea itxita ikusita, ondoko institutura sartu da, eta tiro bat botako zidala esan die han ziren irakasleei. Udaltzainei abisua eman diegu, eta segurtasun neurriak zorroztu dituzte.

Ohituta al zaude halakoetara?

Ez. Behin, Koran bat irentsi nuen performance batean, eta heriotza mehatxuak jaso nituen, baina, horrez gainera, inoiz ez dut halakorik bizi izan. Istilu hauek nire sorterrian piztu izanak penatzen nau. Argi dago hau ez dela hiri normal bat; hau Mordor da.

Kereilarik jaso al duzu?

Oraingoz, bi jarri dizkidate, baina beste bi ere bidean omen dira. Horietako bat, Espainiako Gobernuarena. Dena den, abokatuarekin hitz egin dut, eta ez dut uste arazo handirik izanen dudanik. Ez dut deliturik egin: apaiz batek ostia sagaratu bat ematen dizunean, ez dizu esaten ahotik edo ipurtzulotik sartu behar duzun. Nik patrikan gorde nuen haren aurrean, eta ez zidan ezer esan. Dena den, honengatik kartzelara joan behar badut, pozik joanen naiz.

Nolakoa izan da Iruñeko Udalaren jarrera?

Akasgabea. Borobila.

Baina alkateak esan zuen ez zuela Amen lanaren berri, eta ulertzen zuela haserrea…

Normala da. Integristen presioek behartuta esan zuen, eta, gainera, egia da: alkateak ez du zertan nire lanen berri izan. Horretarako daude erakusketaren komisarioa eta Kultura zinegotzia. Oro har, erabateko babesa adierazi didate, eta oso pozik nago haien jarrera irekiarekin. Inork ez dezala polemika faltsurik asmatu aldaketaren aldeko alderdiak zigortzeko.

Soy una pervertida sexual

Salirse de las normas sociales establecidas

En 1987 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ya se encargó de eliminar esta expresión de la terminología psiquiátrica mundial

 

Salirse de las normas sociales establecidas

  • ANA SIERRA

Sí, lo soy, y estoy encantada de serlo. Puede que como usted o su vecin@, aunque no lo quieran reconocer. Sin ánimo de ofender en absoluto, únicamente haciendo énfasis en cómo nos catalogaría la sociedad si realmente conociera nuestros más profundos deseos e incluso, las prácticas sexuales que llevamos a cabo en nuestra mente y con nuestro cuerpo y los ajenos.

Amiga de la perversión

Una persona pervertida muestra tendencias sexuales consideradas socialmente negativas o inmorales que se alejan de “lo normal”. En 1987 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ya se encargó de eliminar esta expresión de la terminología psiquiátrica mundial.

Cada uno tenemos nuestras pequeñas parafilias o desviaciones de la norma, aunque el límite entre estas y el interés sexual inusual sea bastante difuso. Por tanto, no tendríamos que ir a consulta por las mismas si no generan daño a los demás ni a uno mismo, o malestar subjetivo, ni son restrictivas o nos generan dependencia, obsesión o compulsión, básicamente.

Tengo mi mente llena de erótica, pienso bastante en estos aspectos a lo largo del día, sin llegar a la obsesión, por supuesto. Una maravillosa ‘deformación’ profesional quizá y sinceramente, lo considero un auténtico logro. Fantaseo todo lo que puedo, menos de lo que quisiera, aunque no desee poner en práctica cada historia que mi mente creativa me muestra. Bien porque no me apetece o porque me generan temor las consecuencias personales, emocionales y sociales que pudieran traer. Muchas quedan en mi imaginario y las disfruto allí.

Sexualidad fuera de “lo normal”

Salirnos de la norma moral establecida puede generarnos conflicto, aunque también nos suele excitar la erótica de lo prohibido. Pero, ¿quién puede determinar qué debo desear, cómo y cuándo?

Es curioso que en Estados Unidos aún exista el delito de sodomía al practicar sexo anal y las relaciones coitales sin casarse estén prohibidas en según qué estado. ¿Lo cumplirán las personas solteras? China prohíbe mirar a los pies de las señoras y Rusia los besos muy apasionados en público. Sí, increíble pero parece ser cierto.

¿Qué es ‘lo normal’ en la sociedad española?

Seguimos siendo una sociedad coitocéntrica. “¿A qué edad mantuviste tu primera relación sexual completa?” Me preguntó un ginecólogo. Yo contesté: “¿Completa?, ¿Se refiere a satisfactoria?” Él, sonriendo enternecido por mi ignorancia, me comentó lacónico: “No mujer, coital”. Dio por hecho que tenía que practicar el coito, pero a mi historial clínico parece que no le importa si disfruto con ello.

Si la gran mayoría no quiere reproducirse cada vez que mantiene relaciones sexuales, ¿por qué seguir realizando con tanta frecuencia la única práctica natural que nos llevaría a ello? Tampoco es reconocida como la más placentera físicamente, sobre todo por las mujeres. Recordaré que, salvo la llamada plataforma orgásmica, que supone el primer tercio de la vagina, esta es bastante insensible en comparación con el clítoris por ejemplo. El coito vaginal es práctica de riesgo para el embarazo no deseado y una de las más arriesgadas en cuanto a infecciones de transmisión sexual, si no se ponen los medios adecuados. Sin embargo, es algo psicológico y social. Aunque aparezca dolor, se desea y generalmente, no nos sentimos normales si no lo practicamos.

La falocracia, o culto al pene erecto y vigoroso, sigue siendo muy común en nuestra cultura y sin éste no podemos conseguir la penetración tradicional. Así que ya sabe, si no hay erección, no puede mantener relaciones sexuales completas ni satisfactorias y es ‘anormal’ y si hace alguna otra práctica sin contar con su pene, es un pervertido. No lo digo yo, lo dice nuestro marco referencial social y cultural, cargado de modelos erróneos pero que aceptamos y creemos apropiado.

Además somos monógamos, aunque sucesivos, al menos de cara a la galería. Aunque la doble moral está muy extendida, no sólo en nuestro país. Heteronormativos, seguimos pensando en hombre y mujer al hablar de pareja y la homofobia sigue vigente en nuestros días.

La deseabilidad social nos hace esclavos sexuales. Tememos expresarnos libremente y no ser aceptados, lo que genera disfuncionalidad y pacientes en las consultas. El miedo a ‘no dar la talla’ o no sentirnos representativos de nuestro género, es bastante recurrente. Somos una sociedad sexista, en la que si no cumplimos con lo que se espera de nosotros, nos sentimos rechazados y anormales. Los estereotipos de género, construidos social y artificialmente, suelen generar displacer y bloquear nuestro sistema fisiológico innato, al igual que nuestra capacidad de disfrute.

Otros factores, como la edad biológica o la fértil, nos marcan las prácticas consideradas apropiadas en nuestra cultura. A qué edad podemos empezar a tener relaciones genitales o debemos dejar de tenerlas es un imperativo social y no siempre natural. Por ejemplo, en la senectud podemos tener una sexualidad muy despierta, funcionar bien fisiológicamente y, aunque no fuera así, tener un deseo estupendo y disfrutar la sexualidad de manera plena. Y en la infancia encontramos que muchos niños y niñas, estimulan sus genitales desde los 2 o 3 años, sin intencionalidad sexual pero obteniendo placer.

Nos llegó una pregunta sobre estos temas al consultorio sexozen@elmundo.esreferente a la normalización de nuestra sexualidad. Creí interesante contestarlo en esta ocasión:

“Tengo una relación con un hombre mayor y aunque tiene orgasmos, yo no noto que eyacule. Le gusta el sexo oral pero como preámbulo, nunca quiere llegar al orgasmo en mi boca. A veces se lo he propuesto y evita hablar del tema (no sé si le acompleja que note que no hay semen o muy poca cantidad). Incluso he llegado a pensar que a veces finge los orgasmos. ¿Está teniendo orgasmos? ¿Es normal llegar al orgasmo sin eyacular siempre?

Realmente la única manera de conocer si alguien tiene orgasmo o no es preguntarle y confiar en su respuesta. Lo habitual es que orgasmo y eyaculación vayan de la mano, pero no siempre sucede así pues son dos fenómenos diferentes en realidad. Si la persona no presenta ningún problema médico que pueda generar esta situación, no debemos asustarnos, en absoluto.

Por otro lado, las prácticas sexuales como el sexo oral no gustan a todas las personas, independientemente de su edad, sexo o género, y es una cuestión muy personal. La comunicación es fundamental en este caso y podréis ajustaros y conseguir disfrutar plenamente de vuestras relaciones sin mayor preocupación. La seducción, y nunca la exigencia, es siempre nuestra aliada en el campo sexual. Quizá le pueda seducir para que desee realizarlo.

En cuanto al complejo, por la supuesta escasa cantidad de esperma eyaculado, es bastante recurrente. Le comentaré que el volumen habitual por eyaculación suele variar de 1.5 a 5.0 mililitros, pero no tenga en cuenta este dato ni se ponga a medirlo pues no todos los hombres son iguales, ni es necesario eyacular esa cantidad para ser más o menos fértil, la calidad del esperma no tiene que ver con la cantidad del eyaculado. Eyacular menos se debe a diversos factores como la idiosincrasia fisiológica o haber eyaculado recientemente. Si deseamos que nuestra pareja eyacule una mayor cantidad es por una cuestión erótica aprendida socialmente, a través de las películas pornográficas, por ejemplo. Estas nos muestran eyaculaciones cuantiosas y espectaculares, con lanzamientos vigorosos casi olímpicos. Pero es una película y tienen sus trucos para ello. Se entrenan, repiten escenas y se editan después o bien, ingieren zumo de tomate, como algún actor de la industria pornográfica ha confesado, pues parece que aumenta la cantidad de esperma. Podríamos probarlo pero, ¿para qué? Si es por un deseo erótico, adelante, haga realidad su fantasía si lo considera. Pero que nos cuenten películas no significa que tengamos que creérnoslas.

No se compare con nadie, la norma sólo nos indica el quehacer de la mayoría, que no siempre es acertado, lógico, placentero ni coincide con lo que usted desea.

Le invito entonces al mundo de la nueva ‘perversión’ sana, placentera y consentida, si lo desea.

*Ana Sierra es psicóloga y sexóloga https://about.me/AnaSierra

Las hostias de Abel

Ni es la primera vez ni será la última en la que un artista utilice símbolos religiosos para denunciar determinadas actitudes de la Iglesia, bien sea la situación de la mujer en esa institución, el trato que dispensa a personas divorciadas y homosexuales o el comportamiento de algunos representantes de esa iglesia que se revuelven ante imágenes que considera sacrílegas pero que no reacciona ante injusticias, desigualdades o, directamente, delitos.

Abel Azcona, fotografiado en su 'performance'.

Abel Azcona, un artista navarro que sabe utilizar como nadie las emociones y sentimientos ajenos, provocarlos y convertirlos en el mejor fenómeno publicitario a su favor, ha revolucionado a la feligresía.

“Amen” es la última de sus exposiciones y ha levantado los rosarios de buena parte de la sociedad navarra y de quienes han visto en ella un ataque directo a sus más firmes convicciones. Para quienes no la han visto, decir que Amen es un recopilación de 242 hostias consagradas que Azkona ha colocado en una superficie formando la palabra “pederastia”. El material lo consiguió asistiendo a misas en Madrid y en Navarra, yendo a comulgar pero guardándose las sagradas formas para utilizarlas posteriormente en su trabajo.

La movilización de los ofendidos no se hizo esperar. Petición en change.org por parte de la Asociación de Abogados Cristianos para que se suspenda la exposición, querellas por profanación y titulares tan al nivel de la supuesta ofensa de Azcona como: “El Santísimo profanado y secuestrado”, “Español gay mentalmente enfermo profana hostias” o “ El Ayuntamiento de Pamplona en manos de Satanás”. La Delegación del Gobierno de Navarra tercia en el asunto y mueve ficha por si la expo pudiera ser constitutiva de delito y Abel se frota las manos viendo como su trabajo adquiere una dimensión inesperada. O no tan inesperada… Aún se siguen rezando rosarios a las puertas de la exposición, como si esto fuese a hacer desaparecer las hostias.

Abel Azcona nunca ha querido ser un artista cómodo y siempre ha sido claro respecto a sus intenciones. Opina que la religión ha matado a más gente que muchas enfermedades, algo que, por cierto, se oye mucho cuando se habla de otras religiones pero que algunos no toleran cuando se critica a la propia.

Su historial profesional está lleno de acciones polémicas: se encerró durante dos meses en una galeria oscura, documentó graficamente sus encuentros sexuales con actores porno y llegó a hormonarse para prostituirse como travesti.

Hay quien sugiere a Azcona que se atreva a meterse con otras religiones que no sean la católica. Ya lo hizo. En su proyecto “Eating Koran” se comió literalmente un ejemplar del Corán. Entonces estuvo un años con escolta por las graves amenazas de muerte que recibía. A mi me parece que las amenazas de hoy no difieren mucho de las de entonces. Solo las diferencia la religión a la que se dirigen.

Ha habido otros artistas que se han enfrentado a situaciones similares. Recordemos el caso de Ube, el artista vasco al que le llovieron todo tipo de críticas por sus fotografías de una mujer desnuda en el altar de una iglesia. El no lo contó, pero incluso la revista Interviú le ofreció hacer una sesión fotográfica similar sumándose así al éxito de la obra surgido de la crítica de los más religiosos.

Puede que utilizar los símbolos religiosos para denunciar situaciones que se dan dentro de la propia iglesia no sea lo más acertado a menos que no nos importe ofender a los creyentes. A mi me parece que la utilización de hostias consagradas para denunciar los casos de pederastia dentro de la iglesia es, cuando menos, original.

Nadie dijo que el arte fuese cómodo. Hay muchos artistas comprometidos que saben a lo que se exponen cuando arriesgan y denuncian. Me gusta lo irreverente. Y Abel Azkona, lo es.

Unas 900 personas exigen que se retire la exposición de Azcona

Unas 900 personas exigieron ayer por la tarde en la Plaza Consistorial al alcalde, Joseba Asiron, el cierre de la exposición de Abel Azcona.

Los manifestantes se reunieron detrás de una pancarta en la que se leía:“Navarra pide respeto. Cierre de la exposición blasfema”.

Durante los cuarenta minutos que duró la manifestación, se leyó el manifiesto de Respeto por Navarra, organizadora de la protesta, en el que pedían “respeto para los creyentes”.

Según Sancho Guindano Laborda, estudiante de 4º de Magisterio en la Universidad de Navarra, que leyó el manifiesto esta exposición es “unaprovocación en toda regla”. Y, en el discurso, afirmó que si “quieren reacción la van a tener”, pero “va a ser una reacción ‘a lo cristiano’: pacífica y en oración”.